Capitulo 9

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Me despido de Charles y salgo cuando escucho la bocina de la camioneta de Nate e imagino que es para que William también salga.

Ágatha se baja del auto, me abraza

-¡Gracias, gracias por venir!
¿Porque tanta emoción por que yo valla?
-Porque no se cómo saldrán las cosas con Nate, sentimos que no nos podemos separar pero tengo miedo de lo que estoy sintiendo por el. ¿Y si a la mitad del viaje nos peleamos y todo se arruina? no me gustaría tener que pasar por ese momento incómodo.
-Te entiendo pero es normal que te sientas así, y creo que si llegarán a tener un disgusto lo mejor sería hablarlo y no huir Ágatha.

Claro... como controlas tú todas las situaciones con William.

-Hola chicas - nos dice William detrás de mi espalda que hace que pegue un brinco por el susto al escuchar su voz, lo volteo a ver y tiene una hermosa sonrisa que hace que el calor dentro de mi reviva, siento como mis mejillas cambian de color y solo espero que mi corazón se tranquilice.

-Hola Will, ¿puedes ayudarme a subir la maleta de Rebeca porfavor?

-¿Puedo?-Me dice tendiéndome la mano para que yo le entregue la maleta y al hacerlo nuestras manos se rozan y ahí está esa corriente tan agradable pero esta vez atisbo que él también la ha sentido.

-Gracias William — en este momento podría prender en llamas e iluminar el estado entero. Y tan solo me ha dicho una palabra pero su mirada me transporta a otro mundo.

Ágatha se ha percatado de todo y me dice al oído soltando una pícara risita -Rebeca, creo que le gustas a William —

— No lo creo Ágatha
— ¿No has visto la forma en que te mira? Es muy intenso Rebeca
—Sigo pensando lo mismo no me convences
—Mmm puede que no, pero en esas cosas siempre tengo la razón
—¡Chicas, vamos suban! — nos grita Nate.

Ágatha sube al asiento del copiloto y le da un beso a Nate, William y yo vamos en el asiento trasero cuando subo el ya se encuentra sentado me da una mirada con una sonrisa de lado y a mi no me queda más que darle una de vuelta.

Nate pone a todo volumen la música y arranca y me convenzo una vez más de que no fue mala idea venir a este viaje.

La voz de mi interior me dice "disfruta Rebeca, vive el momento" y eso es lo que propondré hacer.

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Llegamos a la casa de playa ya entrada la noche y debo decir que es una belleza de casa, es antigua y está a la orilla del mar.

Nate aparca la camioneta y salimos de ella, entramos a la casa y nos explica

-Hay tres habitaciones en la casa, 2 para adultos y una de niños — esto último lo dice con una sonrisita. —Ágatha y yo dormiremos en la misma para que ustedes se pongan de acuerdo quien utilizara la de niños, aunque me interesaría ver cómo dormiría Will si se queda en la de niños— Ágatha le pega en el brazo — ¡Auch! Esta bien, esta bien - dice levantando los brazos - Yo se que ustedes sabrán que hacer, así que si nos permiten esta bella señorita y yo iremos a desempacar...

William me voltea a ver y me dice
—Creo que deberíamos de echar un vistazo para decidir

—Aunque no hay mucho que decidir, no creo que duermas bien en una cama para niños— claro que no, acaso no ves el tamaño de este hermoso ser imagina el tamaño de... y ALTO creo que mi voz interna se sobrepasó esta vez y al imaginarlo mi mejillas se tiñen de color.

—¿En que piensas Rebeca? Has cambiado de color...

-Eh... no, no creo que es el cambio de clima, ¿Vamos?

-Después de ti - y me regala una de esas sonrisas torcidas que hace que el calor dentro de mí despierte y caigo en la cuenta que estaremos bajo el mismo techo, pero esta vez sin nadie de nuestras familias. Contrólate Rebeca solo son un par de días, respira. Lo volteo a ver y lo pillo viéndome el trasero!! Mi voz interna me dice que debo prepararme para cualquier cosa que pase este fin de semana

Al verme su rostro se tiñe un poco rojo pero en el momento se recompone y solo voltea a ver a otro lado.

Llegamos a la segunda planta y ahora William va delante mío para mostrarme las habitaciones y no pierdo la oportunidad de echarle una vista a su trasero, su espalda... esa musculosa espalda y esos fuertes brazos que bien me podrían alzar y pegarme en la pared y aprisionarme con ese cuerpo de infarto. ¡Rayos Rebeca! Cómo vuela esa imaginación tuya.

William para y voltea quedamos frente a frente y su mirada se torna intensa

—Rebeca, deja de morderte el labio.
— No sabía que lo estaba haciendo— nuestras miradas una vez más se anclan una con la otra y siento que esta vez es diferente a las demás veces que nos pasa esto.

—La de la izquierda es la de niños y la de la derecha es la de adultos. Ambos nos obligamos a voltear a ver la susodicha habitación de niños y veo el tamaño de la cama y confirmo que William no cabrá ahí.

—Tomare la de niños Will
— Si cambias de parecer podemos compartir esta— dice esto y desaparece en la habitación. Y ya está otra vez con su toma, jala.

Entro y me tiro a la cama y a lo lejos puedo escuchar la risa de Ágatha y sus grititos como si fuera niña pequeña. Y presiento que esta será una larga noche.

Decido tomar una ducha pero solo la habitación de Nate y Ágatha tiene baño propio así que a William y a mi nos toca compartir.

Tomo mi neceser y voy al baño pero al abrir la puerta William se está duchando y la cortina no está corrida.

Tierra trágame y escúpeme en cualquier lado.
William pega un brinco pero al darse cuenta que soy yo no le da pena su desnudez y yo solo me quedo parada con la boca abierta y es inevitable que mis ojos no recorran toda la extensión de su bello cuerpo y valla que extensión....

William me regala una sonrisa lobuna de depredador y me dice
—¿Te apetece compartir la ducha?
Y yo solo logro balbucear
— Bbbb eeeeee emmmmm lo siento— y cierro la puerta del baño y corro por mi vida, que acaba de pasar porque siempre tengo que estar metida en situaciones así.

Corazones incompletosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora