El delator

161 20 5
                                        

Después de 1 semana de maltrato, Peridot aun seguía en pie, aun si el optimismo había bajado, la esperanza de salir de ese lugar seguía persistiendo dentro de ella y no se dejaba llevar por la idea de haber perdido a lapis, se quería aferrar a la idea de poder verla de nuevo.

Cada que pasaban los recuerdos de esa chica celeste por su cabeza, no podía evitar llorar, no solo de tristeza, si no, de impotencia. Peridot siempre pensó que pudo haber hecho más para que no las atraparán, pero... ¿qué podría haber hecho ella?.

De la nada, entre sus pensamientos, comenzaron a escucharse pasos, se acercaban cada vez más por el pasillo, no se escuchaban tan escandalosos como su verdugo blanco, se escuchaban más tenues.

Alguien entro a la habitación, no dijo nada, solo se quedo parado al cerrar la puerta, solo observando a las dos personas que se encontraban ahí, viendo los moretones de su cuerpo y rostro, la sangre que sobresalía de sus labios. Peridot tenía rastros de sangre en las muñecas, muestra de las veces que intento zafarse de la cuerda.

La persona que había entrado, quedo horrorizado por ver a Matth de esa forma, nunca quiso que pasara eso, pero... ¿el como podría saber lo que pasaba?, Matth nunca le dijo nada al respecto, no quiso contarle todo lo que estaba pasando.

–pero... ¿qué te han hecho? -se escucho la voz de este chico y enseguida, sus pasos se acercaban a Matth – perdón por esto.

Matth logró reconocer la voz a pesar del estado en el que de encontraba.

–¿Steven?– dijo Matth con una voz ronca– Steven... Sácanos de aquí, por favor– suplicaba entre sollozos.

–no tenía idea de esto... ¡yo no quería esto! – steven le gritaba a las personas que vigilaban desde la puerta, los cuales solo se limitaban a observar.

Steven no era el unico que se encontraba ahí, detrás de el, se comenzaron a escuchar los tacones de la sádica White Diamond, ese sonido se intensificaba con el eco de la habitación, lo que optimizaba su miedo.

–oh pequeño, ¿realmente pensabas que estabas ayudando a tu amigo? –lo veía con una mirada fría y una sonrisa de fascinación –tu lo provocaste cariño –toma la cara de steven con una de sus manos y la estruja– si tan solo hubieras cerrado la boca, esto no hubiera pasado.

–¡YO NO...

–cierra la maldita boca– white golpea la cara de steven con una fusta que traía en sus manos –¿que derecho tienes tú para alzarme la voz?, solo eres un gusano más en este lugar.

El golpe había sido tan fuerte, que la mejilla de Steven comenzó a sangrar, su piel enrojecida comenzó a ponerse morada al pasar el tiempo.

–recuerda que soy la que manda aquí.

Al terminar tal frase, había una cuerda pasando frente a su cara, para así, posicionarse en su delgado y blanquecino cuello.

–cierra la boca maldita perra– se escucho una voz tras de ella.

Lapis sujetaba la cuerda que rodeaba el cuello de With y tiraba de ella con tal fuerza, que ni la estatura podía ayudarla a librarse.
El rostro blanco de White comenzó a tomar un tono rojizo y se le saltaba una vena de la frente por la cantidad de sangre, de poco a poco comenzó a ponerse de un tono azul y morado, hasta que se asfixió por completo.

Lapis se veía desaliñada, sus ropas sucias y rotas, cabello revuelto, y con moretones en su cuerpo, pero aun en ese estado, ella seguía adelante.

–ahora sabes lo que de siente.

••••••••••••

Este capítulo es bastante corto, pero es por que ya va a terminar este fanfic, que por cierto, perdón por la demora xD
Espero lo disfruten los que aun esperan las actualizaciones de esta historia.

No olviden ayudarme con su like,  esto me motivará a subir más contenido xD

Chica Celeste Pt2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora