Bajo el árbol del otoño

|37|Buenas noches|

Capítulo 37

"Buenas noches"

TaeHyung

—Llegaste tarde, ahora tendrás que darme mil besos —dije tomando sus hermosas mejillas.

—Mmm, yo creo que no, además no fue culpa mía, el autobús se demoro —dijo quejándose de lado.

—No importa, yo quiero mis mil besos —dije haciendo un tierno puchero.

—No, te los daré después, debemos regresar a clases —dijo tratando de irme pero la detuve.

—Anda, solo uno —hice un leve puchero con mis labios.

—Bien, de acuerdo, pero será rápido, no debemos de estar aquí arriba en la zotea —sonrió de lado.

—Oki —dije tierno mientras cerraba sus ojos.

A los pocos segundos sentí un leve rose de sus labios en mi mejilla, se sentí tan bien ese pequeño tacto en mi piel.

—Listo —dijo tierna. Abrí mis ojos y la observe con una leve sonrisa.

—Gracias pequeña —dije atraiéndola a mi con un cálido abrazo.

—Nos vemos al rato ¿si? —dijo, asentí y me regalo una última sonrisa para después irse.

Miraba cada instante mientras se alejaba, no podía creer que ahora ella era... Mi novia, Ay, esa palabra suena de lo más bella, bueno no mas que ella.

Suspiré, ya era hora de bajar a clases, pero si lo hago, me distrae, como es posible que tenga la mejor suerte del mundo, pues me siento al lado de mi novio en clases.

...

—¿De qué querías hablar?, ¿estás bien?, ¿te sucede algo? —dije algo preocupado, pues parecía triste.

—Es sobre... —la interrumpí abrazándola.

—¿Alguien te hizo algo?, dime, no tengas miedo, si es así te juro que... —me interrumpió alejándose de mi.

—N-no, no es nada de eso, es sobre mi... Mamá —dijo bajando la mirada.

—¿Tu mamá?, ¿qué sucede con ella? —dije buscando su mirada.

—Ella, esta... Enferma, y yo, tengo que ir a verla —me miró tímida. —¿T-tu, podrías acom... —la interrumpí.

—Iré contigo, vamos ahora —dije tomándola de la mano para salir del instituto.

Caminábamos, en ningún momento la solté de la mano, la miraba en ocasiones de reojo, se veía realmente triste, quería darle ánimos, pero la verdad es que soy pésimo consolando a las chicas, pero por ella haré el intento.

—¿Miley? —llame su atención, me miró algo desanimada.

—¿Si? —dijo con la voz entrecortada.

—Si quieres, después de ver a tu mamá podemos pasar por un helado —die sonriendo le dulce, ella desvío la mirada.

—Si, esta bien, si tu quieres —dijo con un tono de voz más bajo.