Capítulo 1: Soy yo

9.2K 327 181
                                    

30 de julio de 1992

Me encuentro en mi cama de la cabaña 20 tratando de descansar. ¡Santos dioses, que noche tan mala tuve! No pare de tener pesadillas, pero a pesar de que es normal, para mí fueron muy vividos. Me levanto y veo que la única que sigue dormida es Lou, así que me levanto y salgo para entrenar. Me dirijo al pabellón del comedor para desayunar y dejo mi ofrenda a los dioses en el fuego. Me acerco a la cabaña 5 y toco para que alguien me abra. De la cabaña sale Dominik.

—Hola Aldora. ¿Ya quieres ir a entrenar? –asiento sin decir palabra y salimos a la arena de combate.

A pesar de que ya se luchar a la perfección, nunca dejo pasar la oportunidad de seguir mejorando. Tengo un lema personal que leí en un libro que decía: "Somos el resultado de lo que hacemos repetidamente." Por lo tanto, tengo un horario muy estricto de lo que hago todos los días: me levanto, desayuno, entreno, aprendo un poco de todo, almuerzo, leo, entreno, ceno, participo en competencias y me acuesto. 

Muchos en el campamento dicen que soy una obsesiva y por eso no tengo muchos amigos, solo unos dos o tres. Cuando escape de casa a los 6 años y llegue aquí, Quirón me dijo que tenía un presentimiento acerca de mi destino: una misión muy importante. Desde esa corta edad vengo todos los años al campamento para entrenar y aprender y vuelvo las vacaciones a mi casa para estar con mi familia. Cuando voy siempre es lo mismo: mi hermana mayor Sally me trata como si fuera una gran persona mientras mi tío es bastante distante conmigo. Pero este verano es diferente. Siento que debo entrenar más que nunca por eso me quede. 

Llegamos a la arena y nos ponemos en posición de ataque. Toco mi anillo dorado de antorchas cruzadas y sale una espada larga de oro imperial. Empezamos a luchar durante un largo rato. Dominik tiene más experiencia que yo, pero tengo la ventaja de ser más pequeña por lo tanto más rápida. Pronto logro hacerle zancadilla y puse mi espada en su garganta. Él no puede salir de su asombro.

—Mis felicitaciones Dora. Lograste vencerme por primera vez. Eres una buena luchadora para tus 11 años –le sonrió agradecida y caminamos hacia su cabaña de vuelta.

Cuando llegamos me despido y camino a la cabaña 7 para mis clases de primeros auxilios. Con Lee repasamos todo lo que hemos aprendido hasta hora y cuando terminamos voy donde la cabaña 6 para más de mis clases. Así me la paso todo el día, de clase en clase hasta la hora de la cena y después jugamos a captura la bandera.

—Muy bien, esto es lo que haremos: los de la cabaña 5 tratarán de conseguir la bandera del otro grupo, mientras los de la cabaña 6 les darán paso libre. Los de la cabaña 11 pondrán trampas alrededor y la cabaña 20 cuida la bandera. ¿Listos? Aquí vamos.

Corro a mi puesto de guardiana atenta a cualquier movimiento o ruido. Para tener más posibilidades de poder defenderme hago que salga la segunda espada de mi otro anillo. He practicado con todas las armas que he podido, las que más se me dificultan son el arco y la lanza. 

Escucho que alguien se acerca y reconozco a una persona perteneciente a la cabaña de Afrodita. "Pan comido", pienso mientras me acerco por la espalda y le pego con el mango de mi espada haciéndola caer. Me volteo a tiempo para evitar un espadazo de un hijo de Hefesto. "Es una trampa." De los árboles salen más como él para atacarme. Lucho como puedo con ellos mientras grito para que alguien me ayude. Logro mantenerlos a raya, pero empiezo a cansarme. 

Como nadie contesta pienso en algo que me pueda ayudar a vencerlos. "Son hijos de Hefesto, por lo tanto, se caracterizan por su fuerza. La usare contra ellos." Empiezo a esquivar cada golpe haciendo que esta vez ellos se cansen. Pasamos así hasta que decido darles su merecido. Están tan cansados que no notan que los ciego con la niebla golpeo a todos en la nuca para desmayarlos. 

Una Jackson ¿en Hogwarts?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora