noche estrellada

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Lapis salio del hotel donde se hospedaba, corrio lo más rapido que pudo atravesando toda la playa hasta llegar a esa casa oculta entre la noche, subio las escaleras tan rapido como sus piernas se lo permitian y tocó la puerta esperando a que aquella chica rubia abriera.

—click —se escucho la puerta abriéndose y una chica rubia que intentaba ponerse sus lentes muy torpemente salió.

—otra vez viene a ju... —lapis no la dejo terminar.

La tomo de la muñeca y la jalo hacia ella dandole un gran beso desesperado, peridot se encontraba confundida pero en ningun momento se molesto en detenerlo, solo se dejo giar por la mano que se encontraba en su cintura y los labios suaves que se encontraban unidos junto a los suyos.

—perdón, no puedo soportarlo más —el rostro sonrojado de peridot se encontraba frente a ella.

—¿ya no continuaras con tu juego de acoso?—cuestionó peridot viendo al suelo un poco sonrojada aun.

—todo depende de lo que pase esta noche —susurro lapis en su oido.

Peridot la vio directo a la cara —al diablo tu maldito juego —la tomo de su cabeza y le regreso un beso mas intenso.

Lapis tomo de la cintura a peridot uniendola mucho más a ella, mientras el beso se intensificaba, sus lenguas se movian al compás, una con la otra, sus respiraciones estaban siendo cada vez más agitadas.

Lapis comenzó a dar unos pasos para el frente, peridot los seguía y al chocar con el inicio de las escaleras que llevaban a la habitación de peridot, lapis decidió levantarla, provocando que las piernas de peridot la abrazaran por la cintura.

—¿qué haces? —pregunto incrédula peridot.

—tu haz aceptado —dejo caer a peridot en la cama frente a ella —no puedes retractarte —Esta última frace hizo que la rubia se sonrojara hasta las orejas.

—no pensaba arrepentirme —peridot se dejo acariciar por el insasiable deseo que tenía hace años, se dejo besar por el anhelo de tenerla por siempre, era la noche perfecta para ella, miles de emociones que no había sentido antes, estaban floreciendo y quemando por todo su cuerpo.

Y así sucedió, la luna era la unica testigo de lo que sucedia en esa habitación, las miles de estrellas hacian aun más mágica la noche, cada una de ellas representaba el anhelo de aquellas chicas que se undian en su amor de años.

******

Peridot desperto cubierta en una sábana delgada, esta noche no había pasado frío.

Sintió unos brazos cubriéndola, unos distintos. Giro para quedar frente a frente con la chica que se encontraba dormida, la veía con gran ternura y la acaricio un poco, su cabello azul resplandecía con la luz como en los sueños y recuerdos que surgían como agua en su día a día.

—¿podremos quedarnos así? —susurro peridot viendola.

Los ojos azules y brillantes de lapis se abrieron lentamente, tomo la mano de peridot que se encontraba en su rostro y le dio un tierno beso en ella.

—si tú me lo permitieras, podriamos estar así todos los días —sonrió un poco.

En ese momento, se escucho como tocaban la puerta.

—¿quién me interrumpe en este momento? —seguian tocando la puerta, ambas se vistieron lo más rapido que pudieron y peridot bajo a abrir.

Chica Celeste Pt2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora