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Capítulo 29

"La quiero"

TaeHyung

Mis pensamientos hacia ella, parecían distintos, me hacían sentir muy contento, como si estuviera en las nubes, aun no tengo muy en claro lo que siento, pero sin duda, es algo distinto a los demás.

Pero, sin importar que es lo que siento, me he metido en un lío mucho más grande.

—TaeTae, dime una cosa, ¿cómo me veo mejor?, ¿con Jeans o con shorts? —dijo la chica enfrente mio, sin importar cuanto la mirara, no lograba conseguir mi atención.

—No lo sé, cualquier cosa se te ve linda —dije algo distraído.

Hace tres días que sucedió lo de Miley, nuestro cálido y tierno contacto físico que hicieron nuestros labios, y desde ese entonces, no le he visto, ni siquiera nos hemos dirigido la palabra, en pocas palabras, no he sabido nada de ella.

Justo el día de hoy, debía de salir con Ariana, tal y como supuestamente lo había "prometido", me había comprometido en salir con ella, ya que sin pensarlo conscientemente cuando Miley y JungKook salieron, me deje llevar por mis impulsos, y ahora, me comprometí en ser algo más de ella, algo más que ser amigos, y todo, por que es una vieja amiga de JungKook.

—Ay, TaeTae, dime, ¿como me veo mejor? —dijo la chica acercándose a mi con un pequeño puchero en sus labios.

—Bueno, supongo que, con unos Jeans —dije mirándola, le regale una leve sonrisa, no sería tan egoísta para comportarme grosero con ella.

—¿Lo dices en serio? —hizo una mueca disimulada de disgusto. —No lo creo, prefiero los Shorts, así que, estos me llevaré —dijo para tomarlos con seguridad.

Suspiré y me levante del asiento, saque mi cartera y nos dirigimos a la caja para pagar; al salir de la tienda la bella chica tomó mi brazo, parecía contenta, a decir verdad, es muy hermosa, apuesto a que tiene una gran fila de pretendientes detrás de ella, pero por algún cierto motivo, me prefirió a mi.

...

—Bien, aquí estas, en tu casa, nos vemos luego —dije para darme la vuelta, pues ya habíamos llegado a su hogar.

—Oye, espera —la chica me tomó del brazo, me acercó a ella, nuestros rostro estaban de lo más cerca.

—¿Si?, ¿sucede algo? —la mire con la ceja alzada.

—Te haz portado conmigo de lo mejor por eso, quiero recompensarte —dijo sonriendo.

Me tomo del cuello de mi chaqueta, acercó su rostro al mío, y de un solo movimiento beso mis labios, un beso algo tranquilo, parecía un solo rose de labios. Se separo de mí y entró a su casa, no sin antes decir.

—Nos vemos luego, guapo —dijo para por fin entrar a su hogar.

Mis ojos se encontraban abiertos de par en par, no creía lo que había sucedido —toque mis labios con mis dedos. —su beso fue confundo.

Desde que la conocí, creía que un beso con esa hermosa chica sería de lo mejor, el simple hecho de pensar que sus labios podían tocar los míos, me ponía los bellos de punta pero ahora. Que ha sucedido. Fue todo lo contrario, en pocas palabras, no sentí, <<nada>>.

Bajo el árbol del otoñoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora