|28|Una noche llena de magia|

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Capítulo 28

"Una noche llena de magia"

TaeHyung

¿Que pasaba por mi cabeza?, me he comportado de una manera horrible, en especial, con Miley, hace unos días cuando me invitó a su reunión, estaba realmente confundido.

Cuando la veía, sea de lejos o de cerca lo único que sentía, era rabia, pero, no debía comportarme de ese modo, el día de hoy, justo en la mañana, había quedado en salir con Ariana, y así fue.

Tuvimos, por así decirlo "una cita", pues, desde que hable con JungKook, quedamos en que, yo saldría con ella, como algo más que amigos, pero justo hoy en la mañana, me tope con quien menos lo esperaba "Miley", parecía algo triste, no sabía ni entendía el por qué, trate de disimular que no la había visto, hasta que se fue.

Mirarla, me hacía sentir mejor, observaba con detalle un vestido, uno color naranja, me imagine que lo compraría, pero no fue así, simplemente, suspiro y se fue, me quedé algo pensativo ¿por qué no lo había comprado?

Todo este tipo de pensamiento vagaban por mi cabeza; hacia demasiado frío, así que decidi salir por un poco de café, me haría bien, y aclarara mi mente, o al menos eso pensé, pues justo enfrente mío, pasó una chica, la chica de pestañas largas, cabello ondulado y largo, ¿a donde iría a estas horas de la noche?, si que era un misterio.

Decidí seguirla hasta que se detuvo, se sentó en una parada de autobús, ¿iría a algún lado?, no, no era lo que pensaba, pues pasó un autobús y ni siquiera lo miró, suspire y me acerque, me posicione justo enfrente suyo.

Afirmativo, estaba llorando, no me gusta en lo personal que las mujeres lloren, nunca supe como consolarlas, su mirada fue subiendo, hasta encontrarse con la mía, ahora, sabía de quien se trataba.

—Miley, ¿que haces aquí? —dije serio, sus ojos estaban rojos y algo hinchados, y parecía que cada vez lloraba más. —¿No me lo piensas decir? —dije una vez más, pero esta bajo la mirada.

Suspiré, tal vez, no era el mejor consolando a la gente, ni mucho menos a las chicas, pero por ella, lo intentaría, me puse en cuclillas y la mire, ella me miró sorprendida.

—Oye, no se que es lo que te sucede, pero no deberías estar sola ha estas horas de la noche, y sabes, mucho menos en navidad —le regale una leve sonrisa, sus ojos se cristalizaron.

Lloraría, lloraría nuevamente, acaso ¿esto lo había ocasionado yo?, espero que no, en verdad, no debí de a ver metido mi nariz en donde no debía.

—Oye, no me debería... —me interrumpió lanzándose a mis brazos, me abrazaba con fuerza.

Sus brazos rodeaban mis hombros y su cabeza se encontraba escondida en mi hombro derecho, escuchaba su llanto, aunque era débil, sentía su sufrimiento.

—Miley, dime que es... —me interrumpió nuevamente.

—TaeHyung, yo, soy una tonta —dijo con su voz entre cortada, se veía realmente mal.

—No, no lo eres, no se que es lo que te pasó, pero sin duda, no lo eres, sabes —la aleje un poco de mi tomándola de los hombros. —Eres la chica más valiente, linda y amable que he conocido, y no mereces estar llorando de ese modo —le sonreí levemente y nos pusimos de pie.

Sus ojos me miraron, para poder observarla, debía bajar mi mirada, debo admitir, que aunque sus ojos se encuentren rojizos y algo hinchados, sus pestañas húmedas, su nariz rojita y sus labios húmedos, no le quita, lo hermosa que es.

Lo decía en serio, en ese momento, sentía mil cosas, pero no sabía que era exactamente, mis palabras salieron simplemente y mis pensamientos, aparecían repentinamente, verla de ese modo, me lastimaba, pero, lo que yo quería, era otra cosa, tal vez... —mi mirada se fijo en sus labios. —Eso...

Nuestras miradas estaban conectadas, no podía dejar de mirarla, poco a poco me acercaba mas a ella, no podía evitarlo, lentamente y con cuidado pase mis manos en su rostro, justo en sus mejillas rosadas, las acaricie con suavidad, su piel era increíblemente delicada, sus ojos observaban cada movimiento mio, poco a poco nuestras frentes se juntaron, su aliento y el mio chocaron .

Lo que estaba a punto de hacer, venia desde el fondo de mi corazón, aunque no se exactamente que es lo que siento por ella, pero, el deseo de besarnos, llego antes que el amor.

Sus ojos se cerraron por completo, sentí un hormigueo en mi estomago, poco a poco cerré mis ojos, hasta asegurarme de que nuestros labios hicieran contacto físico, y así fue, nuestros labios se tocaron levemente, solo fue un tierno toque, como otros dicen un "piquito".

Nuevamente nos separamos, mas sin embargo aun nuestras frentes se encontraban juntas, mis ojos se encontraban un poco abiertos, mas los de ellas, aun seguían cerrados, debía disculparme, pues la bese sin consentimiento.

—Miley, yo... —me interrumpió ahora sujetándome del cuello.

—Tu, podrías, besarme... ¿de nuevo? —sus ojos seguían cerrados, mas los míos estaban abiertos de par en par, sonreí levemente ante sus palabras.

Junte nuevamente nuestros labios, esta vez, el beso fue mas plantado, se empezaba a formar una danza entre estos, nuestros labios bailaban encima del otro, besaba muy bien, sus labios eran los mas dulces que podían existir, debo admitir, que el estar con ella, me hacia sentir de lo mejo.

Después de varios segundos, por fin nos separamos, un ataque de nervios nos invadieron,  trate de tranquilizarla y lo logre por completo, también de igual manera me contó lo que sucedió con Ami, pero aun sentía que me ocultaba algo muy afondo.

—Yo, no lo entiendo, solo se, que me siento agotada, me siento muy cansada —dijo mientras recargaba su cabeza en mi hombro izquierdo sentados en la estación de autobús.

—En ese caso, deberías regresar a casa, y descansar todo lo que puedas —dije tranquilamente, ella solo suspiro.

—No creo que, pueda regresar, no si ellos siguen ahí —dijo con la voz algo cortada, aun seguía demasiado triste.

Tenia un poco de razón, si regresaba probablemente seguirían todos en su casa, y en este caso, lo mejor era que se alejara un poco de ellos, de todos.

—Bien, si no quieres regresar, tu, podrías quedarte en mi casa —de su parte esperaba un "estas loco", como es de costumbre, pero fue todo lo contrario, de su parte, no hubo nada.

Me pareció de lo mas extraño, debido a que ella no es para nada callada, la mire de reojo, fue ahí donde me di cuenta, de que se había quedado dormida, suspire y desvié la mirada, no me quedaba de otra.

...

La recosté con cuidado en la cama, en mi cama, quite sus zapatos y la cobije con una cálida manta, me senté a un lado suyo y suspire, la miraba con atención, su boca se encontraba entre abierta, aun no podía creer, que mi boca, hubiera tocado esos suaves y dulces labios que le pertenecían. 

me  levante de la cama y me acerque a ella, en su frente, plante un tierno beso, y de mis labios susurre "buenas noches", me aleje, apague y la luz y salí de la habitación.

Una vez acostado en el sofá, justo en donde dormiría, me cobije y miraba fijamente el techo, suspire y no pude evitar sonreír, el recordar aquel momento, hace un rato, me hacia sentir contento, tal vez no era el mejor momento para hacerlo, mas sin embargo, el tacto que hicieron nuestros labios, convirtieron la noche, en una "Una noche llena de magia".

Voten

|23|Oct|19

Bajo el árbol del otoñoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora