Capítulo 11

1.1K 117 9
                                    

Joe no se había separado un minuto de Daryl, caminaron todo el día, y mientras ellos dos platicaban Merle se adaptaba bastante bien al ambiente del grupo, era todo su estilo en realidad. Tenían que reclamar todo lo que encontraran antes que los demás, y si dos lo reclamaban al mismo tiempo habría una pelea.

Gracias a que el omega fue acojido por el líder de los alfas no fue molestado para nada. Cuando la noche estaba cerca se detuvieron en lo que parecía un viejo cobertizo, lleno de autos viejos acumulando polvo, se veía que estaba abandonado aún antes de la infección. Rápidamente el Dixon alfa reclamó un deportivo convertible como de los 80's. Bastante bonito pero nada cómodo.

Joe, como líder, tomó la camioneta más grande y "lujosa" que había.

Contaban con 7 vehículos, pero eran 8 personas. Probablemente Daryl dormiría junto a Merle, o eso esperaban todos. Pero el alfa canoso que disfrutaba de las largas charlas lo invitó a acompañarlo en la camioneta, bueno, sonó más como una orden. Por un momento lo pensó, y si no le había hecho nada, por qué hacerlo ahora? Además si cualquiera en ese cuarto escuchaba que pedía ayuda despertaría y lo defenferian, cuestión de instintos. Y si los instintos fallaban aún tenía a él idiota de su hermano, incapaz de escuchar a su cabeza cuando le decía que no peleara con tipos más grandes que él.

Antes de entrar en el vehículo le lanzó una mirada a Merle para que estuviera tranquilo, y sorprendentemente lo estuvo, ya estaba entrando en confianza.

Se acostaron en los asientos delanteros y los reclinaron hasta el tope, lo que dejaba cierto espacio entre ambos, espacio que el menor agradecía. El mayor notó su intranquilidad y le regaló una sonrisa de medio lado.

-No tienes de qué preocuparte, cariño. No te voy a hacer nada.- pasó sus manos hacia su nuca para hacerse una almohada- Aunque es raro en mi categoría, admiro y respeto mucho a los omega, aunque no siempre fue así... -

Casi no hablaba de él pasado, porque a quién le interesa la historia de un viejo alfa de la parte baja de los suburbios. Pero al voltear de reojo se encontró con esos ojos azules brillantes y atentos a él, esperando a que continuara, eso le arrancó un suspiro de lo más profundo de su corazón, esa mirada era idéntica a la de su esposa, el amor de su vida, la calma de sus tormentas... Su todo.

-Yo crecí en el sur, en un pueblo lo suficientemente lejos de la civilización para carecer de modales, pero lo suficientemente cerca para que el alcohol nunca faltara. -Se recostó de lado para admirar los rasgos del joven y ver cada expresión en su rostro. - Por supuesto seguí los pasos de mi padre, trabajando en el campo de sol a sol durante la siembra y las cosechas, y bebiendo hasta la inconsciencia el resto del año. Por suerte para mi en mi lugar de perdición se encontraba el primer amor de mi vida, aunque yo no lo supe sino años después. Su nombre era Gretta, una Omega preciosa de cuerpo fenomenal, con cabello rubio largo que le llegaba casi hasta las rodilla que solía atar en una trenza despeinada mientras trabajaba en la taberna. Era la hija de el tabernero, su familia era alemana, refugiados que salieron de Alemania cuando la segunda guerra mundial empezaba. Gretta era la misión imposible, el premio mayor, y una de las mayores atracciónes de aquel bar. Nadie había logrado ni una cita con ella, todo lo que daba eran no tras no. Y por supuesto no fui la excepción.-

"Pasaron semanas desde la primera vez que la invité a salir, y no me rendí en ningún momento y casi a diario le rogaba. Una noche yo entré en celo, era uno de mis primeros celos y mis instintos todavía me controlaban, empecé una pelea con otro idiota que me volteó a ver. Nadie lograba detenernos por más fuerza que usarán, nadie hasta que Gretta llegó, reaccioné ante una oleada de dulce aroma que golpeó mi nariz, eso desvío la atención de la pelea y nos detuvo en seco. Ella sólo rodó los ojos y exclamó "alfas..." antes de volver tras la barra. Ahí supe que no solo estaba enamorado, sino que había encontrado a mi pareja destinada."

"Desde desde ese día se volvió un poco más flexible conmigo. Incluso me dejaba ayudarle cargando cajas de botella y otras cosas pesadas. Una noche de fiesta en el pueblo su familia cerró el bar para poner un puesto de bebidas en la feria del condado que se montó. Apenas llegada la noche el alcohol se estaba terminando así que la mandaron a ella a buscar más, yo me ofrecí a ayudar. Una vez allá nos tardamos un poco en encontrar la reserva, no fue tanto pero sí suficiente para que su padre se preocupara y fuera a buscarnos. Justo en ese momento ella trataba de bajar una botella de whisky de una repisa alta, no apoyó bien sus pies y se cayó, yo alcancé a reaccionar para atraparla, pero perdí el equilibrio así que acabamos en el piso los dos, ella encima de mi y yo medio inconsciente."

"Su papá abrió la puerta, la vio con decepción y dijo:" maldita zorra". Y salió de nuevo. Al día siguiente ya todo el mundo se había enterado, a mi familia le dio más o menos igual, pero la de ella armó un escándalo y la insultaron hasta el hartazgo, al final se decidió que nos casaramos esa misma semana. Ella no me dirigió la palabra hasta la boda, ese día que debía ser un día feliz se convirtió en una tragedia para ella, al menos yo estaba feliz por haber obtenido a la mujer de mis sueños. En la noche de bodas solo hicimos lo que se tenía que hacer y nueve meses más tarde nació Elle, nuestra pequeña hija."

"Se supone que no se sabe si un bebé es alfa, omega o beta hasta la pubertad, pero como padre algo dentro de ti te dice lo que es. Esa niña fue el segundo amor de mi vida desde el primer momento en que la vi. Gracias a mi recién nacida me volvió más cercano a mi esposa, a diferencia de la mayoría de los hombres, me encantaba cuidar de mi familia, dejé de beber y de ir al bar para quedarme en casa y ver a mi hija crecer, fuimos felices hasta que las críticas de mi familia se interpusieron. Empezaron a llamarme "poco hombre" y a repetir que así no es como debería comportarme, tanta presión me llevó de vuelta al alcohol, aveces golpeaba a mi mujer cuando me reclamaba por llegar tarde o por no llegar. Poco después llegó la gota que derramó el vaso, por ese tiempo la taberna había contratado bailarinas para entretener y yo me metí con un par de ellas, aunque fue solo una vez la noticia voló hasta los oídos de Gretta, quien esa misma noche empacó sus cosas y las de la niña y se fue del pueblo. Jamás volví a saber de ellas, pero algo en mi interior me dice que ya no están... "

Dijo lo último viendo el techo, pensando en que tal vez algun día podría reencontrarse con ellas y pedir perdón. Y cuando volvió la vista al rubio a su lado ya se encontraba apaciblemente dormido. Joe se quitó la camisa quedando solo en playera y la puso sobre el omega para que no pasara frío. Susurró un "descansa pastelillo" y se durmió también.

Meant To Be     «TWD Omegaverse»  Daryl X ??? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora