Amistad entre dos escuelas

Capítulo 16: El refugio de un magizóologo

-¿A dónde vamos?- pregunto Tina cuando pasaron por detrás de unos pasillos, la verdad estaba muy sorprendida del comportamiento y actitud que tomó Newt.

Newt no respondió, tenía su adrenalina al cien, estaba nervioso, ansioso, preocupado, feliz y temeroso de lo que estaba a punto de enseñarle a Tina. Doblaron el ultimo corredor hacia la entrada de una torre, era una parte muy alejada de los salones; ahí Newt se detuvo, esta vez verifico que nadie estuviera cerca.

-Recuerdas cuando me preguntaste en el recorrido que te di por primera vez si había más lugares- dijo Newt –Bueno pues hay un lugar en especial que ningún profesor conoce- Newt se acercó a Tina y mirándola a los ojos le dijo sin titubear –Eres a la primera persona que voy a mostrar esto, pero por favor prométeme que; uno no vas a entrar en pánico, dos no se lo vas a decir a nadie y tres...prométeme... prométeme que... que no te vas a burla, por favor Tina tal vez este exagerando pero este lugar es muy importante para mí, es... es como mi segundo hogar por así decirlo.

Tina de verdad que estaba muy sorprendida pero ahora tenía un poco de miedo, sabía que Newt no le mostraría ningún lugar peligroso pero por la descripción que le dio si la puso a pensar, aun así la curiosidad por saber cuál era el secreto de Newt Scamander le ganaba a su miedo

-Te prometo que no entrare en pánico, no le diré a nadie, pero sobre todo que no me burlare- Y diciendo esto con mucho cuidado Newt comenzó a subir las escaleras de la torre; llegando a lo que parecía la segunda planta Tina noto que esa torre no tenia en si salida pero Newt la guio hacia la derecha donde estaba un pasillo un tanto largo y una ventana, ahí se detuvo.

-Bienvenida a mi refugio- dijo Newt mostrándole sus animales, los cuales algunos al oírlo comenzaron a emitir sonidos, Newt se acercó a ver a cada uno –Tranquilos, tranquilos, aquí estoy, y vine con una amiga. Acércate Tina, no te harán daño-Lentamente Tina se acercó dónde estaba Newt. No había dicho ni una sola palabra, tal pareciera que estaba en un tipo trance de tan sorprendida que estaba; se acercó donde Newt tenía en sus brazos algo parecido a una lagartija, pero justo cuando Newt la acerco a la luz de la ventana Tina noto que eso era diferente a una lagartija, tenía un bello color azul cielo y puntitos morados –Es-es-es una s-s-s-sss-ss

-Salamandra- termino la oración Tina –Las conozco gracias a mi papá, solo que me sorprende que esta la puedas tocar sin que te queme.

-Bu-bu-bueno es-es-está la encontré hace unos días en la chimenea de la sala de entrenamientos... pienso que alguna de las que tiene el profesor Slughorn en su despacho pudo haber escapado pero igual se me hizo muy extraño que siguiera viva- Newt tomo algo de un frasco, un tipo polvo café que se lo puso en la cabeza de la salamandra –Des-des-descubrí que con la canela pueden estar un tiempo fuera del fuego... ¿Qu-qu-qui-quieres tomarla?

Tina sin pensarlo tomo a la salamandra de las manos de Newt, esta al principio se resistió pero poco a poco la salamandra paso de las manos de Newt a las de Tina; ella soltó una risa de alegría cuando la tenía en sus manos; Newt estaba más relajado porque eso significaba que Tina estaba tranquila sobre su escondite.

-Acércate... t-t-t-te mu-mu-mues-muestro a los d-d-de-demás- y así Newt fue criatura por criatura, explicándole a Tina que especie era, como las había rescatado y que cuidados les daba, también les decía sus nombres; Tina prestaba mucha atención a lo que Newt le explicaba, tenía preguntas pero no quería interrumpirlo, por alguna razón le gustaba esa forma en que Newt se estaba desenvolviendo con ella, también por primera vez le estaba interesando mucho saber más sobre las criaturas mágicas, aunque ella no las veía como una amenaza no se atrevía a convivir con estas, pero estando en el refugio con Newt y esas criaturas hizo que sus prejuicios y temores se fueran disipando. Cuando Newt estaba a punto de mostrarle el lagarto que tenía en la tipo pecera le pidió que dejara a la salamandra en las rocas que había a la izquierda, Tina lo obedeció, no quería decepcionarlo otra vez; cuando regreso se asustó un poco al ver el tamaño del lagarto que Newt estaba sosteniendo, nunca había visto un animal así y no había leído en los libros de su padre algo parecido.