Crush [FINALIZADA]

49.

Erin.

Caminaba junto con Astrid a mi lado, en cierta forma me sentía un poco cohibida. Como siempre, ella llamaba muuucho la atención, y me sentía feliz por ella... pero era incomodo.

Astrid es una chica castaña, alta, con buenas curvas y sonrisa encantadora. Ella es hermosa, y los chicos del instituto no eran una excepción para poder admirar eso.

Por otro lado estoy yo... con cabello rebelde y como una tablita, sin nada nadita.

Me reí de mi misma imaginando esa frase en un ritmo como el de "rebota".

Una vez logré salir de mis pensamientos, lo vi. Estaba justo allí, con su sonrisa socarrona de siempre. Cuando me miró, solo rió, regresando para hablar con sus amigos.

— es un idiota — dijo Astrid, observándolo con mucho odio.

Sonreí. Comencé a caminar, la verdad ni yo misma sabía que estaba haciendo, pero sentía esa adrenalina recorrer mi cuerpo. Debía hacerlo. Astrid quedó atrás confundida, ella no entendía que era lo que yo quería lograr con eso...

Y vaya estupidez la que estaba por cometer.

— perdón, creo que no entendí tu risa. — sonreí — ¿te ríes del hecho de qué te embarré ese helado en la cara, o de cuando te estampé contra un casillero inmovilizándote? — agarré su mentón, observándolo con superioridad.

Mientras tanto, sus amigos observaban la escena con mucha atención.

— será mejor que te detengas, porque si lo piensas, yo no soy quien saldrá lastimada esta vez. — solté con asco su mentón y le di una leve -pero fuerte- cachetada. No fue lo suficientemente dura como para dejarla roja, pero sí sonó. Y eso sin contar su confusión y asco en su mirada.

Antes de retirarme, grité con una felicidad muy extraña — ¡sé algo que tú no, y eso me deja una ventaja muy grande, Chase!