II Capitulo 7 II

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-Créeme, tampoco hay tanto que contar.

-No sé por qué, pero no me lo creo-dijo ella, echando un vistazo a su alrededor-Vives bien, e imagino que deberás de hacer algo para sostener este nivel de vida. Sé que tu familia tiene dinero y que estas en una banda que se está dando a conocer en todo el mundo. ¿Es por eso?

-No-Respondió Joel secamente.

-¿No?-______ lo miró a los ojos-¿Quieres decir que vives así de bien porque sí? ¿La fama y tus padres no tienen nada que ver?

-Sí-Asintió.

_____ se encogió de hombros, quitándole importancia. Aquello era lo que a Joel le gustaba de _____: que no le exigía respuestas. Y por primera vez en varios años, se sentía relajado, él mismo, porque con ella no parecía haber explicaciones preconcebidas. No era una chica que se derritiera por las caras conocidas ni pretendía aprovecharse de su fama; sólo era una chica de diecisiete años que trataba de sobrellevar una cita a ciegas de la mejor manera.
A Joel le encantaba su actitud.

Salió del paseo marítimo y entró en el lujoso terreno del Palacio de las Tres Lunas donde se celebraba la fiesta. El camino, flanqueado de palmeras, recorría una cuesta con césped perfectamente segado y vistas al mar. El sol parecía un balón partido por el horizonte.
Su acompañante echó un vistazo al edificio. De estilo clásico y construido en mitad de un jardín imponente. Soltó un silbido que podía ser tanto de fastidio como de alegría.

-¿Algún problema?-Preguntó él, volviéndose a mirarla tras aparcar.

-¿Bromeas? Es increíble. Presuntuoso, pero increíble. Estoy segura de que la comida es estupenda-dijo, haciendo una mueca-Digamos que me sentiría más cómoda en la cocina que en el salón.

Joel no esperaba un comentario así de una mujer a la que consideraba muy segura de sí misma, y se sintió sorprendido y curiosamente protector.

Pero antes de que pudiera decir nada, _____ salió del coche, cerró la puerta y lo obligó a correr para alcanzarla. La tomó de la mano para detenerla en cuanto llegó hasta ella.

-He pensado que podríamos aparecer juntos-Sugirió, con una sonrisa.

-Es verdad. Lo siento.

-No lo sientas-replicó él, cautivado por aquellos ojos-Pareces incomoda. ¿Puedo hacer algo para cambiar eso?

_____ se quedó mirándolo unos segundos y sonrió.

-Creo que acabas de hacerlo.

Joel le acarició la mejilla y, aunque el contacto con su suave piel fue mínimo, se sintió feliz.

-Bien.

-Disculpa. Eres Joel Pimentel, ¿Verdad? ¿Puedes darme un autógrafo y me dejas hacerte una foto?

El hombre con la enorme cámara y el pase de prensa había salido de la nada y Joel se detuvo en seco.

-Con el autógrafo no hay problema-contestó-pero si pudiéramos evitar la foto...

Un fogonazo les iluminó la cara. Joel maldijo entre dientes y cuando recuperó la vista, el fotógrafo se había ido.

-Perdón-Le dijo a _____, tomándola de la mano.

-¿Quién era?

-Una plaga. Vamos.

La entrada del palacio tenía una alfombra blanca, y la terraza superior estaba cubierta con toldos blancos bajos los cuales colgaban plantas con flores de todos los colores. Al final de la alfombra había un grupo de paparazzi esperando al famoso de turno.
Él.

A Joel le empezó a picar la piel, una antigua reacción a las malas experiencias. Sabía que si quería tener un poco de paz, tendría que darles algo cuando entrara.

-Mantente pegada a mí-Le ordenó a ______ sin parecer muy autoritario, más que eso, sonó protector. ______ no pudo evitar sonreír para sus adentros.

-¿Qué pasa, Joel?-Le preguntó después, tratando de esconder la sonrisa.

-Después te lo explico.

Seduceme II Joel y tú II TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora