Capítulo cinco.

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Cada vez que estoy en la ducha bien podían ocurrir dos cosas: Cantar a todo pulmón o tener una lluvia de ideas loquísimas, como ahora. 

Llegué a la loca conclusión de contactar a Netflix, seguro que sí vendo mi historia se dan abasto hasta para tres temporadas mínimo. Viajaría por todo el mundo junto a Ángela y tal vez Carolina si para entonces no está casada o en un harem. Iría en primera fila a un concierto de Shawn Mendes y quizás me cumpliría el capricho de comprarme el microhornito que no me trajo Santa Claus a los seis años, sin rencores papá Noel.

Corto mis absurdos pensamientos cuando siento como mis dedos se arrugan como pasita, envuelvo mi cuerpo en una toalla mientras decido que ponerme. Elijo estar cómoda y ponerme mi pijama favorito de unicornios que compré en una rebaja de Oysho, pero recuerdo que Bastián adora llamarme niña y no pienso darle más motivos, por lo cual me decido utilizar el que tiene gatitos. No quiero que piense que soy inmadura.

You have my heart
And we'll never be worlds apart
May be in magazines
But you'll still be my star
Baby cause in the dark
You can't see shiny cars
And that's when you need me there
With you I'll always share

Es el tono de llamada que tengo para Carolina, mi mejor amiga. La conocí en la secundaria cuándo a la hora del receso compré la última orden de tacos de barbacoa haciéndola rabiar, nunca había visto a una persona reaccionar así por la comida. 

A decir verdad me pareció bastante rara su reacción, así que decidí dárselos para que dejara de actuar tan extraño, a cambio ella me regaló su amistad desde ese instante. Porque de eso trata la verdadera amistad, regalar tus tacos favoritos aunque por dentro tu tripas lloren. 

Con el tiempo confirmé que en efecto, estaba muy loca, pero que era parte de su encanto como ella lo llamaba; la razón por la que nunca recibí una visita de Caro en el Cerezo es porqué estaba viviendo fuera del país debido a que nuestra universidad estipula como requisito obligatorio realizar un intercambio durante seis meses. Ella estaba muy emocionada por irse a Alemania para encontrar el amor de su vida en su corazón de condominio. ¿Qué persona en pleno uso de sus facultades mentales tomaría esa decisión basada en los perfectamente apuestos y millonarios alemanes protagonistas de Megan Maxwell? Ya saben de lo que hablo, altos, guapos, varoniles; esos que desprenden testosterona y te provocan un orgasmo con solo mirarte a los ojos. 

Decidí que lo mejor era no llamarla para no preocuparla, se escuchaba realmente feliz la última vez que hablamos y no sería yo la causante de arruinar su burbuja de amor. 

Estoy segura que pondría el grito en el cielo regresando inmediatamente a Cancún. En la última videollamada que tuvimos me habló sobre el bombón británico que conoció recientemente de una manera bastante peculiar. Darcy, como lo llamaba ella por una razón que aún desconocía bien podría pasar por un modelo de Calvin Klein, rubio con un cuerpo de infarto y ojos preciosos. Lucía muy enamorada (por tercera vez durante su intercambio) sonrío con nostalgia al recordar, desde que la conocí ha sido la chica mas enamoradiza que he conocido, tanto que le daría batalla a Taylor Swift. Tomo mi celular viendo la bomba de mensajes que he recibido en su mayoría de Caro, respiro hondo para lo que me espera con ella.

 Tomo mi celular viendo la bomba de mensajes que he recibido en su mayoría de Caro, respiro hondo para lo que me espera con ella

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Desde que la conozco he sabido que es un poquito dramática. Sé que debe estar muy enfadada conmigo porque no hemos tenido contacto durante mucho tiempo

«debes llamarla Aura me repito para no olvidarlo». Mientras voy bajando las escaleras escucho un sonido extraño ¡Increíble! ahora tengo también que lidiar con el espíritu de Daniel, no le bastó con lo que hizo, ahora incluso quería joderme hasta en la muerte. Quizá debía dejar de ver tanto Almas pérdidas

Al llegar a la sala me encuentro a un Bastián profundamente dormido y ¿Roncando? Ya decía yo que no podía ser un hombre tan perfecto como lo aparenta todo el tiempo, vaya, hasta parece que se comió un tractor. No hizo falta despertarlo puesto que el comenzó a moverse y de poco a poco abrió los ojos, brincando del sofá en cuanto me vio.

A veeer, tengo claro que no soy ninguna modelo de Victoria Secret's y que mi cabello suele tomar vida propia, pero al menos yo no ronco.

El tiempo entre nosotrosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora