story

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Playlist:
A story told — The count of Monte Cristo

Decidí tomar asiento para escuchar la historia que se aproximaba, o al menos lo que Lucifer me tuviera que contar.

Sabes, antes de ser esto, conocí a tu madre, Lia era demasiado hermosa, bueno aún lo es, en algunos ratos me gusta verla. — Dijo señalando el cuadro en donde ahora se apreciaba a mi madre vestida de un rojo intenso.

¿De dónde la conoces?

— Digamos que tú madre no siempre fue una simple mortal, antes de eso ella era un siervo de Dios, igual que yo, me imagino que conoces mi historia, ¿No es así?.

— Si, mi madre solía contarme muchas historias de ángeles caídos.

— La conocí cuando aún no era expulsado del cielo, los ángeles no tienen el permiso de hablar con otros, las reglas de Dios eran injustas, es por eso que decidí de rebelarme, causando mi expulsión del cielo. Pero empecemos desde el principio.


Lia no siempre fue su nombre, antes se llamaba Marie, cada nombre era escogido por Dios, a ella le dio uno de los más hermosos a comparación del mío que era horrible.
Como dije antes no podíamos hablar entre nosotros, se pensaba que si teníamos cierta cercanía los sentimientos se interpondrían entre nuestras misiones y eso era lo que menos quería, pero claro nunca escuché y decidí acercarme a Marie.
Con el tiempo nos hicimos cercanos, fue entonces cuál supe que Marie era perfecta para mi, pero cuando la quise volver a ver sufrí el castigo de mi guerra, me convertí en lo que ahora ves. Pero eso no fue todo, después de un tiempo la volví a ver, igual de hermosa y deslumbrante que siempre, fue entonces que nos enamoramos y en un momento ella se embarazó de ti, estábamos felices por tenerte aunque sabíamos que en algún momento todos se darían cuenta de que sucedía decidimos arriesgarnos.
Fue entonces cuando todo sucedió, el estómago de Marie crecía con cada día, semana y mes que pasaba, era casi imposible ocultar aquel secreto y con el tiempo que pasaba más ángeles se enteraban de la noticia, el detonante fue el Arcángel Miguel, el fue el que avisó a Dios sobre nuestro pecado.
Inmediatamente convocaron a la corte de los Ángeles y sin piedad juzgaron a Marie, y le dieron como castigo el volverla mortal, ya que lo que había hecho era algo imperdonable, ya que cargaba en su vientre al Anticristo.
Sin piedad le quitaron las alas y en lugar de ellas quedaron dos grandes quemaduras, le regresaron su vida mortal, en menos de unos días la noticia llegó a mis oídos, así que la busqué hasta que la encontré, apenas contaba con tres meses de embarazo, me sentía feliz por que sabía que ibas a ser alguien noble y bueno como ella, pero en cuento me vio... lloro como nunca.
Corrió hacia mi y sentí su miedo e ira, así como su tristeza, fue entonces que deje el infierno durante los siguientes meses, para poder verte cuando nacieras, y cuando lo hiciste me sentí el demonio más feliz de todo el universo.
Me quede durante más de un año en la tierra cuidándote a ti y a tu madre, hasta que un día Asmondeo apareció en la casa con una herida grave en la espalda, al parecer los Arcángeles habían bajado del cielo para dar una advertencia, fue entonces cuando Asmondeo dejó la carta en mis manos.
La leí y aún recuerdo lo que decía, Dios se había enterado de tu existencia y al ser el Anticristo representabas una gran amenaza para cualquier ser que se te acercara, así que si no morías en los siguientes cuatro meses serías buscado por la Corte de Los Ángeles y juzgado a muerte. Ese día tú madre lloro, ella te amaba demasiado como para dejar que alguien te hiciera daño, así que como buen padre hice lo que cualquiera hubiera hecho por su hijo. Decidí que la única manera de que no te buscaran sería si borraba cualquier rastro mío de ti, así que lo hice, puse un hechizo el cual se rompería el día que cumplieras dieciocho años, me despedí de ti y de tu madre.
Pero ahora haz cumplido la edad para que el hechizo se rompiera, por lo tanto la corte de Los Ángeles te había comenzado a buscar, pero no eran los únicos, yo también lo había hecho, desafortunadamente Los Ángeles fueron por tu madre y ahora la mantienen en el cielo presa esperando su juicio. Es por eso que te trajeron aquí.


— ¿Eso es todo? . —Pregunté con cierta curiosidad.

Es todo lo que debes saber, sé qué es mucho por asimilar, pero necesitaba contártelo.

— ¿Qué haremos por mi madre?

— Eso es otro tema.— Bajo la vista con tristeza y chasqueó los dedos. — Samael te llevará a tu habitación, ponte cómodo en unos momentos nos volveremos a ver.


El rey ha vuelto.

𝐈𝐧𝐟𝐞𝐫𝐧𝐮𝐦 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora