cap 17 (Tú calidez)

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-¿A donde vamos? este no es el camino para la taberna.

-No te puedo llevar así a la taberna los clientes armaran un alboroto, así que iremos  a donde solía vivir.

-Tenías razón...

-eh?

Elizabeth agacho la mirada y entre lágrimas dijo "soy una estúpida e ilusa que cree que todas las personas son buenas"...

Al escuchar esas palabras Meliodas detuvo el carro, agacho la mira y apretó el volante pues sentía culpa y rabia hacia si mismo.

-No Elizabeth el estúpido soy yo... me deje llevar por la ira que  dije eso sin pensar, no eres una ilusa ni una tonta.... Y por eso te pido perdón.

Desde entonces Elizabeth no volvió hablar en todo el camino. Cuando llegaron Meliodas la tomo en brazos y la llevó cargando asta el departamento el cual era muy elegante con una hermosa vista al mar, ya adentro Meliodas la llevó a la recamara donde la bajo.

-Date una ducha mientras yo traigo la maleta.

Elizabeth no respondió tan solo entro al baño sin más mientras que Meliodas dio un ligero suspiro y salió de la habitación.

Al momento de cerrar la puerta del baño Elizabeth se tiró al suelo y comenzó a llorar en silencio pues no quería que Meliodas la escuchará. En su mente solo rondaba aquel momento que le hizo pasar Estarossa.

Sentía que su cuerpo estaba realmente sucio al solo recordar las manos de Estarossa recorriendo su cuerpo, por lo que se paro e inmediatamente se metió a bañar, tallando fuerte mente su piel una y otra ves queriendo olvidar esa sensación desagradable que le hizo pasar, queriendo retroceder el tiempo y jamás a verlo conocido.

Meliodas entro a la recamara con la maleta en mano mientras escuchaba los ligeros llantos de Elizabeth, su mente  solo pensaba en matar a aquel estúpido que se  atrevió a lastimar a su dulce princesa, salió de la recamara para hacer una llamada pero cuando tocó sus bolsillos  recordó que su celular  lo había  dejo adentro por lo que decidió regresar por el.

Elizabeth salió del baño y al ver la maleta busco que ponerse,  cuando se colocaba las bragas vio como habrían la puerta de golpe, era Meliodas quien al verla se sonrojado, mientras que Elizabeth rápidamente se cubrió con la toalla y comenzó a lanzarle todo lo que tenía a su alrededor "salte maldito pervertido" exclamó mientras lanzaba un libro a Meliodas el cual callo en su cara tirándolo al suelo.

Elizabeth al darse cuenta de que lo lastimó inmediatamente se acerco a verlo.

-¡¡Oh por dios Meliodas estás bien!! Pe.... Perdóname no quise lastimarte.

-ay... si no te...pre....o....

En el rostro de Meliodas se formó una gran sonrisa pervertida mientras miraba los pechos de Elizabeth quien al darse cuenta se tornó totalmente roja.

-No..no...no..me..me mires ha..

En ese momento meliodas tomó su mano y la jalo hacia el para después besarla dulcemente, "me encantas cuando tartamudeas por culpa de los nervios" dijo mientras le  sonreía dulcemente.

Elizabeth se abalanzó sobre el tirándolo al suelo nuevamente y comenzar a besarlo, lo que comenzó con un dulce beso termino en uno apasionado en el cual se tuvieron que separar por falta de aire.

-Elizabeth..

-eh?

-Ya te diste cuenta que solo cargas bragas y que la toalla que cubría tus pechos se calló justo cuando me tiraste.

-¡¡Que!!

Elizabeth se paro de repente e intento taparse cuando de pronto meliodas la recostó en el suelo sujetando sus manos lado a lado de su cabeza la cual estaba totalmente roja.

-Elizabeth te deseo más que a nadie, pero no te obligare hacer algo que no quieras

-meliodas...yo....solo has lo....

Meliodas le dió un beso tierno mientras acariciaba cada rincón de su cuerpo de arriba a bajo. "Elizabeth tu piel es realmente suave" decía mientras bajaba hasta su cuello en donde comenzó a besar y morder  hasta llegar a sus pechos donde comenzó a chupar sus pezones.

-Me.. Meli....odas- decía  con el rostro sonrojado y entre alientos.
Meliodas bajo su mano a la entrepierna de Elizabeth en donde con las yemas de sus dedos  jugueteaba su clítoris provocando que Elizabeth se comenzará a retorcer de placer.

-mmm...ahhh....aahhhmmm.. los gemidos de Elizabeth eran música para meliodas, verla con las mejillas totalmente rojas y con sus labios entreabierto pidiendo a gritos que la besara lo volvía loco.

Meliodas levantó a Elizabeth para recostarla  en la cama   mientras acariciaba suavemente sus piernas  de arriba abajo y lentamente fue bajando su braga para después colocarse entre sus piernas y  comenzar a lamer  sus labios menores.

Elizabeth gemía sin parar, pues Meliodas movía su lengua de una manera en la que  ni ella podía explicar,  era una sensación extraña pero placentera la cual crecía cada vez más hasta el punto de decear a meliodas  dentro de ella.

Elizabeth estaba muy mojada por lo que meliodas sabía que ya era hora, se  levantó y comenzó a desabrochar su pantalón dejando salir su miembro erecto, el cual al verlo elizabeth se sonrojó por completo y cubrió su cara de vergüenza ya que era la primera ves que veía uno.

Meliodas al ver su reacción soltó una pequeña carcajada y quito sus manos de su cara."Tranquila te va a doler pero te va a gustar" dijo con  una voz seductora y una sonrisa de lado.

Tomó su miembro con el cual comenzó hacer ligeros círculos alrededor de su clítoris y vajina provocando que elizabeth se mojara a un más.

-Meliodas...hazlo ya por favor!!.

Meliodas la regreso a ver sorprendido y  con una sonrisa pervertida.

-Elizabeth...así que te mueres por tenerlo dentro 7u7

-Pe...perdón... Solo hazlo...- dijo mientras desviaba la mirada sonrojada.

Meliodas también deseaba estar dentro de ella por lo que entró sin más dando un  liguero gruñido de placer ya que su interior era realmente apretado. Elizabeth gimió con fuerza  mientras se aferraba a las sábanas pues sintió como si algo se hubiera roto dentro de su interior.

Meliodas comenzó a moverse lentamente y poco a poco fue aumentando su velocidad. Aquellos movimientos hacia  rebotar los pechos de Elizabeth de arriba a bajo lo cual era divertido y excitante para el, por lo que tomó uno de sus pechos y comenzó a jugar con el mientras besaba los dulces labios de  Elizabeth apasionadamente quien le costaba corresponder pues no podía parar de gemir.

-mmm... Ahhhhh..mmmm....ahh.....

-Elizabeth...

Meliodas se detuvo para voltear a Elizabeth, la tomo de la cintura y la  alzo un poco dejándola en la típica posición de  perrito, la tomo del cabello y nuevamente comenzó con las embestidas.

Unos minutos después  Meliodas jalo ligeramente del cabello de Elizabeth para alzarla y susurrar en su oído "Elizabeth eres y siempre serás solo  mía" para después comenzar a besar  su espalda mientras que Elizabeth sentía un fuerte calor por todo su cuerpo y ciertas pulsaciones en su entre pierna pues estaba a punto de llegar al clímax, Meliodas se percató de ello por lo que aumente más su velocidad para poder venirse junto a ella.

Elizabeth al sentir tremendas embestidas no pudo más soltando un fuerte gemido mientras sentía como un líquido llenaba su interior y  escurría por sus piernas cayendo desplomada  en la cama, mientras Meliodas acariciaba su espalda y le daba un beso en la frente.

-Meliodas...no me dejes sola...-dijo mientras cerraba lentamente sus ojos asta quedar profundamente dormida.

-No lo haré te lo prometo- dijo mientas la abrasaba.

[Meliodas]

El aroma de Elizabeth era encantador, su piel era tan suave como la seda y la calidez que emanaba era única, nunca antes me había sentí tan a gusto con alguien.

De un momento a otro meliodas quedó completamente dormido abrazando a nuestra querida Elizabeth quien reflejaba una ligera sonrisa en su rostro.

Perdón por tardar tanto  en publicar, mi tiempo libre es escaso  :'v


Unos tontos enamorados (Melizabeth) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora