Unos tontos enamorados (Melizabeth)

cap 16

Meliodas se dirigía a su antiguo hogar acompañado de su hermano, en todo el camino no dejaba de pensar en Elizabeth en lo que podría estar haciendo o sintiendo por alguien más, esos pensamientos se apoderaron de su mente que no se percató que ya habían llegado.

-Hey Meliodas... Meliodas.... ¡MELIODAS!

-Eh que pasa?

-Ya llegamos ¿oye te encuentras bien?

-ah no es nada ya hay que entrar de una vez.

Entraron a aquella casa la cual era extremadamente grande parecida a una mansión, con varias habitaciones y lleno de lujos.

-Este maldito viejo ya no sabe cómo malgastar el dinero.

Dijo Meliodas con un gesto de disgusto mientras subía a la planta superior en donde se encontraba la oficina de su padre, al momento de abrir la puerta un aroma irritante se apoderó de su nariz.

-Mierda como detesto este olor

-Yo igual pero será rápido.

Se acercaron al escritorio y en la parte de abajo en una esquina estaba la caja fuerte, Meliodas escribió una clave de números logrando abrirla al instante para después sacar todos los papeles.

-Muy bien ya hay que irnos zeldris este olor me da repugnancia.

-si.

Salieron de la casa y rápidamente subieron al carro tomando rumbo a la taberna.

Minutos antes Elizabeth se encontró con Estarossa en el parque para después ir a su casa.

-y si no les agrado a tus papás....

-Claro que lo harás, eres la chica más amistosa que conozco.

-En serio...

-Si... Bueno ya llegamos.

Elizabeth quedó impresionada ya que la casa de Estarossa era muy grande y elegante.

-Que pasa Elizabeth te impresiona?

-No sabía que venías de una gran familia.

-Eso no importa ven vamos.

Elizabeth y Estarossa cruzaron la calle tomados de la mano y a unos metros un carro negro frente de golpe en el se encontraba Meliodas y Zeldris los cuales se dejaron impresionados al verlos juntos. " ¿Que hace Elizabeth con este maldito y a donde mierda van?" Exclamó Meliodas en su mente para después tomar su celular.

Elizabeth y Estarossa entraron a la casa, ella observaba la casa mientras que el cerraba la puerta.

-¿Y tus padres?, ya quiero conocerlos

-mmm creo que no están.

-Pero tu diji...

En ese momento Estarossa la tomo de la cintura, la acerco a el y cuando intento besarla Elizabeth se hizo a un lado.

-¡Estarossa no!... Yo sigo queriendo a Meliodas y te pido que no vuelvas a intentarlo.

Estarossa fundió el ceño, la abofeteo, la tomo bruscamente del brazo y exclamo -¡¡Sabes que Elizabeth estoy harto de ser amable contigo serás mía por las buenas o por las malas!!-

Elizabeth quedo paralizada por un instante cuando de pronto Estarossa la tiró al piso y se coloco enzima de ella, Elizabeth se retorcía intentando zafarse por lo que él la golpeó por segunda ocasión para después romper su blusa, con su mano izquierda le tapó la boca mientras besaba su cuello y pechos, Elizabeth lloraba e intentaba gritar sin éxito alguno.

Meliodas no pensaba quedarse con la duda por lo que decidió marcarle a Diane.

-Bueno?

-Diane soy Meliodas sabes si Elizabeth iba a salir hoy con alguien?

-Meliodas?... Si ¿Por qué quieres saberlo?

-¡Solo dímelo rápido!..

-¡¡Despues de tanto tiempo tan solo me marcas para darme órdenes y por cierto Elizabeth es libre y puede hacer lo que quiera!!

-¡¡Estupida puede estar en peligro!!

-¿¡Que?! Bueno..Me... me dijo que hoy iría a conocer a los padres de su amigo Estarossa eso es todo.

Al escuchar esas palabras Meliodas y Zeldris salieron rápidamente del carro y corrieron a la casa de Estarossa.

-¡¡Meliodas ¿que pasa por qué tanto ruido?!!

-¡¡Este maldito no tiene padres!!

-¿!Que, cómo que no tiene padres?! Meliodas... Me....

Meliodas colgó la llamada y guardo su celular, desesperado tomó una piedra y la lanzó para romper una de las ventanas. Cuando entro quedó paralizado por un instante al ver el rostro de Elizabeth bañado en lágrimas, golpeada y con la ropa destrozada siendo tocada por alguien más.

El rostro de Meliodas se llenó de ira y sin pensar soltó una patada en la cara de Estarossa el cual cayó a un lado, para después subirse en cima de el y golpearlo sin parar una y otra vez mientras exclamaba furioso -"¡¡Cómo te atreves a tocar a mi Elizabeth con tus sucias manos maldito hijo de prra, te matare!!" Hasta el punto de dejarlo inconsciente.

-¡¡Meliodas ya suéltalo lo matarás!!

Exclamó Zeldris pero Meliodas hizo caso omiso, por lo que intento interferir pero tan solo recibió un golpe de parte de Meliodas.

-¡¡Por dios está inconsciente mejor preocupate por Elizabeth!!

Al escuchar estas palabras Meliodas se detuvo y regreso a ver a Elizabeth quien estaba pegada a la pared abrazándose a si misma en shock mirando aquella escena.

Meliodas se levantó y se quitó la camisa mientras caminaba hacia ella para después taparla, tomarla de las mejillas con sus manos manchadas de sangre y con una voz muy dulce dijo:

-Tranquila Elizabeth ya estoy aquí y no dejara que nada ni nadie te vuelva a lastimar.

Elizabeth lo regreso a ver y vio aquella sonrisa la cual hacia latir su corazón fuertemente por lo que su llanto fue mas fuerte y sin pensar lo abrazo a lo que Meliodas correspondió feliz mente.

Zeldris salio de la casa e hizo una llamada.

-Bueno, ¿que pasa Zeldris?.

-Gloxinia necesito tu ayuda, Meliodas lo volvió hacer.

-(Suspiro) Ese hombre no sabe controlar su ira ¿Dónde están?

-Estamos a unas cuantas calles de la casa te mandaré la ubicación.

-Muy bien voy de inmediato para allá llevaré mi equipo de sutura.

-Perfecto te espero.

Zeldris colgó la llamada y regreso con Meliodas el cual tenía a Elizabeth en brazos.

-¿A quien le llamaste?

-Ah Gloxinia, no podemos dejar a Estarossa así.

-ja, por mi que se muera.

-Toma las llaves del carro yo me quedaré a esperarlo

-Esta bien pero no la puedo llevar a la taberna, los clientes pensaran mal.

-Entonces a donde irás

-A mi departamento.

-muy bien mañana temprano paso por el carro y por cierto en la cajuela hay una maleta con ropa de Gelda quiero pensar que le queda.

-Gracias te marcaré luego.

Meliodas subió a Elizabeth a la parte de atrás y comenzó a manejar. Cada momento que podía la regresaba a ver por el retrovisor ella tenía una mirada muerta sin emoción alguna solo mirando el camino.

-¿A donde vamos? este no es el camino para la taberna.

Cap 17: "Tú calidez" 7w7