Se hacía de noche y uno de los atardeceres más bonitos del verano podía contemplarse desde aquella cumbre. El Sol iba cayendo lentamente mientras teñía el horizonte de un color rosado precioso, y tanto Will como sus amigos no podían parar de contemplarlo.
Si estaban en en punto más alto de Hawkins eso solo podía significar una cosa: Estaban hablando con Suzie. Desde que Dustin se echó novia en el campamento, subían todas las semanas a charlar con ella. Normalmente se trataban de conversaciones de enamorados pero alguna que otra vez hablaban de ciencias. Resulta que la chica era todo un cerebrito.
— Ojalá pudiésemos hablar a todas horas —suspiró la chica a través de la radio.— Te echo de menos Dustibon.
— Yo también Suziepoo. —dijo el chico de la gorra con una sonrisa permanente.— Te prometo que la semana que viene subiremos dos días más, ¿vale?
— Está bien. —una sonrisa apareció en su rostro aunque los chicos no pudieran verla.
—Adios Suzie. Te quiero.
— Yo te quiero mucho más.
— No, estoy seguro que yo más.
— Yo te quiero elevado al número de especies del planeta.
— Yo te quiero multiplicado por todos los átomos de toda la materia existe en el universo.
— No, yo te quiero–
La llamada se cortó. Dustin, que no se había dado cuenta, seguía esperando la respuesta de la chica. Will se quedó aliviado. Tanta cursilería le removía el estómago.
— Suzie. ¿Suzie? ¿Suzie, estás ahí? —preguntó el chico del cabello rizado algo preocupado.
— Se ha cortado la frecuencia tío. —dijo Lucas mientras se levantaba del suelo.— Y menos mal que lo ha hecho. Os estabais poniendo demasiado cursis. Casi vomito.
— Al menos yo tengo momentos románticos con mi novia. Tú ni siquiera te preocupas por Max.
— ¡Eso no es cierto!
— Si no lo es, dime. ¿Dónde está ahora mismo?
— En su casa, practicando con el monopatín como siempre.
— En realidad... —interrumpió Will.— Está en mi casa con Eleven.
— Ves tío. No sabes ni dónde está. —dijo Dustin con el ceño fruncido.
— Ni que fuese un mapa para saber siempre dónde está.
— ¡Dejar de discutir chicos! —exclamó Mike.— ¿Qué más da quién quiera más a quien? Es tarde, nos tenemos que ir. Apaga a Cerebro y vámonos.
Ambos asintieron. Lucas recogió su botella de agua y Dustin apagó la radio. Los tres amigos caminaron colina abajo. Will se quedó allí. Solo, con sus pensamientos, se sentó mientras observaba aquel atardecer.
Habían pasado nueve días desde que su madre les dijo que iban a mudarse. De todos sus amigos, la única que lo sabía era Max. Eleven y él se lo contaron justo dos días después de saberlo. Pero todavía tenía que decírselo al resto, y no sabía cómo, sobretodo por la reacción de Mike. No iba a ser fácil pero no podía alargarlo mucho más.
Todavía no lo había asimilado del todo. Tenía miedo. Temía muchas cosas. A no saber encajar su nueva vida. A no ver a sus amigos tan frecuente. A no poder contar siempre con Max. A estar solo en su nueva escuela. A que la única llamada semanal que recibiría de Mike fuese para preguntar por El...
No podía dejar de pensar en cuanto le iba a echar de menos. Aunque su corazón estuviera roto, ya había aceptado su relación con Eleven, y a él simplemente le hacía feliz el hecho de verle todos los dias. Seguía sintiendo esas mariposas en el estómago cada vez que le hablaba, le miraba o le tocaba. ¿Cómo era posible que hubiera superado todo lo que le pasó en el Upside Down pero le era imposible superar a Mike?
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SUMMER 1985: ❝una historia de Will Byers❞ [COMPLETA]
FanfictionDespués de haber derrotado al Azotamentes, la vida en Hawkins vuelve a la normalidad, y nuestro peculiar grupo de amigos podrá disfrutar de lo que queda de verano. Todos menos el protagonista de esta historia que tendrá que lidiar con su nueva vida...