El diario de Lana

El castigo perfecto

Debo confesar, que en ningún momento, pasó por mí mente el hecho de que Lana sufriera a tal grado en el colegio. Me limité a suponer, que dada su condición, los demás alumnos y sus profesores eran más considerados con ella. Me dan náuseas al imaginar, que un montón de estúpidas adolescentes, pudieron ser tan crueles con alguien como Lana.

Ha pasado un año y, por primera vez, reparo en que nunca fui lo suficientemente atento con ella. No imaginé que detrás de esa hermosa niña tímida, refinada y dulce, se escondía tanto dolor. Y es que, ¿cómo hacerlo? Si siempre, al percatarse de que alguien la miraba, les regalaba una pequeña, pero tierna, sonrisa. ¿Cómo suponer que sufría? Si se le veía tan entusiasmada, dibujando personas y paisajes, viajante en su mundo de perfección y fantasía. En verdad lamento no haber hecho más por ella. Lamento no haberla protegido de la crueldad que todos llevamos dentro. Lamento no haberle hecho sentir que estaba segura; cuando los proyectiles de ese subfusil le traspasaban su pecho, alojándose en sus órganos vitales.

El día de la masacre, recuerdo vividamente correr sobre el cuerpo de Florencia Rizzo. Sus restos yacían a la mitad del patio central y las condiciones de su muerte eran deplorables. Recuerdo reconocerla únicamente por ese broche dorado, en forma de libélula, que llevaba en su saco. Su cabeza estaba deshecha, pues una descarga de tiros la había hecho estallar. Sus piernas estaban cubiertas de orina y, de los orificios en su vientre, brotaba excremento mezclado con sangre.

En mi opinión, esa muerte tan horrenda, es suficiente para contar como un merecido castigo para Florencia. Sin embargo, por esa promesa que le hice a Lana, he cumplido sus peticiones al pie de la letra. Han pasado apenas tres días y la fotografía de Florencia desapareció de la pared de reconocimientos en el colegio. Desconozco la situación de sus padres; pero imagino que después de que su madre vea ese video, la estructura perfecta de su familia se verá severamente averiada. Confieso que, antes de hacer la entrega, me detuve a mirar ese metraje; es repugnante. ¿Qué tan pervertido necesitas ser para follarte a tu hija? Las escenas son simplemente vomitivas  y aberrantes. Sobre todo esa, en la que Florencia le práctica sexo oral a su padre, lo hace hasta que este eyacula en su boca; es asqueroso.

Esta noche, me he encerrado en mi habitación. He encendido la lámpara de mi buró y he sacado de mí mochila el diario de Lana. En verdad no puedo evitar sentir este nudo en la garganta. Escucho su voz, mientras leo sus palabras.

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29/ Agosto / 2017

"En este año, he tenido unas ganas inmensas de asistir a un concierto de Billie Eillish. Lamentablemente, en los últimos meses, mi audición se ha perdido casi por completo. ¿Sabes? Me aterra pensar en que te alejes de mí por esta enfermedad. Tengo miedo de que te canses de estar con una sorda, una discapacitada, una asquerosa enferma. Pero, supongo que, si ese día llega, no haré nada más que agradecerte por ser el chico más lindo del universo conmigo.

Es imposible, que no sonría al recordar nuestros momentos; tus travesuras, tus ocurrencias, tus caricias y tus abrazos. Siempre llevaré en mi mente, lo que hiciste la semana pasada, cuando al darte cuenta de mí ansiedad por no poder comprender lo que me decías; te pusiste en pie, tomaste mi mano y bailamos en la sala de tu casa, en total silencio.  A pesar de que no había música, en mi mente resonaba nuestra canción; ¿la recuerdas? 'Can't help falling in love' de 'Elvis Presley'.
Amor, donde quiera que esté, cuando leas esto, quiero que sepas que vives en mi memoria.

Quiero contarte algo. Sé que esto debí hacerlo en su momento pero, tenía miedo, en verdad no quería perderte.
Te pido que me perdones, si llego a incomodarte con lo que leeras a continuación. Pero necesito que lo sepas, porque una vez más necesitaré de tu ayuda.

¿Recuerdas a Tomás? Sí, el anciano e intendente del colegio. A finales del año pasado, ese hombre comenzó a acosarme. Cada vez que pasaba junto a mí, me levantaba la falda y tocaba mis piernas. Sus acosos continuaron, hasta que intento abusar sexualmente de mí. Sin embargo, pude escapar de él. Nunca lo dije a nadie, ni siquiera mis padres lo saben. La razón es que no quería un problema más en el colegio. No quería ser el blanco de más burlas y bromas crueles.

Amor, lo que te pediré, a continuación,  es un poco difícil. Puedes negarte, en caso de que no quieras ensuciarte las manos, lo entenderé perfectamente. Creo que no existe ningún castigo para un violador; que pueda pagarse en vida. Tomás debe morir, pero antes, debe experimentar en carne propia lo que es ser víctima de una violación. No, no quiero que él sea violado. Lo que deseo, es que observé a su hija de dieciséis años ser ultrajada, violada y asesinada.  Después, quiero que él muera, que implore por su vida y por su hombría.

Piensa en ello antes de tomar una decisión.  Pero, en caso de que tú respuesta sea un 'Sí'; deberás regresar a la casa en el bosque, buscar en el sótano y encontrar lo que he dejado para que lo lleves a cabo. Todo está preparado. Por favor, amor, no me falles".

P.D
Te amo

Lana