Capítulo 10: ¿Los vampiros enferman?

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El pelirrojo se encontraba leyendo algunas revistas en su habitación mientras que a su lado, una bandeja con las bolitas que conformaban su platillo preferido iban siendo terminadas poco a poco.

Había olvidado ya todo el embrollo de hacia un rato con su hermano mayor, pero de igual forma sabía que tarde o temprano tendría que volver a enfrentarlo.

Sabía perfectamente el error que deliberadamente había tenido al morder a aquella chica incluso al momento de hacerlo, pero no pudo evitarlo.

La necesidad era imperiosa en aquel momento y bueno... También servía para dejarle a la chica en claro desde un principio quién era el amo y señor de la academia.

Ayato-sama, por supuesto.

De pronto, su mente se desvío para poder pensar en el momento de la mordida.

El sabor de aquella sangre...

La sangre de aquella chica era ácida, un poco amarga y a la vez dulce. Tibia. Espesamente líquida

Mientras se encontraba pensando en esto, sintió un leve malestar en el estómago. Eso en sí ya lo hizo preocupar un poco.

No era normal que los Vampiros tuvieran ese tipo de sensaciones.

O eso se suponía.

Realmente Ayato no sabía cómo describir aquella sensación.,

Era como un vacío en el estómago. O quizá algo que se revolvía con fuerza dentro de él.

Se sentó en la orilla de la cama con una expresión que mezclaba tanto confusión como alarma. Su mano se posó levemente en donde estaba su estómago.

En el justo momento en el que Ayato sentía que la sensación disminuía un poco, la puerta de su habitación fue abierta de golpe por el mayor del clan.

Ayato, creo que tu y yo tenemos que hablar sobre el inciden-... —Comenzó a reprimir el azabache, pero pocos segundos después calló.

¡Reiji, no me jod-! —Fue lo que Ayato dijo para intentar interrumpir a su mayor, pero terminó siendo él el interrumpido.

No pudo terminar de hablar, puesto que una desagradable sensación lo detuvo. Como algo que subía por su garganta y le impedía hablar.

Para Reiji, esto no pasó desapercibido. Notó la palidez no usual en la piel de Ayato. Sus ojos estaban algo llorosos e incluso una muy delgada capa de sudor comenzaba a expandirse por su frente.

El mayor estaba a punto de preguntar al de cabellos rojos si se sentía bien, cuando éste último se paró de golpe de su cama.

Lo siguiente que vio, fue a un Ayato pálido cubriéndose la boca mientras corría fuera de la habitación.

¿Qué demon...? ¿Qué tanto pudo haber afectado a Ayato aquello como para que olvidara que tenía el poder de la teletransportación?

Mientras tanto, el pelirrojo corrió atravesando el pasillo.

Menos mal que el baño quedaba muy cerca de su habitación, puesto que apenas llegó y le dio el tiempo justo para ir al váter y vomitar.

Reiji llegó a tiempo para poder presencial el final de la no muy agradable escena. Ayato de rodillas, muriendo en sentido figurado por aquello que le estaba sucediendo.

Cuando terminó de sacar todo, el de ojos verdes estaba por bajar la palanca para que el desagüe se encargara de todo, pero Reiji lo detuvo.

—¡Detente ahí! No hagas eso —Dijo mirando sin emoción alguna al pelirrojo. Lo hizo a un lado con un cuidado inusual— Enjuaga tu boca y ve a descansar. Tomaré una muestra de esto para analizarla. No es nada normal que te haya ocurrido algo así.

Y por primera vez, Ayato soltó un suspiro, haciendo exactamente lo que el mayor ordenó.

Después de que Ayato hubo desaparecido de la habitación, el megane echó un vistazo a todo aquello.

Había carne molida con un poco de verduras picadas. Reiji rodó los ojos, pues su primer pensamiento fue las mil y un veces que advirtió a Ayato sobre comer Takoyakis en exceso.

Entonces vio las plastas rojas.

Aquello lo extrañó. Eso no lucía para nada como trozos de cebollines o de pulpo.

No tardó nada en darse cuenta de lo que aquello era. Esos eran pequeños coágulos de sangre.

Sin perder un segundo más, Reiji se teletransportó a su laboratorio, seleccionando con cuidado los instrumentos que usaría para poder analizar aquello.

Mientras tanto, el pelirrojo tomaba un vaso de la cocina para luego llenarlo de agua. Casi al momento de que tomarlo, ese sabor desagradable se esfumó.

De cualquier manera, eso no le preocupó mucho aparentemente al chico, puesto que su orgullo ya había sido lo suficientemente "pisoteado" al permitir que Reiji lo viera en esa situación tan vulnerable.

Se sentía un estúpido.

Pronto decidió evadir todo aquello y centrarse en descansar. Aquello de hacía rato le había bajado los ánimos y las energías hasta el subsuelo.

Además... De alguna manera, aquella investigación mantendría a Reiji ocupado como para no pensar en lo de la pelea de aquella tarde.

Su pellejo estaba salvado... de momento.

.

.

.

Realmente Kou se las había ingeniado en muy poco tiempo para mantener alejadas a ambas hermanas hasta que "ese problema estuviera arreglado".

Simplemente llamó a la mansión para informar que tanto _____ como él estaban bien. Antes de poder explicarle a Ruki parte de lo que había ocurrido, una histérica Hanami comenzó a pedir explicaciones de su desaparición,

" No, no, no nos pasó nada ni nos secuestraron, Hana-chan. ¿Podrías volver a darle el móvil a Ruki-kun, por favooor~? "

Era de admitirse. Hana podía llegar a ser muy protectora con su hermanita algunas veces.

Después de eso, tan solo se encargó de hacer que Azusa convenciera a Hana para quedarse en la mansión aquella noche, lo cual... No costó nada.

Mientras tanto, Ruki había enviado su auto para recoger tanto a _____ como a Kou y llevarlos a la casa de ella.

_____ se durmió en el camino, así que al llegar, Kou sólo tuvo que acunarla en sus brazos como un bebé y teletransportarse hasta la habitación de ella.

Solo pasó una media hora antes de que ella despertara.

Tardó un poco en reaccionar, pero al recordar todo lo que había pasado, saltó de la cama para ir a revisar la herida, alarmada.

Fue ahí donde, al retirar la espantosa venda aún ensangrentada, se dio cuenta.

—¿¡P-pero cómo es que...?! —Fue lo que _____ masculló mientras no dejaba de mirar su cuello frente al espejo del baño de su casa.

La herida ya no estaba.

Casi como un acto reflejo, ella palidecio, volteando hacia el Idol con los ojos como platos, obviamente casi exigiendo una explicación.

Sin embargo, la dulzura con la que el Idol habló no hizo sino descolocarla más de lo que ya estaba.

C o n t i n u a r á . . .

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Si ven que esto se ha subido de nuevo, es porque habia olvidado darle formato al texto :'v

¡HE VUELTO! :D y con todo el ánimo del mundo uwu estaré por aquí actualizando mis Fanfics lo más pronto que pueda por ustedes ♡

¿Me extrañaron? Yo siento que ya debía quitarle las telarañas a esto al menos con un capitulo corto como este uwu pronto subiré el nuevo capítulo de Erotic Maternity y el de Psicosis~

¡Nos vemos, cosotas! Awh, los extrañaba mucho ♡♡♡

Insomnio por amor © [ Shu Sakamaki ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora