ENAMORADO DE MI MEJOR AMIGO

PARTE 20 MI CORAZÓN SE DERRITE CADA VEZ QUE ME SONRÍES.

Pov Jae

Y si te digo que estar contigo me enloquece. ¿Enloquecerías conmigo?

¿Qué me diste para hacerme quererte tanto? No dejes de hacerlo... nunca, por favor.

No hay relaciones perfectas, puede que lo parezca, pero sólo es una ilusión, pero preferimos pensar que lo es para evitar todo aquello que atormenta la relación "perfecta".

Somos seres imperfectos, buscando lo perfecto, pero no nos damos cuenta de que la perfección no existe. Que amar es aceptar a la persona que está a tu lado con todas sus virtudes y defectos. Amar es entregar tu corazón y correr el riesgo de que te destrocen... Yo elegí darle mi corazón a Yunho y aunque sufrí tanto en el camino hasta que él correspondiera, creo que valió la pena. No diré fue fácil porque llore tanto. No diré que todo fue felicidad, pero tampoco diré que todo fue tristeza. Solo diré que ame con todo mi corazón y el universo, el destino o alguna fuerza ahí arriba me devolvió lo que tanto había deseado.

Yunho...

Nuestros labios se encontraron, y fue algo más que un beso. Yunho succionó mi labio inferior y yo solo pude más que corresponder, cambiando el ángulo de mi cabeza para pasar de besos suaves y apacibles a besos profundos y feroces, antes de romper el beso.

Gemí y deslice mis manos bajo la camisa de Yunho, despojándola de un solo movimiento. Me separe del beso para posar mis ojos en su firme abdomen. Hice un suave recorrido de besos desde su cuello hasta su abdomen. Yunho aprovechó la oportunidad para meter su mano debajo de mi camisa y quitar la prenda molesta, sentí un estremecimiento mientras sentía la calidez de su mano en mi espalda haciendo un recorrido por mi abdomen hasta mi cintura.

— ¿Quieres que pare? —hablo Yunho contra mis labios.

Negué suavemente mientras volvía a unir nuestros labios. Disfrute de la sensación de las manos de Yunho por mi cuerpo, de cómo su cuerpo encajaba perfectamente con el mío. De que no era para nada incómodo, todo parecía tan natural con Yunho y perfecto.

Yunho cambio de posiciones dejándome debajo de él, paso sus labios por mi piel sensible y por mi mandíbula antes de conectarse con mis labios. Coloque mis manos en su cabello, retorciendo su cabello castaño entre mis dedos. Las manos de Yunho seguían subiendo y bajando por mis muslos, provocándome, atormentándome y llevándome al límite.

Un gemido se escapó de mis labios y Yunho conecto nuestras miradas. Había muchos lados de Yunho. Estaba el lado exuberante, estaba el lado frio y sarcástico. Estaba el lado celoso, estaba el lado dulce y amable. Pero justo en este momento podía ver cómo era un profesional en el arte de seducirme. Conocía las formas correctas de tocar y besar. Nunca me considere alguien sumiso, pero el de alguna manera podía obligarme a ceder con facilidad. Me encontraba tan excitado que mi mente estaba en blanco.

— ¿Quieres parar? — presiono su frente contra la mía. Compartimos nuestro aliento y sentía una calidad sensación de unidad entre nosotros.

—No. —dije. ¿Estoy listo?

Yunho rió entre dientes, sus manos se movieron a mis caderas y luego a lo largo de los costados de mi torso hasta llegar hasta mi hombro, a mi cuello, y finalmente a mis mejillas. Su toque era suave, como si estuviera tocando algo frágil o tuviera miedo de hacerme daño.

—Te va a doler. —dijo rosando nuestros labios.

—No me importa. —dije. Sé que tú no vas hacerme daño. —deslice mi mano por su espalda presionándonos. —No puedes dejarme así.