Capítulo 14: ¿Nuevo amigo?

1.7K 150 1
                                    

Lo siguiente que supe es que des petrificaron a todos. Conmigo lo intentaron, pero no dio resultado. Le explicaron a Herms la razón por la que sigo así y me miro triste. Después se fue al banquete de fin de año donde me imagino que les contó a Harry y Ron lo que me pasa porque al rato llegaron muy agitados hasta mi camilla.

- Dora. ¡Dora! – Harry me agita levemente. – Reacciona por favor, no nos dejes.

Nuevas lagrimas caen por mi rostro inexpresivo. Ya es oficial, si no me muero de hambre será de deshidratación. En eso alguien entra y se queda quieto a mi lado.

- La señorita Jackson tiene algo que decirles. –dice la voz de Snape. Escucho el sonido de un pergamino y Snape empieza a entregarles las cartas que le pedí que escribiera para mis amigos. -Ella pide que las lean a solas.

Suena un portazo y los chicos vuelven a intentar moverme sin mucho éxito. Se van bastante desanimados y en eso una luz blanca me ciega.

- Oh, mi niña. -Hécate aparece en mi campo de visión. Me besa la frente y siento una calidez por todo mi cuerpo.

Antes de que revele su verdadera forma cierro los ojos por instinto para no pulverizarme. Espérense un segundo ¿Cerré los ojos? Empiezo a pestañear y mover mi cara. Después de mucho intento y un par de muchos minutos logro sentarme y ver a mi alrededor. De tanto mirar el techo me lo sé de memoria. En eso entra Madame Pomfrey que al verme suelta un chillido que taladra mis oídos. Se acerca rápidamente a mí y me hace unos exámenes para ver como estoy. Se da cuenta de que mis dedos están rotos y rápidamente me pasa un poco de ambrosía. Después de eso me inyecta suero pues estoy muy deshidratada.

- ¿Te gustaría que llame a tus amigos? -niego con la cabeza.

- No quiero que me vean así.

- No te preocupes, entiendo. Voy por tu comida. -cuando vuelve trae una gran porción del banquete que hubo y me deja sola. Cuando se va hago desaparecer la comida con mi magia.

Pasan los días y estoy más sola que la soledad. Ya todos los profesores saben que estoy bien y estoy volviendo a caminar. Mucho tiempo en la misma posición hizo que todos mis músculos se agarrotaran. Cuando no hago nada me pongo a conversar con el profesor Lockhart. Es mucho más agradable hablar con él sin su típica sonrisa.

Finalmente llega el día en el que tenemos que volver. Mientras camino por los pasillos del tren, muchos susurran a mi paso.

- ¡¿No tienen nada mejor que hacer o que me miran?! -les grito y al instante se voltean a otro lado.

- ¿Dora? -me voltea y veo a Debby y Theo corriendo en mi dirección. Saltan sobre mi haciéndonos caer al piso en un abrazo grupal.

- Yo también los extrañe, pero no tanto como a mis pulmones si no dejan de aplastarme. -les digo medio en broma medio enserio.

- ¿Cuándo despertaste? ¿Como? -pregunta Debby  cogiendo mi cara y girándola en todas direcciones.

- Hace un mes, ni yo sé cómo.

- Pero Dumbledore dijo que probablemente nunca volverías a moverte.

- ¿Eso dijo?

- Si, lo anuncio en el banquete. -me dice Theo hablando por primera vez.

- ¿Por eso todo el mundo me mira raro?

- Exacto.

- Oh. Los veo después, tengo que hacer algo.

Me despido de ellos y sigo recorriendo el tren. Me tope con muchas personas que me decían que qué alegría que despertara. También me tope con Cedric que me abrazo. Finalmente llego a mi destino y tomo aire.

- ¿Puedo hablar contigo? -le digo al rubio y sale refunfuñando al corredor.

- ¿Qué quieres? -me pregunta mientras observa hacia ambos lados del corredor vacío. Lo arrastro hasta un compartimiento vacío y lo abrazo.

- Gracias.

- ¿Qué haces? ¿Por qué me agradeces?

- Porque me acompañaste en la enfermería mientras estaba petrificada.

- ¿M-me escuchaste?

- Si, entiendo que no quieras que tu padre se entere y por eso tratas mal a los hijos de muggles. Pero él no te controla.

- No sabes de lo que estás hablando. -dice y agacha la cabeza.

- Se que tienes miedo de lo que tu padre pueda hacerle a tu madre y por eso le obedeces. Se que no quieres ser mala persona y no quieres hacer sentir inferior a nadie, pero le tienes miedo a tu padre.

Draco empieza a tartamudear tanto que no se le entiende nada, pero después se abalanza y me abraza fuerte.

- Lo siento tanto, nunca quise decirte sangre-sucia ni tampoco a Granger. No quiero burlarme de los problemas económicos de Weasley ni de la cicatriz de San Potter. Pero mi padre me vigila y no tengo de otra opción.

- Lo sé. -le sobo la espalda. -Tengo una idea. -se separa y me mira suplicante a los ojos. -Se que no podemos hacer nada con respecto a tu padre y como te vigila. Pero él no tiene que saber nada. Mira Draco solo tienes que dejar de molestar a las personas, no tienen que ser amigos. -aclaro rápidamente. -Pero tampoco tienes que tratarlos mal. Solo trátalos como si fueran compañeros, cosa que son. ¿De acuerdo?

- H-hare lo mejor que pueda. No se lo digas a nadie por favor.

- No lo haré, Draco. ¿Amigos?

- Amigos. -de repente la puerta se abre y entra Pansy.

- ¿Qué hacen?

- Nada, ya me iba.

- Si, vete asquerosa sangre-sucia. -dice Pansy mientras salgo.

- Si, sí. Lo que tu digas. Córrete, gracias. -salgo del compartimiento y busco a Debby y Theo. Entro en su compartimiento y los saludo cuando noto que hay más personas. – Oh, hola. Soy Aldora Jackson.

- Hola, soy Neville Longbottom.

- Un placer conocerte.

- Ellas son Luna Lovegood, -dice Debby señalando a la chica rubia que estaba en el mismo bote que yo a principios de año. – Y ella es Ginny Weasley, -esta vez señala una pelirroja que me manda una mirada envenenada.

- Un placer conocerlos. Me voy. -dije y salí corriendo para después meterme en un compartimiento temiendo por mi vida.

- ¿Dora? -pregunta alguien detrás mío y doy un respingo. Me volteo y encuentro al trio mirándome sorprendidos.

- ¿Sorpresa? -digo haciendo unas manos de jazz. Segundos después boqueo en busca de aire. - ¡Wuaaaaaaa! ¡Auxilio!

- ¿Como?

- No sé. ¿De verdad creyeron que se desharían tan fácil de mí?

Me siento con ellos y hablamos por lo que resta de recorrido. Noto que Harry no deja de mirarme en ningún momento, pero no le pongo importancia y sigo charlando. Cuando estamos por salir del tren me sujeta la muñeca y vuelve a meterme en el compartimiento.

- ¿Sucede algo Harry?

- Es que, me asustaste mucho cuando dijeron que no podrían des petrificarte. Prométeme que no volverás a hacer algo así.

- Lo prometo – digo mientras cruzo los dedos detrás de mi espalda.

Salimos del tren y saludo a la familia de Herms y Ron.

- Espero cartas de los tres. -dice Ron cuando estamos despidiéndonos.

- No puedo. -le digo apenada.

- ¿Por qué?

- Voy a estar muy ocupada. Lo siento.

- No hay problema, al menos nos vemos en Hogwarts.

Sonrió triste pero no lo notan. Cada uno se va con su familia y yo busque un callejón donde desaparecerme. Aterrizo en la isla y camino con mis maletas a dónde está mi cuarto. Este va a ser un laaaaargo verano.

Una Jackson ¿en Hogwarts?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora