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Capítulo 10

"Experiencia única"

Miley

Los días transcurrieron, y la semana permitida pasó inevitablemente, durante este tiempo, traté de dar lo mejor de mi, día y noche estudiaba sin descanso alguno, espero que suceda un milagro y el profesor no me ponga un tutor.

Tome mi mochila y salí de casa, mire a un lado mío, esperando a ese chico castaño, esperando a que me llamara, pero no fue así, su auto no se encontraba estacionado, al parecer ya se había ido, o más bien, decidió salir temprano de casa —suspiré y me encogí de hombros. —continúe con mi camino, iría a tomar el autobús, no tenía otra opción.

...

Por fin llegué al instituto, los nervios comenzaban a fluir en mi, el corazón me palpitaba a mil por hora, y las manos me sudaban, suena asqueroso, pero les aseguro que a ustedes les ha pasado al menos una vez. Decidí por ir al salón, tenía planeado darle una hojeada más a mis apuntes, pues al iniciar la clase, el profesor en la mayoría de los casos, me haría las necesarias preguntas como si me fuera a evaluar.

Una vez dentro del aula, suspiré y me dirigí a mi lugar, mire este reojo y justo a un lado de mi silla, como es de costumbre, se encontraba este chico, su rostro estaba escondido entre sus brazos, pues estos estaban recargados en el escritorio, por su posición, me imagino que está dormido, me acerque y tome asiento a un lado suyo, sin importar si hacía demasiado ruido, o no, saque mis cuadernos y los coloque con fuerza sobre el escritorio, provocando que este chico brincara del susto.

—¿Eres ciega o que?, ¿que no ves que estoy durmiendo? —dijo con una expresión de enojo, pero yo solo lo mire con la ceja alzada. —Solo guarda silencio —dijo para volver a su posición antigua.

—Cómo diga, malhumorado —susurre y rodie los ojos, suspiré, tenía que estudiar por última vez sin importar nada.

Comenze leyendo a gran velocidad, de algunas cosas si me acordaba, más sin embargo de otras no, ¿que se suponía que debía hacer?, sin más, sonó el no deseado timbre de clases, indicando que las clases comenzarían, y así fue, el profesor entró al instante, ahora, empezaría mi evaluación.

...

Las clases finalizaron, el profesor en varias ocasiones me preguntó, sinceramente, pienso que di un gran esfuerzo, estoy segura que lo lograré; el maestro le pidió que me quedara al final de la clases, así me diría mi resultado, la mayoría de los alumnos ya se habían ido, así que era mi momento.

—Señorita Kim, por favor, puede venir —dijo el profesor, asentí y me acerque rápidamente a él. —Con hoy, ya tengo planes para usted —me miro serio.

—¿Planes?, ¿a qué se refiere? —lo mire alterada, eso significaba que ¡no pase! —Profesor, dígame ¿como me fue?, ¿pase la prueba?

—Señorita Kim, con la prueba que le hice el día de hoy, me di cuenta de que estudió bastante, se podría decir que subí de nivel, pero no es suficiente —me miró con el ceño fruncido.

—¿Que?, no entiendo, hice lo que estuvo en mis manos, traté de... —me interrumpió.

—Lo sé señorita, y la entiendo, pero no me queda de otra mas que ponerle un tutor, como ya lo habíamos hablado, sera después de clases —me miró serio.

Bajo el árbol del otoñoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora