II Capitulo 33 II

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A mediados de la semana siguiente, Richard encontró a su amigo en el jardín, sentado junto a la piscina, con los pies dentro de ella. Echó un vistazo a la revista de surf que tenía en las manos y soltó una carcajada.
Joel suspiró y la dejó a un lado, sin darle menor importancia a la risa de Richard.

-Gracias por llamar a la puerta-Ironizó comenzando a mover los pies dentro de la piscina.

-Si te molesta que entre sin avisar, ¿Por qué me das la llave?

Joel se encogió de hombros.

-Aún así, podrías llamar-dijo después.

-Esta bien-contestó Richard, desplomándose en una tumbona cerca de él-¿Quieres hablar de eso?

-¿Eso?- Joel volteó la cabeza para mirarlo.

Richard cogió la revista y la zarandeó, mostrándosela.

-Tal vez deberíamos hablar de ____, ¿No te parece?

-¿Qué pasa con ella?-Volvió a darle la espalda.

-No te hagas el tonto conmigo. Esa chica te gusta, y decir mucho es poco, y los dos lo sabemos. Es atractiva y encantadora, te derrites por ella y te la comes con la mirada, y ya te la habrías llevado a la cama si no fuera porque tienes un corazón demasiado gran...

-¿A dónde quieres llegar con esto?-Lo interrumpió Joel, volviendo a mirarlo, acechante.

-A que entiendo que estés así por ella, y con ella. Y realmente, me gusta que te guste, creo que hacen buena pareja.

-No necesito tu opinión, Richard.

Su amigo se levantó y le revolvió el pelo a Joel.

-Nunca la has necesitado, ya lo sé. ¿Pero cuando he dejado yo de dártela a pesar de eso?

-Es solo que no quiero que la involucres, ni a mí, ni a ella y a mí juntos en otro compromiso en el que...

-¿En el que qué? ¿En el que tengas que pasar un buen rato? ¿En el que se te vea totalmente feliz? Ríndete, Joel. Habla conmigo. Puedo ayudarte. Creo que sé por lo que estás pasando...

-¿Quieres que hable contigo? De acuerdo-Se levantó y se giró quedando cara a cara-Este fin de semana me va a enseñar a hacer surf.

-Qué detalle más bonito. Quiere que formes parte de su mundo.

-Yo le pedí que me enseñara.

-Eso es más bonito aún; quieres formar parte de su mundo. ¿Pero no se te ocurrió una mejor forma de estar con ella que arriesgar la vida? ¿No has pensado en la posibilidad de hacer algo tradicional, como invitarla a cenar a un buen restaurante o ir al cine?

—No me gusta lo tradicional.

—No confías en lo tradicional —puntualizó Richard—. ¿Y por qué ibas a hacerlo? Tu trabajo es todo menos normal y tradicional, Joel, porque ahora tienes una vida loca—miró el reloj— Mira, sé malo y guárdate tus secretos. Yo ya me tengo que ir.

—Me gusta ______-Soltó Joel -¿Contento? Me gusta mucho, muchísimo. Y estoy muerto de miedo.

Richard volvió a sentarse a su lado, algo sorprendido.

—Oh, oh, Joel ...

—Lo sé. Soy un neurótico.

—A ella también le gustas, o al menos eso vi en sus ojos la última vez—dijo con seguridad—Si no... debo ser yo el que le guste-Richard hizo una mueca.

Joel rió y lo apartó de él. El amigo se agachó de nuevo y colocó la mano en su hombro.

—Eres mi amigo, Joel. Y no me mires con esa cara, que sólo me preocupo por ti, y lo que voy a decirte es con cariño, aunque suene un poco gay por mi parte...

—Dios...-Suspiró Joel poniendo los ojos en blanco.

—Escucha, sabihondo. Deja de enfurruñarte, de lamentarte y ve a vivir tu vida. Ve por ella y haz lo que tengas que hacer. Dile lo que sea necesario, dile todo.

Joel miró fijamente a los ojos de su mejor amigo.

—Y piensa que podría ser peor. Podría ser paracaidista o alpinista o algo así.

Joel rió ante aquello, pero Richard tenía razón. Todo podía ser peor. Así que de momento, solo le quedaba arriesgarse.

Seduceme II Joel y tú II TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora