-La cara de Edna fue lo mejor del mundo -reía Austin.
-¡Si! ¿Y cuando se cayó Lorna? ¡Eso fue épico! -exclamé yo. Estabamos totalmente tentados de risa. Mi teléfono suena. Ilusionada, lo miro. Era Jason. Mejor le respondo después.
-Niña, ¿podrías decirme que te pasa con ese tonto teléfono ultimamente? Estás hecha una tonta. -dice mi primo levantando una ceja.
-No me pasa nada. -digo a la defensiva. El asiente, pero la expresión en su cara me dice lo contrario.
-Como quieras. -dice ahora con su típica sonrisa. -Me iré a dormir. -se levanta del pequeño sofá que hay en mi habitación y se dirige a la puerta, pero antes de salir por ella, se gira y me dice: -Oh, por cierto, dile a Jason que deje de perseguirme en la escuela porque sino tú y Nick lo matarán.
-Por supuesto. Duerme bien. -exclamo después de que cerrara mi puerta.
Tomo mi celular y leo el mensaje de Jason.
"Dame el número de Austin." Y claro, ahora me toman por tonta.
"Claro que no, idiota." Respondí. Ví como su nombre se ponía en línea y luego de leer el mensaje comenzaba a escribir.
"Por favor." responde luego de cinco minutos. Río. Es una completa ironía que Jason Moon me esté suplicando.
"No, Jason, jódete. No permitiré que sigas acosando a mi primo. Y darte el número te daría más formas de hacerlo. Adiós." respondo nuevamente, y me deconecto de la aplicación.
Dejo mi teléfono en la mesa de noche que se encuentra al lado de mi cama y apago las luces. Me acuesto y cierro los ojos para dormir, mientras oigo como vibra mi teléfono. Debe ser Jason insistiendo, por lo tanto, no le haré caso.
***
-¡Audrey, llegamos tarde! -exclama Austin desde su habitación. Me incorporo rápidamente y miro la hora en mi despertador. Son las siete y veinticinco. Bien, tengo quince minutos para ducharme, vestirme y desayunar. A correr se ha dicho.
7:32
Listo, ya estoy duchada. Ahora, ¡a vestirse!
7:45
-¡Adiós mamá! -grito yo desde la entrada, corriendo hacia el auto de Austin. -¿Crees que lleguemos? -lepregunté ahora a mi primo, que estaba poniendo el auto en marcha.
-Sólo el tráfico decidirá eso. -contesta, y comienza a manejar.
***
-Lo siento mucho, profesora McKinney. No volverá a suceder. -digo bajando la cabeza, ante la mirada penetrante de la profesora.
-Sólo se le perdonará esta vez, señorita Trainor. Es su primer llegada tarde. -asiento tímidamente. -Vaya a sentarse. -me manda la anciana. Me dirijo a mi asiento, junto a Jason. Pongo los ojos en blanco. Odio que él sea mi compañero en química.
- Pequeña Trainor. -dice con una sonrisa burlona.
-Gran idiota. -digo con la misma sonrisa que él.
-Muy graciosa. -dice el rodando los ojos. Pero rápidamente, su mirada se posa sobre la profesora. -Oye, observa esto.
Miro a la profesora, que está dándole un sorbo a su taza de té. Vuelvo a observar a Jason, que tenía una mirada demasiado traviesa. Él se da cuenta de que lo miro y me dice que siga prestando atención. Continúo observando hasta que la profesora cambia su expresión de una relajada a una alarmada. Se para de su asiento y dificultuosamente camina hasta la puerta del salón. Desde ahí, nos informa.
