-Despierta. -Nick chasqueó los dedos delante mío. -Has estado así de tildada durante toda la clase.
-Lo siento. -sonreí. -Estuve... pensando.
-¿Se puede saber en qué? -pregunta la rubia.
-He recibido un par de mensajes de... alguien. -respondo con una enorme sonrisa. Esos mensajes me sacaron demasiadas sonrisas en su momento.
-Y ese alguien es...
-Alguien. No lo sé. No aún. -respondo insegura de lo que pueda decirme mi amiga al respecto. A mi sorpresa, no le da importancia al tema.
-Como quieras. -dice, y se levanta de su asiento para salir por fin de la escuela. Le sigo el paso. -¿Te llevo? -pregunta sacando las llaves de su auto.
Miro hacia atrás. Veo como un castaño de unos hermosos ojos azules con gafas viene corriendo hacia nosotras con libros entre sus brazos, siendo perseguido por Jason. Ruedo los ojos. Miro a Nick y niego con la cabeza.
-Austin me llevará.
-¿Que yo qué? -llega el castaño a nuestro lado y se da vuelta para sacarle la lengua a Jason. Él no se atrevería a tocarlo con Nick cerca. Menos conmigo. Jason hace una mueca y se va. Nosotras reímos. Pobre Austin.
Todos lo molestan por ser "nerd". Él no es nerd. El hecho de que use gafas, que le quedan demasiado bien, y que tenga buenas notas en la escuela no lo hace nerd. No lo es. Ningún Trainor es nerd.
-Lo que has oido, primito. -respondo sonriendo. -Tú me llevas a casa hoy.
-¿Pero por qué? -pregunta haciendo una mueca. Nick ríe. -No quiero soportarte a tí y a tu musiquita.
-Por favooooor. -suplico, abrazándolo. Austin no se resiste a mis abrazos. -No pondré música. Lo juro. -hice puchero. Austin sonrió y yo besé su mejilla. -Eres el mejor primo del mundo.
-Lo sabía.
-A ver si controlamos un poco el ego... -dijo Nick tratando de no reir.
-Nah. -responde Austin, y nos abraza a las dos por los hombros, para salir de la institución.
***
Me despedí de Nick y me dirigí al auto de mi primo. Cuando entré, el ya se había subido, y me estaba esperando a mí. Cerré la puerta, le sonreí y él arrancó el auto.
Mientras conducía, yo, en vez de escuchar música como otras veces, me concentré en él. Mi primo era simplemente perfecto. Su piel blanca y sus ojos color azul eléctrico, sus labios rojos y finos y su nariz respingada, la forma de su cara, sus mejillas, sus pómulos y sus pestañas... era muy bonito. Y sus gafas... lo hacian más perfecto. Pero creo que su perfección va mas allá de eso.
Desde que mis tíos fallecieron el vive con nosotros. Siempre hemos sido muy unidos, debido a que solo hay un año de diferencia entre nosotros, pero cuándo el vino a vivir con nosotros todo fue diferente. Nuestra "unión de primos" pasó a ser "unión de hermanos".
Recuerdo que yo lo acompañé mucho en su peor época. Lo ayudaba con todos sus problemas y necesidades, y el simplemente me lo agradecía con cariño, que era precisamente lo que necesitaba. El cariño y apoyo de un hermano mayor, que no estaba ahí para mí. Austin me lo dió. Porque me ama, como yo a él. Y sé que si algún día Jack, mi hermano mayor, vuelve, no será lo mismo, porque el no estuvo ahí para mí cuando lo necesité, cosa que Austin si hizo.
Y es por eso que es perfecto. Su bondad, su belleza, su inteligencia... todo eso lo hace perfecto.
-Llegamos. -pronunció Austin. Sonreí, le agradecí y me bajé. -Volveré a las 5. Te quiero, adiós.
