Capítulo nueve.

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¿Está mal sentir alivio por la amnesia de mi hermana? Si es así he de declararme culpable. Aunque lo que verdaderamente me mosquea es el engaño que le hicieron creer a mi hermana, no hay nada que odie más que las injusticias y las mentiras, aunque puedan parecer "justificadas", decir que yo estuve en el hospital por un accidente se me hace una vil falacia, la salud de las personas es un tema muy delicado y lo es también la salud mental de las personas allegadas, mi hermana es muy sensiblera. Debió haber sufrido mucho mi ausencia imaginándose los peores escenarios, así que no pueden atreverse a decir que exagero por estar enfadada, aunque eso me haga ver un tanto hipócrita.

No me parece prudente discutirlo frente a mi hermana, así que opto por hablarlo en casa de Bastián. Llegando a la mansión Huxley el servicio domestico de inmediato nos ofreció bebidas ¿Un tequila estará bien? Siendo razonable me inclino por aceptar el té de un nombre extraño llamado cúrcuma para no ser descortés, tomamos asiento alrededor de una pequeña mesa de cristal quedando junto a la señora Isabel y frente a Bastián; quién me mira con un atisbo de curiosidad, aunque suene absurdo estoy considerando si podrá leer mentes, les cuento. 

En una de las muchas veces que estaba asqueada por la comida de la cárcel con apariencia de alimento para gatos, en lugar de anhelar comer un trozo de carne o una sopa caliente; deseé tanto saborear un trozo de pastel especialmente de tres leches con relleno y cobertura de chocolate «ufff, salivo de solo imaginarlo». Al día siguiente Bastián me llevó una gran rebanada de pastel. No sé como lo supo, pero mi estomago se lo agradeció, en serio, cuando lo vi mi estomago rugió tan fuerte que incluso Bastián lo escuchó, pero no dijo nada. 

Qué vergüenza.

«Enfócate, Aura» me digo internamente y dirijo mi atención hacia mi taza, pruebo el té arrugando la cara de lo asqueroso que sabe. ¡Iugh! Es margo y picante a la vez ¿Por qué la gente tomaría esto por gusto propio? Prefiero mi café.

—¿Está todo bien, linda?

—Sí señora, estoy un poco enferma del estómago. Si no le molesta preferiría no tomarme el té, no quiero que me siente mal—acaricio mi estómago en círculos.

—¡Tonterías! La cúrcuma es de los mejores antibióticos naturales. Tómalo. Anda. Te sentará de maravilla—sonrío forzadamente y veo como Bastián disimula conteniendo la risa, es tan observador que se dio cuenta que no me ha agradado para nada el menjurje de su madre. Sin mas remedio me tomo el té de un jalón para no prolongar más el sufrimiento a mi persona, me enderezo con toda seguridad y me dirijo hacia Bastián cambiando drásticamente el tema.

—Esta tarde cuando hablé con Angela me expresó su preocupación por mi salud en mi estadía por el hospital ¿Por qué mentirle con eso precisamente? —pregunto y me mira con confusión mientras Isabel se remueve incomoda en su silla y carraspea—. Mi hermana sufrió amnesia y yo no lo sabía, no recuerda nada sobre aquella noche y no estoy segura si eso es lo único que olvidó o algo más ¿Alguien podría decirme que fue lo que pasó? —inquiero.

—¿Madre, a que se refiere Aura? —voltea con confusión hacia Isabel.

—El día que Angela llegó a la casa hogar yo estaba dando una visita por la instancia, los de servicio social nos dieron su expediente informándonos que había sido abusada sexualmente, por ende, debíamos ser más cuidadosos. Ese mismo día me enteré qué su hermana fue enviada a prisión desde una noche antes de que Angela fuera ingresada, no supe hasta después quién eras—me mira—. Cuando le pedí asesoría a mi hijo Bastián. Lo que experimentó Angela no se toma a la ligera; no puedes simplemente fingir que todo está bien, se necesita de mucha ayuda profesional. No podría superarlo por si misma así que llamé a la terapeuta Esther para que acudiera a evaluarla, la ética de los psicólogos prohíbe revelar todo lo que ocurre en las sesiones a menos que lo vean necesario, por lo cual nos dijo que Angela debido al shock sufrió de amnesia postraumática todo lo referente al abuso, su mente decidió borrarlo a modo de supervivencia, para ella nunca sucedió. De la única forma que puede corroborarse que la violación existió es con las pruebas y el examen médico que le practicaron para comprobar que el acto no fue de mutuo acuerdo.

El tiempo entre nosotrosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora