Parte 7: Séptima noche

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7-Séptima noche

**Haruka**

Media tarde al fin. Suelto la cortina que he retirado para poder ver el sol ocultarse entre las montañas y doy un largo suspiro. Abandono el pasillo para volver a mi cuarto y veo como mi gemelo ya está poniéndose el uniforme del colegio en silencio.

-Haru-nii, ya estoy listo ¿nos vamos?- le asiento con la cabeza cogiendo mi mochila y ambos salimos de nuestra casa para coger el camino hacia el instituto. Antes de pasar una de las colinas, una enorme figura nos sale al paso y frunzo el ceño al ver el rostro deforme de Zaraki Kenpachi.

-Siempre es un placer ver a dos criaturas tan pecaminosas juntas-

-¿Te puedes apartar? Llegaremos tarde- agarro la mano de Sen-nii para apartarnos pero Zaraki tira de la manga de mi jersey obligándole a mirarle desafiante.

-¿Tienes un momento, precioso? Me gustaría decirte unas palabritas-

-Sen-nii, adelántate-

-¿Estás seguro?- le miro de reojo para que obedezca y en cuanto me quedo a solas con Zaraki, me cruzo de brazos mostrándole mi expectación.

-¿No puedes vivir sin mí o qué?-

-Sabes que no. Mi objetivo es que tú también te des cuenta de que no puedes vivir sin mí tampoco-

-Por dios, solo fue un polvo de bienvenida...lo hago con todos los pacientes de mi padre, no eres especial- Zaraki me empuja empotrándome contra un árbol aunque al ver la herida que me ha hecho una de las ramas en una mejilla que empieza a sangrar, sus ojos se abren preocupados.

-Lo siento, no quería...- su mano intenta tocarme pero le doy un manotazo mostrándole como la herida se regenera enseguida. Desde luego es patético. Con ese cuerpo y presencia tan intimidante que tiene y tras haber estado en la cárcel, no es tan fiero como imaginaba. Me repugna.

-Te lo diré por última vez. Yo solo lo hago con humanos por una razón-

-Lo sé. Si necesitas alimentarte puedo satisfacerte para los restos, así que deja de ser tan cabrón y olvida esos juegos con otros estúpidos-

Ah...de verdad que no lo entiende. Sé que se ha enamorado de mí, lo noté en cuanto llegó como ex presidiario buscando ayuda y mi padre se encargó de tutelar su terapia. No debí recibirle con las piernas abiertas. Se emocionó demasiado.

-Tu sangre es asquerosa. No pienso beber ni una gota más de ti ¿te ha quedado claro?- le doy la espalda oyendo su gruñido de humillación y cómo golpea un árbol dando un grito. Dios...detesto que tengan tan poca sesera y no estoy dispuesto a caer en las redes de ningún hombre como él. Ahora soy libre. Es...lo único bueno de esta nueva vida.

Cuando llego al instituto me encuentro a mi hermano ya dentro siendo intimidado por uno de los alumnos más mayores contra las taquillas.

-¿Qué, Kuchiki? ¿No recuerdas la mamada que me hiciste anoche? Estuviste genial-

-No...yo no....jamás he hecho tal cosa...- abro los ojos de par en par y agarro al tipo de un brazo para arrastrarle conmigo a un lado.

-Fui yo el que te hizo la mamada imbécil. A ver si aprendéis a distinguirnos-

-Ah...ah! Gomen Haruka, creí que eras tú....-

Idiotas. Todos los hombres son unos auténticos descerebrados. Vuelvo junto a Sen-nii que se ha quedado trastocado y cuando cruza mirada conmigo, puedo ver algo de desprecio en ellos. No me gusta.

-Haru-nii, lo que ha dicho ese chico....-

-Guárdame el secreto ¿vale?-

-No sabía que te gustara hacer esas cosas con hombres, como a nuestros hermanos...-

"Noches salvajes"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora