Nervios. Eso es lo que sentía: nervios. Y de los importantes. Con Nick nos paramos al final de la larga fila que espera a que abran las puertas.
-Su último horario de conexión fue hace una hora. -le digo a mi mejor amiga.
-Debe tener cosas más importantes que hacer. -me responde. -Dudo que con lo ocupado que está tenga tiempo para pasarsela en Whatsapp. -la miro enarcando una ceja. Vaya amiga. -Lo siento. Estoy igual de nerviosa que tú.
-Está bien. -respondo neutra.
-¿No estás nerviosa? ¡Por Dios! ¡Vas a conocer al amor de tu vida!
-Pero--
-No, no. Estás nerviosa. Yo lo sé.
-Agh, como quieras. -odio cuando se pone así. Es demasiado bipolar cuando está nerviosa.
Reviso nuevamente mi celular cuando las puertas se abren. "últ. vez hoy a las 20:37". Miro la hora: 20:42. ¡Genial! Podría haber aprovechado la oportunidad de hablarle hace cinco minutos, pero no, idiota como siempre, me distraje hablando con Nick.
La fila avanza. Se escuchan los gritos de las fans que están primeras en la fila. Mi respiración se agita. Estoy nerviosa. Tengo miedo.
Miro a mi amiga. Sus ojos están nublados, al igual que los míos.
-Ellos están ahí. -susurra con la voz quebrada.
-Y en un momento nosotras también. -respondo inhalando despacio. No permitiría que me de un ataque de asma. No aquí. No ahora. No con ellos cerca.
-Veré a Liam. Lo abrazaré. Le hablaré. Me mirará. Me abrazará. Me hablará. -comienza a hiperventilar. La calmo. Tampoco permitiria que le de un ataque de nervios a ella.
-Tranquila. Respira. -le digo sobándole la espalda e inhalando y exhalando despacio, haciendo que ella me imite. Lo hace y se calma.
-¿Cómo es que no te pones así? ¿Cómo logras mantener la calma? Está bien, entiendo que le-- -tapo rápidamente su boca.
-No. No lo digas aquí. Y menos en voz alta.
-Lo siento.
La fila vuelve a avanzar. Los nervios me carcomen. Me estoy esforzando demasiado por no terminar como Nick.
La fila avanza. Llegamos a la puerta semi abierta. Se oyen sus voces. Estoy a punto de morir. Miro a mi derecha. Paul nos pide nuestras entradas. Se las mostramos. Asiente con la cabeza y nos deja pasar.
Nos sorprendemos al ver que la fila sigue aún adentro.
Miro a mi alrededor, buscando el lugar de donde provienen las voces. Allí veo a Zayn y a Louis. Aguanto la respiración durante un segundo y luego golpeo a mi amiga para que mire en la misma dirección que yo.
Nick suelta un grito ahogado, pero yo le tapo la boca. Odio que grite.
-¡Calla! -le digo con lágrimas en los ojos. Están a diez metros de nosotras, y en serio estoy por morir. Pero me tengo que calmar. Todo sea por ellos. -Liam creerá que estás loca.
-Tienes razón, lo siento. -se disculpa. Los vuelve a mirar. Sonríe mostrando sus dientes mientras suelta unas pequeñas lágrimas se deslizan por sus mejillas. -Pero, ¡vamos! ¡Son el negro y Lucho! ¿Cómo no gritar? -sonrío y niego con la cabeza.
Se forma un nudo en mi estómago. La fila vuelve a avanzar. Oigo su voz. Sonrío. Reviso mi celular. "últ. vez hoy a las 20:37"
Debe estar demasiado ocupado. Ya creo que debe estar ocupado.
La fila avanza. Distingo los largos cabellos rulosos de Harry y los musculosos brazos de Liam. Nick se paraliza. Comienza a hiperventilar y yo la calmo. Está bien, la entiendo. Eso me ha pasado a mí también. No siempre ves a tu amor platónico hiper mega famoso en persona.
Estamos segundas en la fila. Mi corazón se para cuando veo que las chicas que están adelante comienzan a avanzar hacia ellos. Debemos avanzar. No quiero avanzar. Tengo miedo. Nick avanza, con una sonrisa más grande de lo normal. No. No quiero. No puedo.
El aire me empieza a faltar. Me siento mareada.
No, no es nada. Yo puedo.
Doy un paso. Su voz se escucha cada vez mejor. Y termino por dar el segundo paso. Y lo veo. Su cabello rubio arreglado hacia arriba, como siempre, sus ojos azules, grandes y brillantes, pequeños ahora, porque esta sonriendo. Sus perfectos y blancos dientes alineados. Su torso cubierto con una remera blanca. Sus jeans favoritos y unas zapatillas DC.
Sonrío.
Desvío la mirada pero luego vuelvo a mirarlo.
El me mira. Me mira a los ojos. Siento como el calor sube a mis mejillas. El desvía su mirada para llevarla hacia sus manos. Teclea algo en su celular y lo guarda en su bolsillo trasero. Vuelve a darme una rápida mirada, para luego seguir con lo suyo.
Mi teléfono suena, avisándome que un mensaje había llegado.
Mi corazón late demasiado rápido.
Tomo mi teléfono con manos temblorosas y lo desbloqueo.
Tenía un Whatsapp:
"Te veo." -20:53.
Miro su último estado de conexión: 20:53. Miro la hora: 20:53.
Sonrío.