Capítulo 7. Intoxicación por alcohol.

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-¿Familiares de Aristóteles Córcega?-preguntó el doctor mientras entraba a la sala de espera. Me levanté de donde estaba y llegué hacia donde estaba él.- ¿Eres su...

-Novio.- terminé la oración por él.

-De acuerdo. El paciente esta fuera de peligro en este momento. Lo máximo que tendrá al despertar serán nauseas y un terrible dolor de cabeza. Tuvo una intoxicación por alcohol, ingirió demasiado, más del que su propio cuerpo puede manejar. Hizo muy bien en llamar al 911, muchas veces las personas no reaccionan a tiempo y esto termina en casos peores.

-¿Puedo pasar a verlo ahora?-pregunté lo mismo que había preguntado desde que llegamos a la sala de emergencias. El doctor se rió y asintió con la cabeza. 

-Puede ingresar.- respondió con una sonrisa, antes de alejarse por los pasillos.

La enfermera dijo que Ari estaba en la habitación 205, de la segunda planta. Subí las escaleras corriendo, y le mostré el permiso que me había dado en recepción y me dejó ingresar. La habitación era la típica de hospital. Ari seguía dormido.

Saqué mi celular del bolsillo, y marqué el número de Polita desde mi agenda, después de varias tonadas, contestó.

-¿Temo? ¿Pasó algo? Son las cuatro de la mañana, hijo.- dijo pesadamente. Debí esperar hasta mañana.

-Lo siento mucho.  Estoy en el hospital, pero antes de que te preocupes nada está mal. Ari bebió demasiado en el club, y llamé al 911. Nada de que preocuparse, te lo prometo.

-Cariño, ¿Por qué no me llamaste antes? Ese muchacho, ya me va a oir. Debes haberla pasado horrible. ¿Quieres que vaya al hospital? Necesitas descansar, de seguro no has pegado un ojo.

-Estoy bien, mañana temprano le van a dar el alta.

-Está bien, pero mañana vienen a verme, ¿si? Hace mucho que no vienes a casa, podemos tomar chocolate caliente con malvaviscos, ustedes siguen amando tomar eso, ¿verdad?-me reí.

-Si, te lo prometo. En cuanto Ari se sienta bien mañana, vamos.

-Es un trato. Ari es afortunado de tenerte a su lado, Temo, muy afortunado.

-Yo también soy muy afortunado de tenerlo conmigo.- dije.

-Lo sé. Los veo mañana, cuídate y avísame si hay nuevas noticias. 

-De acuerdo, adiós.- dijo y corté la llamada.

{...}

No pude dormir el resto de la noche, o madrugada, como sea. Me quedé sentado en el sillón de cuerpo que estaba a lado de la cama de Ari. Cunado el de seguridad pasó por las habitaciones, sacando a las personas para que se vayan porque el horario de visitas se había terminado, me encerré en la ducha del baño hasta que el hombre cerró la puerta de la habitación con mucho cuidado. No podía ir a casa y dejar a Ari aquí.

Le mandé mensaje a Zack, agradeciéndole y diciéndole que me iba a quedar aquí el resto de la noche. El sólo me respondió un "está bien". Hoy no fue el típico Zack, él que siempre hacía bromas y estaba con una enorme sonrisa en sus labios. La noche pasada fue diferente, el estaba demasiado serio para ser él. No es que pueda pedirle mucho tampoco, debe ser incomodo estar a lado de tu ex.

Cuando la enfermera pasó por la habitación el día siguiente temprano, y me sorprendió con mi cabeza sobre el pecho de Ari, pensé que me iba a sacar de la habitación pero sólo dijo un "ow" y volvió a cerrar la puerta de la habitación.

Podría jurar que ahora sabía el ritmo de su corazón, porque era el único ruido que había escuchado.

-¿Dónde estoy?-preguntó pesadamente.

Me levanté de su pecho y sonreí.

-Estamos en el hospital.- le dije tomando su mano.

-¿Te pasó algo?-la preocupación se reflejó en sus ojos.

-Si me hubiera pasado algo, estaría en donde estás tú, tonto.- Ari estaba confundido.

-¿Qué me pasó?- preguntó extrañado.

-Intoxicación por alcohol, más del que tu cuerpo es capaz de manejar. Eres un idiota, en verdad me asustaste.- dije dándole un golpe en su hombro.

-Lo siento. ¿Cómo llegamos aquí? No me acuerdo de absolutamente nada.

-Tomaste mucho, me acerqué a la barra donde había pasado toda la noche y me besaste, intentaste romperle la cara a un tipo que te buscó pelea, Zack la detuvo, me ayudó a llevarte al auto, nos llevó a casa...

-ESPERA, ESPERA. ¿Zack condujo mi auto?-demonios.

-Ah... era un caso de vida o muerte, Ari. Yo no estaba en condiciones para conducir, me dolía mucho la cabeza.

-¿Dije algo estúpido?-preguntó.

-Sólo comenzaste a advertirle a Zack que retrocediera, porque yo era tuyo. Y comenzaste a repetir que me amabas miles de veces.

-Nada de que me arrepienta.- sonrió de oreja a oreja.

-¿Qué pasó anoche? No sueles descontrolarte tanto con el alcohol, hace mucho tiempo que no te veía tan ebrio. No eras capaz de dar dos pasos sin caerte.

-Lo siento mucho, Bubbles. Arruiné la noche por completo. Sólo que... en la tarde mi padre me llamó. Me dijo que quería vernos, a mis hermanos y a mi. Discutimos, le dije de cosas y el a mi. Él me dijo que extrañaba a mamá, y cuando voy a comprar la cena, lo encuentro con una chica que podría ser de mi edad. Lo enfrenté con ella ahí, y se enojó mucho conmigo. Y le dije que yo no tenía padre, que nunca lo tuve y los de seguridad me echaron del lugar.

-¿Por qué no me lo dijiste, Aristóteles? Nos hubiéramos quedado en casa, podríamos haber hecho cualquier otra cosa.

-Te veías emocionado por salir, no quería arruinar la noche, pero igual la terminé arruinando.

-¿No confías en mi? ¿Es eso?-pregunté dolido.

-Eres la persona en quien más confío en este mundo Bubbles, quería que esa noche te divirtieras. Te lo mereces, y embarrarte con todos mis problemas no me parecía lo mejor. 

-¿Estamos en esto juntos, no? Quiero decir, somos un equipo, Ari.

-Si, lo sé. Debí hablarlo contigo en ves de haber tomado toda la barra. ¿Qué dijo el tipo ese que casi golpeo?

-Nada importante.- dije robándole un beso de sus labios.

...



Promesas de amor (Aristemo)Where stories live. Discover now