Una carretera, varías montañas se veian a lo lejos, todo al rededor eran pinos y el aroma fresco que emanaba de ellos, había un poco de neblina que se lograba ver a través de los cristales del auto, se lograba sentir un poco del frío que entraba por las ventanas, pero no había nada que pudiera interferir entre la inmensa felicidad que se lograba sentir por la pareja que realizaba el viaje, al menos... por ahora.
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Esa noche lograron escapar la feliz pareja a tiempo, una ignorante de lo que pasaba y otra con toda la carga encima por saber las consecuencias que tendría cada uno de sus actos, Por otra parte, un chico se encontraba tirado en el suelo de un elegante apartamento, no había respuesta alguna de que despertará... Se encontraba solo, frío, con solo sangre a su alrededor y marcas de lágrimas en su rostro, pero con una gran sonrisa.
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—y... ¿a donde iremos lapis? —la pequeña estaba curiosa del lugar al que iría con su persona especial.
—primero iremos a ver a un amigo de matth, y luego~ nos iremos de vacaciones por una temporada indefinida — tomo las pequeñas mejillas de la rubia y dio un leve pellizco —claro, regresaremos para poder arreglar todo y poder viajar juntas, ¿qué dices?.
Peridot lo pensó por un corto tiempo antes de contestar —bueno, pero con una condición.
—dime, ¿cual será tu petición pequeña?~— dijo lapis con un poco de picardía y juego.
—que me digas, ¿por qué salimos con tanta prisa y tomamos cualquier autobús que encontramos? ¿algún problema con matth?.
Efectivamente, peridot ya sabía que algo andaba mal en cuanto vió a lapis correr hasta la puerta de su casa, solo no quiso preguntar y seguir la corriente hasta tener el momento indicado para cuestionarla.
—¿así que lo sabias? ¿tan desesperada me veía?.
—solo se veía rara tu forma de actuar —dió un suspiro —eres libre de contarme, si no lo quieres así, hagamos como si núnca tuvimos esta conversación.
Lapis dió un gran suspiro y le conto todo, pasaron un largo tiempo contando sobre las circunstancias en las que se encontraba en ese momento. Peridot la comprendía, no dijo absolutamente nada y siguieron su camino.
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Llegaron a una cabaña abandonada entre un bosque, se veía vieja y empolvada, el moho parecía empezar a comerse la madera, en cierto punto era... Aterradora. Se lograba ver una silueta a través de la ventana empolvada y estrellada.
—o-oye lapis, cre-creo que hay alguien dentro —peridot era algo miedosa y con las pintas que se cargaba la cabaña, era peor.
—eso quiere decir que estamos en el lugar indicado —sin pensarlo dos veces, lapis entro en la cabaña, esta rechinaba con cada paso —hola, ¿conoces a matth? —pregunto lapis a la persona que estaba parada en la parte mas oscura de la cabaña, esto le permitía que no lo reconocieran.
—¿eres lapis? ¿lapis lazuli?—era una voz masculina, y se logro ver como se enderezaba, lo hacia ver mas alto.
—si, matthew me ha dicho que venga a este lugar y que una persona estaría aquí para darme algo —lapis comenzaba a sentirse nerviosa, no sabía nada sobre el sujeto en las sombras.
—¿donde esta? —cuestionó el sujeto misterioso.
—no lo se, no se ha comunicado conmigo —lapis sintió escalofríos en su cuerpo.
—aahh~ lo tendré que buscar por mi cuenta —el chico lanzo una bolsa negra en los pies de lapis —tómala y vete, recuerda... Esta conversación, este encuentro y lo que te di nunca existió, ¿entendido?.
—s-si —contesto la pequeña rubia asustadiza que se encontraba detrás de lapis.
—pueden irse primero, yo me iré después —el chico se quedo parado, oculto entre las sombras.
—vamos —susurró lapis a la pequeña tras de ella y tomo muy suave su mano.
Ambas se dirigieron al coche Renault Logan color negro, sucio de las llantas por el lodo que se encontraba en el camino, el cual ahora había dejado el rastro de la rodada del mismo.
—es hora de irnos.
Ambas chicas subieron al auto, mientras la chica celeste encendía el mismo, la pequeña rubia sacaba las cosas de la bolsa de tela negra.
La bolsa contenía una tarjeta de crédito completamente fuera del registro de cualquiera de los padres, tanto de matth como de lapis, había un par de pasaportes, dinero en efectivo y unas llaves de una casa que tenían una pequeña nota pegada, "este lugar será perfecto temporalmente", era el mensaje que contenía el pequeño papel cuya letra era desconocida, al parecer, podría ser del chico misterioso, también contenía un teléfono móvil con un número en el.
Cerraron la bolsa y peridot giro su rostro para ver a lapis con esa mirada verde pero llena de preocupación.
—oye lapis... ¿como estará el? —peridot había tenido un mal presentimiento —ese chico de antes... Supongo que era su amigo, ¿no crees que es raro que no sepa nada de el?.
—esperemos que no... — lapis le dio la vuelta al auto esquivando los grandes pinos que se encontraban tras de ella —el nos contactará, esperemos que lo haga.
Lapis no quería mostrarse angustiada, el le había dado todo el apoyo y ahora se sentía culpable por haberlo abandonado a su suerte, pero no podía hacer que se preocupara aun más la chica rubia que la acompañaba.
—¡bien! —lapis intento calmar la tensión que se había formado —ya que nos queda un viaje un poco largo~, ¿por que no pones un poco de música?.
No se veían los animos de Peridot pero sabía que lapis lo intentaba y ella también lo haría.
—¿qué debería poner? —sonrió un poco, claro, solo por la agradable intensión de Lapis al querer alegrarla.
—dejaré que escojas tú —sonrió un poco.
—mmm... —peridot saco un Apple Ipod classic y lo enchufo al auxiliar de su estéreo y comenzó a sonar "distant shore".
Así continuó su viaje en carretera, todo iba bien hasta que una Chevrolet Tahoe negra se interpuso en su camino, provocando que Lapis diera un giro brusco al volante y se impactarán contra las vayas de contención de la carretera y ambas chicas quedarán inconscientes...
¿Que esto no puede empeorar?
—si puede—
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HEY HEY! Perdón la demora! Espero lo disfruten mucho.
