Capitulo 16.

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Celia's POV.

Me sientía mejor. A veces, creía oir la voz de mi familia a mi alrededor pero no estaba segura.

- Bien... Jaime, ¿no?

- Sí.

- Tú hermana se va a poner bien, tendría que despertarse en poco tiempo, es posible que hoy mismo, pero eso en estos casos nunca se sabe. Le hemos hecho un tac y no hemos encontrado nada extraño, nada de relevancia. Probablemente se desmayo por la presión, de...de todo lo que ha debido de pasar en este tiempo... Y bueno, eso es todo.

- Gracias doctor.

- Adam, por favor.

- Gracias Adam.

Oí como la puerta se cerró, y alguien me agarró la mano.

- Hermanita te vas a poner bien, ¿lo has oido no?

Se hizo el silencio, y notaba como mi mano se empapa, me mataba la curiosidad por saber que era ese líquido.

Abrí un ojo, y luego el otro. Ví como mi hermano lloraba agarrandome la mano, y como empapaba mi mano, mi brazo, y mi camilla.

- No llores estoy bien... - dije con una voz suave y lenta, me contaba hablar.

Mi hermano, levantó la cabeza y me miró, se quedó perplejo unos segundos y luego reaccionó abrazandome fuerte contra él.

Jaime's POV.


Salí de la habitación esperando a que mi hermana terminara de vestirse, y la esperé en el pasillo con el proposito de esperarla, la habían dado el alta.

Se abrió la puerta y salió, mi madre, mi padre y mi hermano pequeño corrieron hacia ella emocionados, y yo me quedé a un lado, mirando.

Cuando terminaron ese momento tan familiar...hablaron, mis padres pusieron mala cara y me miraron... yo me preguntaba que les habría dicho Celia. Mi hermana se dirigió hacia mi.

- Jaime, ¿puedo vivir contigo?

Me quedé perplejo, y a la vez emocionado.

- Sí, claro.

Mi hermana sonrió ampliamente, y dirigió la mirada a mis padres, y asintió, ellos fingieron alegrarse. 

Salimos de aquel sitio, el hospital, y nos dirigimos a mi antigua casa, en la que viví con mis padres. Mi hermana entró seguida de mi hermano y mi madre, pero mi padre se quedó fuera, conmigo.

- Mm... Jaime...

- ¿Si?

- Cuidala, por favor, cuidala.

- No te preocupes, ya no fumo... ya sabes...

Mi padre no articuló palabra alguna, y se metio dentro.

Yo fui a mi coche y esperé hasta que ví a mi hermana con dos maletas y una mochila, juraría que casi grito. Hice maniobras en el maletero para que cupieran todas sus cosas en el maletero, pero entraron todas.

La lleve a casa, nuestra casa.

Amor de hermanos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora