II Capitulo 25 II

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Joel se mantuvo ocupado como pudo, pero solo aguantó dos días hasta que volvió a llamar al Wild Cherries. La habría llamado a su casa, pero no le había dado el número. Le gustaba que no se lo hubiera dado; aquello quería decir que había sido sincera con lo de su fobia al compromiso, lo cual siempre era un rasgo muy atractivo en una chica.
Y aún así, el corazón le latía a toda velocidad ante la idea de volver a oír la voz de _____.

-Wild Cherries-contestó ella, aparentemente agitada.

-¿_____?

-Hola.

Había una sonrisa en la voz de ____, y de repente, apareció otra en la cara de Joel.

-Solo quería oírte.

-Ya me estás oyendo. ¿Qué tal?

-¿Has hecho surf hoy?

-Sí-contestó ella, antes de cubrir el auricular para hablar con alguien del bar-Olvídalo, Nash. No le voy a decir eso.

-¿Decirme qué?

-He cometido el error de dar de comer a unos amigos y ahora están molestando.

-¿Qué quieren que me digas?

Ella vaciló un momento y después soltó una carcajada.

-Que ellos, y yo, te daremos una paliza si me haces daño. No comprenden a quien están amenazando.

-¡Dioses!

Ella rió.

-En cuanto al surf, hoy el mar estaba revuelto, y a Jessica le ha dado un ataque de risa porque me he caído delante de ella.

-¿Te has hecho daño?

-No tengo ni un arañazo. ¿Y qué hay de ti? ¿Qué has estado haciendo?

-Perder una partido de fútbol contra Richard y los de más.

-Pobrecito. Deberías jugar conmigo alguna vez; eso te haría recuperar la dignidad-dijo ______, entre risas-Soy pésima, malísima.

Él soltó una carcajada.

-¿Has visto las revistas?-Le preguntó luego ella.

-Sí. Lo siento.

-No lo sientas. Hoy, un cliente me ha pedido un autógrafo. He sido famosa por un día.

-Te lo estás tomando muy bien.

-Así es la vida, ¿No?

-Sí y no. ¿Sabes qué? Eres justo lo que necesitaba hoy.

-¿Sí?-Preguntó ella, complacida.

-Sí.

-¿Nos vemos el sábado?

-Claro.

Después, ______ le preguntó por Richard y la banda, y él por su última creación culinaria. Antes de que Joel se diera cuenta, había pasado una hora, y ella se tenía que ir porque Jessica estaba atendiendo sola el café mientras charlaban por teléfono.

Aquella noche, Joel soñó que la tenía entre sus brazos, con la piel mojada y caliente, como cuando habían nadado a la luz de la luna, charlando, riendo y besándose. Y a pesar de no haber tenido relaciones sexuales con ella, aquella primera cita había valido más que cualquiera de las noches que había pasado con una chica. De hecho, había sido la noche más ardiente y sensual en sus jóvenes diecinueve años.

Seduceme II Joel y tú II TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora