𝙻𝚎𝚝𝚝𝚎𝚛𝚎 𝚎 𝚁𝚘𝚜𝚎

Capitolo Sei

Sinceridad
sincerità

Te conocí una tarde más. Los días pasaban en veinticuatro horas. Las noches eran perfectas.

Las mañanas eran invisibles y las tardes inservibles, y mientras mi vida se caía a pedazos. Entraste tú.

Tu sonrisa y tus ojos, con un atractivo inexplicable.
Tus mejillas y tu cabello con un brillo despampanante.
Absolutamente todo de tí, se quedó en mi ser. El amor a primera vista existe.

Aquella voz que me mato, aquella forma de pensar, que me sorprendió.
Ahí atacaste por primera vez.

Fui un blanco fácil.

Los días pasaban tan lentos, mientras el corazón palpitaba tan rápido. Mis horas se volvían eternas al esperarte. Y mis ratos justo a tí eran tan cortos.

El pasado pasado fue, y sigue siendo y será. Pero el presente es inevitable, y ahora me preguntó ¿Qué pasó?

Llorar a la luz de la luna. Una botella de vino, y una simple libreta para desahogarme.

El ángel se convierte en demonio.

Las cosas no son como parecen. Gracias por enseñarme.
Y entonces...

¿Cuándo tus miradas iban a otra persona? ¿Cuanydo tus sonrisas eran provocadas por alguien más?

El amor es una promesa. Y al final la rompiste.

Es claro, llegué demasiado tarde.
Es lógico, mis ojos, mi ser, no es tan impresionante.

Pero consolandome de esa forma no consigo nada.

Por qué aún te lloro cuando te recuerdo, y recordarte es mucho más fácil cuando las cosas las hacías más claras.

Has sigo mis estrellas.
Iluminaste mi camino,me enseñaste la grandeza de una persona.

Y ahora eres mi luna. Tan hermosa y tan lejana.

Las palabras vuelan, y los escritos permanecen.

Y si esto es amor. ¿Por qué duele tanto? Exijo que me lo quiten ahora.

Y ahora, solo me queda gritar en silencio. Y sufrir a traves de mi mismo.

Una carta estúpida, para tan pocas palabras. Con tanta incoherencia y poca cohesión.

Me has provocado falta de ortografía.

Pedir ahora es inútil.
Pero de igual forma lo haré. Te pido que seas sincera, que tus promesas sean reales.

Y que si al final el dolor va para una persona, cures a otra.

Has que la miseria de mi persona, mi mar de lágrimas y mi ser enteros valga como sacrificio.

Ahora da igual, quién o donde estoy.

Aún te amo. Y en medio de la nada, eres y fuiste aquel camino que no encontré.

Así mientras la hoja de papel se desgarraba. Pequeñas gotas estaba encima de esta. Lágrimas sin duda.

Sus palabras cargadass de dolor.

El tenía razón.

Cerro el sketchbook, y lo dejo en su mesa de noche.

El sufría de amor. El más doloroso problema.