8. Festivo como el desapego

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Pudimos llegar antes que aparezca Dahlia. Había fotografos por todos lados. Nosotros estabamos afuera del aeropuerto, cada uno en su moto. El me miraba sin saber que hacer. Miró su celular varias veces. Nos fumamos otro pucho. El tenia unos lentes de sol puestos.

La emocion del viaje habia despejado mi mente por un rato. De vuelta arrancaron los malos pensamientos. Me habia levantado de una noche en la cama de siempre y ahora estaba esperando en un aeropuerto a una chica que no conozco y al parecer, no somos los únicos. Habia también grupos de chicos que esperaban algo. Hablaban en voz baja y de forma ansiosa. Parecian tener quince años y la mayoria parecian niñas. Estaban vestidas con remeras y polleras de un material plateado. Muchas tenian tintura en sus cabezas. Habia mechones rojos y rulos en azul. Algunas tenian posters en las manos. Otras tenian lo que parecian regalos. Eran objetos envueltos en papeles especiales.

- ¡Siempre es lo mismo con esta chica!

Cuando apareció saliendo por las puertas corredizas del aeropuerto, se hizo un estallido en el ambiente. El escuadrón de jovenes coloridas fueron tras ella para sacarse fotos y pedirle que le firmen sus cosas. Tenia una maleta grande y una alegria contagiosa. Ella es una joven delgada de cabello enrulado. Tenia puesto un vestido de una pieza verde. Ya de lejos parecia famosa.

- Ella canta. Canta muy bien.

Usaba anteojos negros y tenia una gran sonrisa. Nos vio y fue directo hacia nosotros entre la marea de personas entusiastas. Ella paraba y firmaba alguna que otra cosa. Ella al acercarse, dejó la maleta en el piso y lo abrazó fuertemente a Plus. Luego le sacó los lentes negros. Se miraron a los ojos un tiempo largo. Parecían obnubilados.

- Te extrañé mucho. - le dijo Dahlia - espero que te hayas portado bien.

- Hice lo mejor. La gente a veces es tan horrenda. Lo pude soportar.

Los fotógrafos seguian sacando fotos. Sonido de los flashes. El le sacó los lentes y se los puso de vuelta. Ella se me acercó y me saludó dándome un beso en la mejilla.

- Soy Dahlia, mucho gusto.

Su semblante irradiaba mucha ternura. Los fans le decían cosas y ella los saludó con la mano.

- ¡Son mis ángeles!

Los fans gritaron de la emoción.

- Es hora de partir. Tengo un montón de cosas que hacer hoy todavía. - dijo Plus.

El me dejó el gato que puso delante. Dahlia viajo con Plus. La gente ya no se acercó. Nos dieron espacio para acomodar al gato en mi moto. Estaban como mirando una obra de teatro. Suspiros por doquier.

- No conviene que te vean conmigo. - Dijo Plus - Vos sabés como es la gente capaz de inventar cualquier cosa solo para sentirse mejores con sus mediocridades.

- Estoy con el chico malo de la ciudad. Nadie puede dañarme. Además, esto me subirá los followers.

- Ja, como si eso te importase. A menos que ese viaje al exterior y toda esta fama te hayan cambiado. - Dijo Plus en modo burlón.

Ella posó encima de la moto. Guiñó un ojo a quienes la miraban encantados.

- Dejame disfutarlo solo un poco. Esto es un buen antidepresivo natural.

Mucho más sonidos de flashes y algarabia general.

- Vámonos - dijo ella.

Se puso el casco y Plus arrancó y yo lo seguí. Esta vez el viaje no alivió tanto el calor de mi cabeza. ¿Habia perdido todo? ¿Estaré huyendo o estoy moviéndome para encontrarme? Algo comenzó apretarme el pecho. Me desplazaba hacia la nada y mi corazón latia buscando una señal. ¿Por donde debería buscar? Todavia no me habían dicho todo, pero ya intuía que las buenas nuevas serían terribles y devastadoras. Mis fantasias se lamían las heridas e imaginaban con distorsión, incapaces de generar nuevas imágenes valederas.

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