Capitulo 8

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He tenido una buena noche y creo que por primera vez no he pensado hasta quedarme dormida en un adonis de cuerpo de infarto.

Hoy tengo planeado ir al pueblo a visitar a Ágatha e ir a visitar a varios distribuidores de aceite los cuales Charles les ha perdido un poco la pista y pienso hacer un nuevo acuerdo con ellos.

El día es perfecto o talvez es porque yo lo veo de otra forma.
Entro a la ducha y canto dejo que el agua renueve mi espíritu y siento que dejo caer un peso que llevaba innecesariamente.

Salgo de la ducha y bailo por todo el cuarto mientras que decido que ponerme le hago un baile privado a mi closet, yde repente escucho que tocan a mi puerta y es Charles.
-Hola buenos días Abuelo- le digo con una sonrisa
-Hola hija al parecer esta mañana estás muy animada
-Si abu, retomare los planes de visitar a los distribuidores del pueblo
-que bien, me cuentas cómo te va para decidir
-Tenlo por seguro abu

Y se va, decido ponerme un vestido de rayas azul marino y unas sandalias ya que el día está bastante cálido.

Llego al pueblo y lo primero que hago es ir a la heladería de Ágatha. Y la veo que está con su ayudante preparando un nuevo sabor de helado. La veo concentrada y no ve hasta que estoy demasiada cerca.

-Hola Rebeca cómo estás- ha cambiado de color y la siento un tanto incómoda

-Hola Ágatha, perdona que no te había llamado pero ayer fue la fiesta de cumpleaños de Benjamín y estuvimos todo el día en eso.

-Eh... no hay problema Rebeca de verdad no te hubieras molestado en venir hasta aquí

Siento como si me estuviera dando largas y no quisiera hablar conmigo
-No es ninguna molestia Ágatha, pero veo que te encuentras atareada. Cuando desees hablar tienes mi número- doy la vuelta y salgo de ahí, no se que le pasa pero le expliqué porque no había podido contactarme con ella

-Rebeca espera!!
La veo que viene corriendo y cuando me alcanza toma aire
-de verdad perdóname, pero pero
-Dilo Ágatha
-Es que me da tanta pena lo de la última noche, no sé cómo fui tan fácil de irme con Nate y no se que piensas tú de mi- el rojo de su rostro ha llegado a ser un rojo pasión.

-De verdad por eso te sientes mal Ágatha? Lo primero que pensé fue que me sentía muy feliz por ti, porque se lo mucho que te gusta Nate.
Y no, no fuiste fácil al haberte ido con él, tú también lo querías y eso está bien.
El rostro de Ágatha cambia y se ve que se relaja por mi respuesta.

Da un suspiro y por fin se relaja completamente
-Gracias Rebeca, es que no sabía y de verdad no quería sentir tu rechazo o peor aún que me criticaras. Cuando todo fue muy especial, ay Rebeca tengo tanto que contarte.

Dicho esto me da un fuerte abrazo y se que todo está bien entre nosotras.

- Quieres un helado?
-Me encantaría
Y ambas reímos y entramos abrazadas.

Estoy sentada en una de las mesas comiendo un delicioso helado de pistacho mientras veo a Ágatha discutir con Rose una nueva mezcla de helado cuando entra Nate y seguido de él entra William.

Tan guapo, tan hermoso, tan él pero recuerdo que tengo una misión y es sacarlo de mi cabeza pero es imposible verlo y no admirarlo.

Sigo comiendo mi helado e intento no prestarle atención hasta que Nate me saluda
-Hola Rebeca cómo estás!- me saluda un poco más emocionado de lo normal y voltea a ver a Ágatha y se ve un brillo en sus ojos, la veo a ella y los dos se están viendo fijamente.

Me siento una vouyeur y siento una pequeña punzada de celos por lo que esta naciendo entre ellos dos, una parte de mi quisiera tener algo así con el sexy vecino.

-Hola Rebeca- La voz de William me saca de mi burbuja

-Hola William- Trató de sonar lo más monótona posible para ir borrando el rastro de la Rebeca que babeaba por él.

-Creo que tu helado se está derritiendo- dice esto último con una sonrisa que haría que cualquiera se bajara las bragas, Dios Rebeca compórtate.

-Eh... veo mi helado y empiezo a lamerlo.
Su mirada que me hipnotiza una vez más cambia del azul de verano a un azul más intenso y aprieta la mandibula e inevitablemente muerdo mi labio para no soltar un suspiro por lo irresistible que se ve.

-¿William te parece ?
Nate le ha hablado preguntándole no se que diablos pero su mirada aún sigue enganchada a la mía.

-No te escuche Nate- y lo voltea a ver cortando toda conexión conmigo

-¿Que te parece si vamos a la playa y pasamos la noche allá? ¿Te gustaría ir Rebeca?

-Eh, no se si pueda Nate tengo varios pendientes de Charles y no quiero retrasarlos

-No te atrevas Rebeca a decirme un no- Me dice Ágatha - te la vas a pasar muy bien, porfavor porfavor porfavor vamos- Me mira con ojos de perrito y una parte de mi quiere ir
pero ellos van en plan pareja y yo solo quiero seguir con mi plan.

-Está bien, pero ya me voy para adelantar con todo lo que tengo- digo levantándome de la mesa. Ágatha pega un grito de felicidad
-Esa es mi amiga- al instante me arrepiento porque y si William no va seré un mal tercio.

Pero Rebeca tú no vas por él, porque el drama me persigue? Relájate si me dice la voz en mi interior
Así que sin voltearlo a ver y tampoco esperar su respuesta para saber si se unirá al viaje me voy del negocio de mi amiga.

Llevo toda la tarde visitando a los antiguos distribuidores del abuelo y todos están más que de acuerdo en volver a vender nuestro aceite.

Llego a casa rendida y no creo poder dar más, Ágatha me acaba de enviar un mensaje para decirme a la hora que nos vamos.

    *Hola Rebeca, pasamos por ti a las 18:00*
                 *Estoy muy emocionada*

Si como no estarlo si vas a pasar la noche con Nate mientras que yo el único que me comera será un mosquito o quizás varios.

Arreglo mi maleta y aún me quedan 15 minutos libres, mi día a sido muy productivo.

Voy a la ventana de mi habitación que da la vista hacia los de aceitunos, veo cómo el aire revuelve las ramas los árboles. En la ventana del lado de los vecinos veo movimiento en el cuarto de William, trato de no voltear a ver, solo por el rabillo del ojo veo que está preparando su maleta, acaba de salir de la ducha tiene la toalla colgada a la cintura y su torso aún está mojado el cabello le cae por la frente. Juro que en cualquier momento podría darme un infarto. No me había percatado que me estaba mordiendo el labio hasta que me duele. En ese momento levanta la vista y se da cuenta de que lo estoy observando y me regala una sonrisa de lado y solo le atino a devolverle la sonrisa tímidamente.

Y por un breve momento no me arrepiento de mi decisión. Y solo dejare que la cosas sucedan según su flujo y pienso pasármela bien.

Corazones incompletosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora