¿Qué demonios?
Me acerqué lentamente a ellos, escondiéndome detrás de los árboles para que no me vieran.
-¿Y si se entera?
-Tranquila, no lo hará. -respondió Austin.
-Tal vez se enfade.
-Dudo que lo haga. Se supone que ella quiere que seamos felices. -dijo mi primo.
-Pero tal vez no le guste que le ocultemos lo nuestro.
-No lo hará. Créeme, Nick. -dijo Austin tomándola de la cara y besándola.
Impactada, salí lentamente de donde estaba -osea, detrás de un gran árbol- y los miré, mientras se separaban.
Pisé una rama, provocando que esta se quebrara y que mi primo y mi mejor amiga giraran sus cabezas hacia mí.
Pasaba mi vista de Austin a Nick, y de Nick a él.
-Aud, nosotros... -comenzó Austin.
-Estan juntos. -le corté. Asintieron con culpa. -¿Por qué no me dijeron?
-Temíamos que te enfadaras. -dijo Nick, bajando la cabeza con culpa.
-¿Te enfadaste? -preguntó Austin.
Sí.
-No.
Retrocedí lentamente hasta que me giré definitivamente y emprendí el regreso a casa.
Metí las manos en los bolsillos, de repente comenzó a hacer más frío.
Me frené en seco al recordar el pedido de mamá, me giré y le dije a mi primo:
-Vuelve a casa cuando termines. Mamá y papá nos quieren decir algo.
***
-¡Por fin llegas, hija! -dijo papá apenas entré. -Ya no aguantamos a darles la sorpresa. ¿Has visto a Austin?
-Sí. Estaba... con una chica. Mejor esperemos a que vuelva. -dije dirigiéndome a las escaleras.
Una vez en mi habitación me quité mi abrigo y lo dejé en la silla del escritorio. Puse mi teléfono a cargar y de paso lo encendí.
Noté que hacía demasiado frío, así que encendí el pequeño calefactor que había en mi habitación.
Me metí en la cama para mantener más el calor. Eran 5:17 pm.
Austin y Nick. Nick y Austin. Austin. Y Nick. Juntos.
Me lo habían estado ocultando. Creyendo que yo me enojaría.
¿Tan mala creen que soy? Yo estaría completamente radiante mientras ellos sean felices.
No me enoja que esten juntos, como acabo de decir, me alegra muchísimo que por fin ambos hayan encontrado a alguien para amar. Me enoja el hecho de que hayan creído que yo era tan egoísta y mala como para que me molestara el hecho de que ellos estén felices.
¿Acaso es posible eso? Mi mejor amiga ha sufrido varias veces por corazones y yo siempre estuve ahí para ella, acompañándola, prometiéndole que algún día alguien llegaría para hacerla feliz, no importa quien sea.
Y con Austin... nunca lo he visto sufrir por amor, nunca he visto que haya tenido una novia, pero siempre lo apoyé en todo. Cuando Jason lo molestaba, cuando mis tios fallecieron... yo sabía que él necesitaba amor paterno, el cual se lo dieron mis padres y el apoyo de parte de hermanos, amigos... yo se lo dí. Y tambien amor. Con cada detalle le demuestro cuánto lo aprecio como buen primo que es.