Capitulo 14

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Estoy debajo de la ducha rememorando los recuerdos de ayer y no se porque tarde tanto en responde su pregunta. ¿Acaso a él no le importa que piensen de nosotros ?

La voz en mi interior me pregunta qué tanto me importaba a mi. Y es una pregunta que me deja en el limbo, me encuentro confundida conmigo misma, William me tiene hechizada pero no entiendo el miedo al hacer público esto.

Ya déjalo estar Rebeca, espero que su humor haya mejorado y así poder aclararle lo que en verdad quería decir. Pero en cierta parte no se cómo hacerlo. Y sí quiero hacerlo.

Salgo del baño paso frente a su habitación y está se encuentra cerrada, sigo mi camino hacia mi habitación y cuando voy a entrar giro para ver si ha salido pero no hay nada. 

Afuera se escuchan las olas tranquilas que llegan a la orilla de la playa. Decido ponerme un vestido corto con mi traje de baño abajo, escojo el de dos piezas junto con unas sandalias y un sombrero.

Me he tardado 35 minutos en todo el proceso me veo al espejo y estoy satisfecha con lo que veo.

Bajo al comedor y me sorprende ver qué William está preparando café, pero ni Nate ni Ágatha han aparecido.

Me voltea a ver, me ve directamente a los ojos se ve mas relajado, tiene el cabello húmedo y como siempre me roba el aliento. 

Mis mejillas se tornan rojas, ya que hasta el momento no había asimilado correctamente los últimos sucesos. ¡Rebeca este hombre tuvo un orgasmo en tu boca!
He estado más pendiente de cosas que en este momento creo innecesarias.

-¿Quieres una taza de café? -me pregunta en con voz ronca.
-Si, gracias- veo cómo se mueve por la cocina y al alcanzar una taza los músculos de su espalda se marcan sobre la ropa y más recuerdos vienen a mi mente.
Y debo parar el rumbo que está tomando mis pensamientos.

Me pasa la taza sin dejar de verme a los ojos.
-No te muerdas así- escucho decir con su voz profunda, no sabía que me estaba mordiendo.
-Perdón- y no tengo más que decirle, una vez más me deja sin palabras y todo mi sistema descompuesto.
Me pasa la taza de café, lo pruebo y está delicioso.

-¿Quisieras ir conmigo a caminar por la playa ? -Me dice esto con su taza de café en la mano y toma un poco mientras espera que le de mi respuesta, y no vuelvo a comentar el mismo error, así que lo más rápido le respondo que si.

Mi corazón late muy rápido trato de relajarme y respiro profundo para que no vea mi emoción, que es capaz de de correr una maratón de 50 kilómetros.

Rodea la mesa hasta llegar a mi lado y toma la taza de mis manos y toma una de estas y me dice
-Vamos- y esa única palabra me atrapa en su mirada. En este exacto momento no me importa nada. Lo sigo y salimos por la puerta de la cocina que da a la playa.

Caminamos a la orilla de la playa tomados de las manos. El sonido de las olas rompiendo en la orilla, el viento soplando y el calor del sol de la mañana hacen mágico este momento.

La voz en mi interior me dice que debo explicarle lo de la mañana, ya él te invito a dar el paseo termina tú de arreglar la mañana Rebeca.

Aclaró mi garganta y me preparo, al mismo tiempo el aclara la suya. Y se adelanta a decirme.

-Quiero pedirte una disculpa por mi comportamiento de hoy por la mañana no fue muy maduro. Entiendo que quieras privacidad y estoy dispuesto a que actuemos disimuladamente frente a otros si es lo que quieres.-

Mi boca cae al suelo por lo que acaba de decirme, esta dispuesto a que ocultemos nuestra relación a todos. Me sorprende que quiera arreglar las cosas y buscar la manera para que yo me sienta bien.

-Acepto tus disculpas, pero no me las debes. Soy yo la que te las pide, creo que entre en pánico, pero por la razón que no quiero que te sientas obligado en tener una relación conmigo. Y estoy dispuesta y si tú así lo quieres para que ambos estemos satisfechos con esto que está iniciando-

Me he quedado sin aire, no le he dado tantas vueltas a lo que pienso. En el fondo tengo miedo de tener una relación con él y que no sea como lo pensé. Y que todo está intensidad y mar de sensaciones que me hace sentir se acaben.

Muerdo mi labio inferior y siento como el color llega a mi rostro al decirle esto,
-Anoche, fue única y me ha encantado mucho. No quería que la mañana fuera así. Y la respuesta que tarde en darte es que no me importa si nos ven juntos-

Toma mi rostro en sus manos y se acerca para besarme. Es un beso suave, lento, con mucho sentimiento. Se toma el tiempo y disfruta el momento. Baja sus manos a mi cintura y me pega a su cuerpo, aprovecho para subir mis manos a su cabeza y acariciar su barba.
-Para mi también es la mejor que he tenido, no le cambiaría nada y pequeña Rebeca a mí me importa un comino que piensen los demás. Tengo algo que decirte, no solo tú eres la única que no ha vivido ciertas cosas. Yo también tengo algunas en la que no tengo experiencia. Pero todo a su debido tiempo y seamos solo tu y yo.-

Y me encanta como suena eso, tú y yo.

Le sonrío y lo beso tratando de guardar este momento en mi memoria. Es una pequeña confesión de amor a nuestra manera. Y suelto todas mis preocupaciones y nervios. En este momento no me importa nada, solo él y yo.

Gracias por leer!!!
Abrazos virtuales 🤍

Corazones incompletosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora