13.

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Narra Natalia

La vuelta a Madrid se me hizo bastante larga reviviendo lo que Alba había pasado a lo largo de su vida. Al llegar a casa, dejé las cosas, puse la lavadora, me duché y me fui de nuevo con Alba. A la mañana siguiente iríamos a poner la denuncia. Cuando llegué Alba me recibió con la mesa ya puesta y una humeante olla de sopa de verduras para ambas. Cenamos tranquilas, y al terminar Alba se fue a la ducha mientras yo terminaba de recoger. Decidimos ver una serie en la tele para pasar el rato, nos acurrucamos en el sofá con una manta por encima y al poco tiempo, se quedó dormida sobre mi pecho. Era adorable, y yo no quería despertarla, así que la cogí y la llevé a la cama. La tapé y me acosté con ella. Al notar mi peso en el colchón se pegó a mi cuerpo y abrazándome continuó durmiendo.

La mañana siguiente resultó un auténtico caos. Al despertar, nos vestimos y nos pusimos en camino hacia la comisaría. Íbamos bastante más lentas que de costumbre, porque Alba llevaba las muletas y además aún los hematomas que tenía dolían, por lo que el trayecto, a pesar de que no era largo, se hizo el doble. Además, para una vez en la que no quería tener que pararme, nos pararon cincuenta veces para hacerse fotos. Cuando al fin llegamos, tuvimos que esperar, pero gracias a Dios, la chica que nos atendió nos lo puso todo muy fácil. Por eso, entre unas cosas y otras, terminamos saliendo de allí casi a la hora de comer. Cuando llegamos, ninguna tenía muchas ganas de hacer nada, y terminamos pidiendo comida a domicilio.

La tarde pasó tranquila. Se hacía tarde, así que me tenía que volver ya. Entonces sonó mi teléfono.

Conversación

Marta:Natalia, Marilia se quiere mudar a Madrid
Natalia:vale
Marta:he pensado que se podía venir a nuestro piso
Natalia:¿pero donde quieres que duerma?
Marta:si quieres compartimos habitación, si no te importa claro
Natalia:Bueno, vale, díselo a ella a ver qué le parece, mañana cambio mis cosas
Marta:gracias Natalia adiós

No me dio tiempo a contestar, colgó directamente.
-¿Qué pasa?-preguntó Alba
-Voy a compartir habitación con Marta-le conté lo que pasaba.
-Bueno, se que es pronto y eso, pero si no tenéis habitaciones para todas y eso... te podrías... ya sabes... venirte aquí-dijo tartamudeando
-¿Me estás diciendo de vivir juntas, Alba Reche?
-Bueno... sólo si tu quieres.... yo lo propongo. Además ya tienes la llave y estás más aquí que allí.
La besé apasionadamente-mañana me mudo mi vida-dije sonriendo.
Nos fuimos a la cama, mañana teníamos cosas que hacer.
Nada más desayunar, salí de casa para poder empezar a traer mis cosas, es cierto que el piso De Alba, ahora nuestro, era grande y me permitía tener una habitación para mí sola, en la que poder guardar el teclado la guitarra y todo lo necesario para componer. Llegué al piso y ya había allí varias personas.
-Buenos días chicos
-Buenos días-contestaron.
Me metí en la habitación que ahora ocuparía Marilia, cogí las maletas y empecé a guardar cosas. Entraron Marta y Marilia en la habitación para ver qué hacía
-Natalia, eres consciente de que te vas a la habitación de al lado y no a la guerra, ¿no?
-Me ha dicho Alba de irme a vivir a su piso. Se que es una locura, pero tiene razón, allí hay espacio de sobra y está sola.
-Marta querida, me debes 20 pavos-soltó Marilia guiñándole un ojo y saliendo de la habitación dando sal tiros.
Varias maletas después, las tres nos disponíamos a salir de casa. Llegamos, abrí y saludamos a Alba. Las chicas no habían visto más allá del salón, y coincidimos en lo de que era más que suficiente para ambas. Me ayudaron a colocar las cosas para la música en una habitación con una gran ventana, un escritorio, un armario, una cama individual y una mesita. Era perfecta, entraba mucha luz natural y además era espaciosa. Después, se fueron, ya que solo me quedaba la ropa. Ahora que lo pensaba, no sabía que hacer con ella. Estuve hablando con ella y finalmente nos decantamos por ponerla junto a la suya, ya que compartiríamos habitación.
Con Alba el tiempo se pasaba muy bien. Pasaba el tiempo y ya llevábamos viviendo juntas a cerca de un mes.
La semana la verdad es que se planteaba complicada. Mañana le quitarían a Alba la escayola, el viernes tendríamos una cena con los del grupo, además de que esta semana teníamos que ir a las diferentes citas con el abogado De Alba para lo de su padre, ya que el juicio era el jueves de la semana que viene. Estábamos bastante nerviosas, pero, tratábamos de hacer cosas que nos entretuvieran para evitar pensar demasiado en ello.

Narra Alba

Me levanté llena de energía. Hoy al fin me quitaban la mierda esta de la pierna. Desayunamos y Natalia se empeñó en acompañarme. No era necesario, pero quería estar conmigo, así que fuimos ambas. La verdad es que fue bastante rápido y pronto estábamos fuera. Me acordé del juicio y de la ropa. No tenía ropa para ir, así que nos fuimos a dar un paseo por las diferentes tiendas. No encontraba nada, hasta que vi un pantalón precioso. Lo cogí junto a una blusa blanca. Además me compré un vestido más formal, ya que no tenía mucha ropa así. Este último no lo vio Natalia, ya lo vería cuando tuviera la oportunidad.

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Este capítulo es un poco un nexo. Lo siento pero me era necesario. También pedir perdón porque no se a qué hora podré subir los capítulos al menos estás dos semanas. Intentaré que sean más o menos a la misma hora. Si algún día no subo, lo compensaré al día siguiente

Historia...  ¿nuestra?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora