59.

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Erin.

Lo admito, me dió un mini-infarto cuando leí esa nota. ¿Intentar algo, cuál algo? Ya va, ¿en verdad estoy hablando con el mismo chico que me rechazó y me dijo a la cara que no tenía oportunidades?

Por alguna razón, siento que no.

— ¿qué tal, duendecita?

Él y los apodos.

— estaba mejor antes de que llegaras, árbol gigante.

— si tan grande es el árbol, imagina la rama. — dijo guiñándome un ojo con su característica sonrisa de idiota.

Sonrisa de idiota que podría retorcerle el corazón a cualquiera, y lastimosamente no soy una excepción.

Rodé los ojos ante su comentario, él solo rió por eso.

— oye, ¿qué tal si nos vemos a la salida? — dijo a mis espaldas.

Me detuve en seco.

La última vez que acepté algo así... no fue muy bueno.

— no lo creo, yo...debo cuidar a mi... loro. — dije girándome hacia él.

Estúpidamente patético.

— no será como la próxima vez, lo prometo. — él me observó con unos ojos de cachorrito muy genuinos.

Puse los ojos en blanco y acepté asintiendo la cabeza.

Tal vez cometí la estupidez más grande del mundo, pero aún así quiero ver que sucede.

Sea bueno o malo.

Crush [FINALIZADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora