2. No confiés en la gente grande

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Me siento mal. Prácticamente todo es oscuridad por acá. Eso y el sonido de la birome sobre el papel. La luz apenas amarillenta encandila desde a un costado mio. Viene de la pared en altura media. Me cansé de hablarle al aire y de caminar por todas partes de esta especie de bunker. No estoy de humor de hablar sobre esta nueva situación. Es llamativa y más sabiendo cómo llegué hasta acá, lo sé, pero debo de seguir acomodando a todo esto y como no puedo procesarlo bien, no me urge escribir al respecto.

Me siento en discordia, pero debo seguir. Lo estoy haciendo, esta vez de verdad. Debo recordar la meta principal: Solo sacalo de la cabeza. Uniendo todos los puntos podrás verlo mejor. Y si lo hacés podrás salvar todo... O por lo menos algo. Aprieto fuerte mis dientes e intento mantener la luz que todavía hay en mí. Escucho tu nombre en mis recuerdos y no me quiero distraer. La historia sigue dentro, muy dentro mío, en cada célula de mi ser. Mi cuerpo quiere deshacer su forma. Ya no necesita ser como antes. Nunca imaginó ni vio una situación así y lo que menos desea es ser la cabeza un algún sujeto lidiando para sobrevivir en una cadera de grupos marginados o que margina. Estoy tajado más dentro mío que en cualquier otro lugar y han sido muchas las batallas externas. El afuera es cruel aunque por suerte no tanto sin gente arruinando todo. El deseo del afecto de tus emociones calmas, me mantiene en la búsqueda de tu luz, de sentir el calor del bienestar de tus rayos. Por alguna extraña razón mi intuición te busca y sabés que voy sin dudar a donde me lleve.

  Me cansé de esta nueva oscuridad. Esto ya no es vida, algo debe cambiar. Sé que puedo ahuyentar los síntomas de la incertidumbre con tu nombre como estandarte. Sos mi amuleto frente a todo lo que vendrá. Aparecés en los momentos cruciales de mi vida. Siempre es por algo, bueno o malo. Ya veremos.

Suspiro poque de a poco me voy acostumbrando a esto. Todavía puedo quejarme sin importar el medio que sea. No sé porqué no lo pensé antes: Tenía que escribir esto. Tenía que sacarlo. Dibujé un poco, pero ya no siento las ganas. Nadie puedo verlos. A ver, no buscaba dibujar y plasmar mi visión visual para que otros lo vean. Un poco sí, pero es como que el arte a veces se termina de formar con la mirada del otro. ¡A veces! Quizás alguien vea algún día estas palabras y puedan darle su propio tipo de visión. Hasta podría ayudarlo de alguna manera. Repito, no es mi idea. Sólo debo sacar toda la información que tengo en mi mala memoria humana y llegar hacía alguna conclusión. Todo lleva a Soledad.

En el pasado que yo viví, que no se si seguirá estándo, tenías opciones como respuestas a tus interrogantes de la vida. El futuro es otra pregunta más. Sólo en el pasado hay verdades encerradas en historias mundanas. Lo bueno de la verdad es que es natural y existe dentro nuestro. Ha cambiado mi presente. Vivo prisionero de un futuro libertino y solo como si fuera apartado del bosque para que me olvidé que cómo eran los árboles de mi pasado. Estos que están por aca son parecidos igual.

Digo que no extraño los árboles, pero si la música. Puedo recordarla, cantar las notas y sus líricas. Puedo golpear sobre las paredes o buscar algún tarro para pegarle. Lo que no puedo encontrar ese esa grandeza humana sonora que salió en su momento y solo me queda recordarla con retazos de mis recuerdos. Ya después de un tiempo perdés las ganas de repetir toda esa labor y la música pasa a otro plano.

A veces me imaginaba tocando la guitarra frente a un público de un bar, no más que diez o doce personas, todos sentados en sus mesas. Yo haciendo covers con algún amigo. Arrancaría con un tema propio, triste de un country rock. Luego seguiría con algo de Nick Cave: "Red Right Hand". Había soñado esos rasguidos rotos provenientes de un alma sufrida serían la clave para continuar con la velada y así hasta que se desvanezcan en la fiebre de mi color.

Mis caminatas de niñato post haber encontrado a ella, me llevaron a la ventana de una disquería. Tenia vinilos de todo tipo. Había uno de Kiss que decía "Hotter Than Hell" con una rara y oscura tapa para un niño de un poco más de diez años. Luego estaba otro vinilo que me llamó a la atención. Era Nick Cave que tenía escrito en su estómago de pocas comidas, "Let Love In". Bueno consejo.

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