Ella era considerada la belleza más rara de Goryeo. El había crecido con una marca en el rostro.
¿Su amor será más fuerte que la ambición y los prejuicios de aquella época?
Historia ficticia basada en el K-Drama Moon Lovers: Scarlet Heart Ryeo.
Ide...
"Tu mirada penetra mi alma. Despiertas en mi lo desconocido, y a la vez se siente una calma, Esa calma que se siente cuando se está con quien se ama".
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Narrador:
Elizabeth estaba encantada en el baño de los príncipes. Era muy diferente a donde ella normalmente se bañaba. Ahí podía apreciar la naturaleza y disfrutar de las estrellas que se percibían en la noche.
Se escabulló en silencio, esperaba que todos los príncipes estuvieran en sus ocupaciones. Las damas de la corte, ya se habían retirado. Así que se encontraba flotando en aquellas aguas termales que había.
No se percató en el momento en que So entraba al agua. El tampoco noto que ya había alguien. Ambos estaban tan absortos en sus mundos, que eran ajenos a lo que sucedía a su alrededor.
De pronto, So abrió los ojos y vio que algo o, en este caso; alguien, flotaba en el agua. Se acercó lentamente, era una mujer la que estaba flotando con los ojos cerrados. En primera instancia, pensó que esta se hallaba muerta. Se acercó aún más para confirmar quien era y si todavía respiraba.
So al ver a aquella chica quedó sin respiración. A simple vista se apreciaba que ella no era de Goryeo. Pues aquellas facciones eran únicas.
Elizabeth sintió que se acercaban a ella, abrió los ojos, encontrándose una mirada oscura; viendola con detenimiento.
—¡AAAAAAAA! ––Elizabeth trato de pararse en el agua, pero le era imposible. Estaba hecha un manojo de nervios, había sido vista por alguien que no era su padre o el Príncipe Heredero.
––¿Me viste? ––dijo So cubriéndose también el rostro, al imaginarse que ese grito de parte de Elizabeth era por ver su cicatriz en el rostro.
So se quitó la mano de él rostro y lentamente miro en dirección a Elizabeth. Ella se cubría con ambas manos. So entendió que era por miedo a verlo o que fue descubierta al estar en un lugar exclusivo para los príncipes.
Lo que no sabia, es que Elizabeth se cubría para no ser vista y que la juzgarán por su apariencia. El haber estado toda su vida tras un velo, la volvió insegura con respecto a su apariencia.
––¡Te dije que si me viste! ––So grito tomando de los hombros a Elizabeth–– ¿Acaso quieres morir? ––amenazó al no obtener respuesta de ella y ver que seguía cubriendo su rostro.
So no sabia que hacer, comenzó a forcejear con Elizabeth, tratando de quitarle las manos de él rostro. So pensaba que ella le temia por su cicatriz. Elizabeth era fuerte y como pudo se zafó de él agarre de So. Pero este fue más rápido y tomó su mano, ella bajo la mirada cubriéndose con el cabello aún mojado.
