Narra Alba
Esta mañana habíamos ido a firmar mi contrato. Estaba contenta porque al fin iba a hacer algo que me gustaba y que podía abrirme muchas puertas. Estuvimos reunidas con los que llevaban a Natalia cerca de una hora y media, hablando y ultimando algunos detalles del contrato. Después, Natalia y yo nos quedamos hablando lo que ella quería más o menos para el diseño. Estuvimos un rato viendo distintas formas de hacerlo de manera que ella lo viera y se sintiera identificada, ya que eso sería lo primero que la gente vería de su primer proyecto, así que sería una pequeña presentación de lo que ella iba a ofrecer a aquellos que la seguían y que querían su música.
Quedamos finalmente con los otros en que la semana siguiente llevaría algunos proyectos para ver cuál se quedaría al final.
Llegamos a casa y nos cambiamos de ropa.
-Bueno Carolo, ¿qué te ha parecido todo?-preguntó ella curiosa.
-La verdad es que me gusta el ambiente que hay, además he estado muy cómoda y dentro de los límites que me has marcado, tengo bastante libertad para hacer lo que me salga. No creo que tarde mucho en tener algo, pero quiero que todo sea perfecto, así que voy a trabajar mucho para que te guste mucho mucho.
-Albi, si lo haces tú seguro que me gusta, además tengo una confianza plena en ti, así que no te preocupes.
-Bueno, es tarde, si quieres preparamos algo para comer.
-Si porfa, me muero de hambre
-Anda, vamos
Preparamos tranquilamente la comida, comimos viendo algo en la tele, recogimos la cocina y nos tumbamos en el sofá. Natalia se quedó dormida cuando le estaba haciendo cosquillas en la espalda. Estaba adorable, era como un bebé de casi dos metros. Aprovechando la imagen que tenía delante, estuve un rato pensando hasta que lo vi claro. Me levanté rápidamente pero con mucho cuidado de no molestarla, cogí mis materiales de dibujo y me dejé llevar pensando en todo lo que habíamos hablado hoy. No sé cuánto tiempo estuve haciendo eso, pero noté cómo se empezaba a despertar. Cerré el cuaderno, guardé los lápices en el estuche y lo dejé todo en la mesa.
-¿Qué hacías?-preguntó con una voz ronca de recién levantada que me ponía mucho.
-Nada, solo mi trabajo
-Eso está muy bien, veo que eres una chica aplicada
-Eso es- dije acercándome a ella
-Eso me gusta.-dijo cogiéndome de la cadera para pegarme totalmente a ella. Me dio un beso en la parte de encima del botón del pantalón y me dio un pequeño tirón para indicarme que me sentara sobre ella. Puse mis piernas una a cada lado de su cuerpo, quedando a horcajadas encima suya sin dejar caer todo mi peso en ella. La empecé a besar lentamente y ella lo volvió más apasionado. Se me escapó un pequeño gemido casi inaudible, pero que ella escuchó perfecto.
-Albi... si haces eso no voy a poder controlarme mucho más....- atrapé con mis labios los suyos, mordiendo el suyo inferior y estirando levemente de el, haciendo que en esta ocasión el gemido fuera suyo.
-No he dicho que quiera que te controles...-dije susurrando sobre sus labios.Narra Natalia
El poco autocontrol que me quedaba se fue con esa frase. Me lancé a sus labios besándolos con muchísima pasión. Baje mis manos por sus caderas hasta que las coloqué en su culo atrayéndola hacia mi haciendo que el poco espacio que quedaba entre nosotras desapareciera por completo. Me encantaba su culo, estuve un rato entretenida con el, hasta que se escuchó otro gemido de la rubia. No podía más, así que la cogí y la llevé hasta la habitación sin parar de besarla. Ella había rodeado mi cintura con sus piernas. Al llegar a la habitación la empotré contra la pared besándola de manera salvaje. La llevé como pude hasta la cama, la coloqué tumbada en ella y me coloqué encima.
-Dios Alba, no aguanto-dije jadeando antes de abandonar su boca para comenzar a bajar mis besos por la línea de su mandíbula. Fui dejando besos en esta, bajando por su cuello, que besé, lamí y mordí dejando varias marcas que serían difíciles de ocultar y comencé a meter mis manos por su camiseta, levantándola y arañando suavemente sus costados con mis uñas durante ese proceso arrancándole pequeños gemidos. Ella se incorporó un poco para facilitarme la tarea. Cuando le hube quitado la camiseta la lancé a algún punto de la habitación. Gracias a su manía de no llevar sujetador, tenía justo delante de mi su precioso torso desnudo. Sus pequeños y firmes pechos se llevaron toda mi atención.-eres preciosa- dije antes de lanzarme a ellos. Chupe delicadamente su aureola haciendo que su pezon quedara más erecto. Chupe su pecho, dejando pequeños bocados en su zona más sensible, teniendo mucho cuidado para no hacerle daño. Estuve así un rato hasta que pase a dedicarle las mismas atenciones al otro. Ella gemía mi nombre cada vez más fuerte. Abandone sus preciosos pechos para seguir bajando, dejando besos húmedos por todo su vientre y pequeñas mordidas que iba curando con mi lengua a lo largo de esta. Llegué al límite con su pantalón. Le quite el nudo del cordón que estos tenían y los baje de golpe. No estaba dispuesta a perder mucho más tiempo. Subí de nuevo dejando besos húmedos por la cara interna de sus muslos.
-Natalia, tienes demasiado ropa ahora mismo- paré, la miré a los ojos y me quite lentamente la ropa que llevaba puesta viendo cómo ella se mordía el labio y se masajeaba los pechos. Iba a bajar una mano a su centro pero la paré
-Eso es cosa mía cariño......................................................................................
Lo subo ahora porque luego no voy a poder.
Una pregunta, ¿queréis que sea explícita con lo que he dejado a medias en este capítulo? Comentad eso porfa🧡