Él se había ido luego de cenar, dejando seguramente algo pendiente. Al otro día, marchó a ver la "casa" qué había comprado sin que nadie se diera cuenta. Era bastante alejada del vecindario, el patio era extenso, pero muy bonito, el lugar, por fuera, se veía agradable. Por dentro, la casa necesitaba un poco de arreglo, pero no era lo importante. Un segundo piso traía, junto con un subterráneo "protector", similar a una recamara. Dos habitaciones al igual que baños, le daba la esencia de hogar. Todas las paredes eran de un color vainilla, los azulejos de los baños blancos; como de lo normal, y la cocina, era una imitación de las "cocinas americanas". Todo traía muebles dentro, la morada estaba amueblada por completo. El subterráneo lo convirtieron en una habitación regular. La vivienda no salía mucho de lo común, aun así, traía todo lo necesario para vivir muy bien. No la había comprado hace mucho, era reciente, poquísimo que estaba lista para vivir. Le costó muy poco que estuviera lista muy pronto. Se lo informaron a Jongin para que la viera, al parecer, solo le importaba que estuviera lista y ya.
―De acuerdo, todo ya está finalizado, los papeles... El pago... Sí, todo ya está. Ya es su casa. ―confirmó el corredor de propiedades.
―Ok.
―Los arreglos eléctricos están revisados por tercera vez y no se encontró nada, aunque si tiene algún problema, puede llamarme.
―No será necesario. ―para Kai.
―Como diga. Además, qué este lugar, aunque sea muy solitario, es escaso de robos y esas cosas.
―¿Suele transitar mucha gente por aquí? ―curioso Kai.
―No mucha, solo turistas, extranjeros o montañistas que van al Camino del cerro qué queda cerca. ―aclaró el corredor de propiedades.
―Muy bien.
―Espero que este lugar le sea satisfactorio, y pueda vivir tranquilo. ―deseó el vendedor.
―Sí. Hoy mismo estará depositado todo el dinero por el trabajo y la rapidez. ―comentó Jongin.
―Gracias, fue un gusto haber trabajado para usted.
―Adiós. ―se despidió Kim.
―Hasta pronto.
Luego qué el corredor de propiedades se marchara, Jongin, bajó a la "recamara", acto seguido se sentó en la pequeña cama que coincidía con los pocos metros del lugar. Se encuentra descansando luego de no hacer nada, más bien, estaba consumando su "plan".
―Creo que a Jongin no le va a gustar mucho... ¡Al diablo!... Solo será su semblante que ocuparé.
"Espera Kai, ¿qué has hecho ahora? No me contaste de esto.
―Sabía que, si te decía, te enojarías como una niña.
¡Obvio que sí! ¿por qué compraste una casa tan lejos de los demás?
―Porque sí ¿qué te importa?
Claro que me importa, ¡vamos, por favor! ¿qué se te ha ocurrido ahora?
―Nada malo, solo quiero empezar a vivir solo.
Sí, ¿crees que soy tonto? Sé que estás planeando algo.
―¿Y? no puedes detenerme, no puedes hacer nada.
¡Por favor! Cada día estás más loco, ¿no puedes ser normal por un año solamente?
―¿A sí? ¿yo soy el único loco en este mundo o qué? ¡qué ironía! Gracias a Dios solo tengo una personalidad y ninguna más.
Agradece a nuestra madre que ha mantenido en silencio el secreto, pero tú lo hechas a perder todo.
―No tengo la culpa de tener este trastorno, como le dicen los demás locos de afuera, tendremos que convivir hasta que la muerte venga por nosotros.
Sí, lamentablemente hasta que alguien nos mate de una.
―No tenemos de otra.
Pero oye, no cambies de tema, dime cuando compraste esta casa.
―No hace mucho, solo unas semanas, no pasa nada.
Solo hasta que metas la pata en algún problema.
―Cállate, de igual manera no puedes hacer nada.
Tienes razón, pero si te pasa algo, yo también me veré perjudicado, imbécil.
―Yo sé tener todo bajo control, así que deja de molestarme.
No puedo hacer otra cosa más que hablarte, hace años que no hablo con otras personas gracias a ti, inútil.
―Sí, sí, no me importa. Ya deja de hablar, en serio me estás hartando.
Solo te digo que tienes que tener cuidado, y no lo hago por ti, sino por mí.
―Pareces una profesora, tonto.
No me interesa, pero si me dejas salir solo por un momento, te prometo que nunca más te molestaré.
―Sí claro, no te dejaré controlar este cuerpo, es mío y no te apoderaras de él.
¡Oye estúpido! Tú me arrebataste el control, yo soy el original, tú me destronaste.
―Lo sé, pero no es mi culpa de que seas un debilucho, que seas tal débil mentalmente.
Eres un hijo de perra.
―Recuerda que tenemos la misma madre, puto. Y que soy el que tiene el control de todo.
Algún día saldré y te mataré mentalmente.
―Qué bueno, que te vaya bien tontito.
¡No! De verdad, Kai, no hagas nada que nos perjudique, te arrepentirás y harás que yo también cargue con tus malditos actuares.
―Lo pensaré, pero ¿adivina qué?, Jongin.
¿Qué?
―Me gusta sufrir las consecuencias de las cosas malas que puedo hacer.
¡Maldito desgraciado!"
Kai se levantó de donde se encontraba, salió del lugar, procurando que sería lo que se le diera la gana, sin pensar en cómo lo mirarían los demás. Porque no le importaba lo que pensaban de él, le daba lo mismo, le daba lo mismo los demás, toda esa empatía se había perdido hace tiempo, hace mucho tiempo. Se prometió a sí mismo de que disfrutaría a su manera sin el impedimento de las personas desagradables.
―Todos valen mierda, todos.
Se dio un paseo por todo el patio, sin darse cuenta que no a todos les salen los planes como siempre piensan, que siempre pasará algo fuera de lo pensado, siempre.
―Seré el rey de mi mundo y nadie me detendrá, nadie en este mundo.
"Algunos suelen ser los elegidos para venir a este mundo a sacarlo de su zona de confort. Los elegidos son los peculiares que vienen a hacer este mundo un lugar más desquiciado. Pero son muy pocos los especiales, y no todos suelen venir con ese plan..."
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Retorcido
Ficción GeneralÉl retorció la vida de la joven hasta el punto que ni él pensó llegar. Pensaba que era normal, pero nadie sabía si realmente era así. Aquel joven era malévolo, siempre lo fue, le encantaba el peligro y los problemas. Le encantaba confundir a la gen...