El frio entre dos almas.

En pedazos.

Este capítulo contiene una escena de violación, en esta historia la felicidad de personas inocentes y buenas se ve opacada muchas veces por acciones de terceros, superarlas es el objetivo acabar con los malos entendidos, extinguir la culpa, aceptar el amor.

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Los latidos del corazón del frágil omega aumentaban, y aunque sentía un gran deseo de empujar al fuerte alfa que tenía encima de él, mordiéndole el cuello y apretando cada parte de su delgada figura en donde los duros roses dejaban marcas rojas que más tarde seguramente serian moretones.

El alfa con toda su mente nublada deseaba satisfacerse, deseaba poseerlo, las sensaciones por aquel omega, en todo el tiempo la lujuria desbordante solo aumentaba observar aquella figura desnuda e indefensa lo hacía cada vez más salvaje, mientras el omega solo podía temblar bajo el aquel fornido cuerpo... el alfa había bajado a la parte más íntima la entrada redonda y rosada de aquel omega que estaba empezando a lubricarse por sí sola.

El calor era tan abrumante hasta el punto de querer ahogarle, él descontrolado alfa quien estaba probando con su caliente boca aquel pequeño agujero claramente allí aún no había entrado nada más grande que un dedo.

El omega al sentir como una húmeda lengua lo tocaba en tal lugar se sentía muy mal pues con solo un pequeño rose estremecía cada una de sus células e involuntariamente liberaba cada vez más feromonas.

Tales feromonas era lo más peligroso que podían ser en este momento pues con eso el jade perdió hasta la más mínima cordura tomo el pequeño cuerpo y volteándolo rápidamente subió al cuello de la omega y con sus filosos colmillos lo había mordido profundamente pero aún no lo soltaba mientras lo sujetaba con sus dientes furiosamente había penetrado todo su enorme miembro en la estrechez del menor.

El omega solo pudo soltar un fuerte quejido pues el dolor en su cuello y el invasor en su parte baja que empezaba a moverse fuertemente y a gran rapidez hacia que corrientes eléctricas invadieran todo su cuerpo.

El alfa por fin le había soltado del cuello y la gran herida sangraba un poco, después de un buen rato de que el omega estuviese siendo penetrado sintió una enorme quemazón en su vientre el alfa se había corrido dentro y seguidamente un gran bulto crecía en su interior provocándole un terrible sufrimiento al menor.

Un pequeño cuerpo retorciéndose, queriendo zafarse mientras era fuertemente sostenido de las caderas por el alfa, poco a poco el efecto adormecedor del cuerpo de Wei fue misteriosamente disminuyendo la potencia, al igual que el bulto en su interior parecía que se disolvía, en ese instante el menor empezaba a reaccionar rápidamente empujo al jade tratando de escapar, pero fallo en el intento.

En el momento en que fue atrapado nuevamente sintió el dolor en su cuello pues nuevamente fue mordido, estaba siendo forzado cruelmente sentía un miedo enorme y por más que rogaba _por favor detente_ en realidad era como si nadie lo escuchara por que así era el alfa era solo instinto.

En un grito ahogado al fin un rio de lágrimas brotaba del desesperado rostro del menor las contracciones involuntarias y los espasmos, su cuerpo reaccionaba al alfa sentía placer, pero su mente se hundía en la oscuridad.

Mientras era tomado una y otra vez anudaban una y otra vez también, en la mente de él omega se encontraba el pensamiento apenas hace no más de un día había estado escapando de los que pretendían capturarle para que su líder pudiese matarlo y ahora que había pensado que había logrado liberarse de ellos estaba en esa terrible situación, sucedía que perdió a seres muy queridos y ahora era odiado por los que quedaban y luego se había topado con la persona más cruel del mundo pero por lo menos salvo a esa muchacha del terrible destino que le esperaba, al parecer ese alfa si era el peor de todos... tal como decían.