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"Debes luchar contra lo que sea se apodere de ti, tienes que dominarlo no importa que"

Heung Min sollozo mientras seguía corriendo. Lo había matado, sus manos estaban llenas de sangre, la sangre de Siwon. Siguió corriendo con la vista nublosa perdiéndose entre aquel bosque, intentando escapar la culpa que lo comenzaba a atormentar. 

- ¡Mierda! - gimio en dolor cuando se torció un tobillo y callo al suelo de cara. Intentó levantarse pero le fue imposible debido al dolor. - ¡Ah! Vamos, Heung Min - sacó sus alas y se levanto con bastante esfuerzo comenzando a volar. Cerró los ojos soltando un gruñido, ezforzadonse por llegar al final.

"Por el, por tu hijo. Vamos Heung Min, ¡No te detengas!"

Comenzó a ver el pequeño aro de luz y sonrió. Paso un brazo por sus mejillas secando las lágrimas y sudor que caían por las mismas. Sintiendo cada vez sus alas más pesadas comenzó a bajar al suelo, se estaban quemando. Con un aterrizaje algo brusco se arrastró hasta aquel agujero y no dudo en dejarse caer por el mismo.

- ¡Sonny! ¡Heung Min! ¡Reacciona, cariño! ¡Por favor! - abrio con pesadez sus ojos y se asustó al ver la situación.

- ¡¿Que carajos paso?! - llevo una mano a su frente pasandola luego por su pantalón pasa sacar el sudor de la misma. - ¿E-estan bien? - Siwon suspiro y abrazo al menor con fuerza.

- Lo hiciste...

- ¿El...que? - pregunto confuso dirigiendo su mirada a Ezra que se levanto con un poco de esfuerzo del suelo. - ¿Que le pasa a Ezra?

- Tal vez...quieras mirarte en un espejo - se aparto. Heung Min aun confuso le obedeció y se dirigió al espejo más cercano ahogando un grito al mirarse.

Sus alas ahora eran el doble de grandes, su cuernos habian crecido notablemente y eran negros. Sus colmillos eran más notables y se sentía...de alguna manera más poderoso. Miro sus manos y se veían normales, se veía normal a excepción de sus caracteristicas demoníacas. Agitó su cola viendo como esta tenía una punta filosa. Se miro a los ojos, eran...un rojo intenso, casi como el fuego que su abuelo emitia al ser invocado en algún lugar. Se giro y miro a Siwon.

- ¿No me tienes miedo? - el mayor nego con la cabeza y lo tomo de las mejillas. Sonny sonrió y lo abrazó. - ¿Dónde está HyunJoong? - cuestionó al no sentir el aura del bebé.

- Con Yesung - Aun un poco inseguro el demonio asintió.

- Todo va a estar bien ¿Cierto?

- Tenlo por seguro - le beso la nariz.

- Heung Min...creo que deberías empezar la segunda parte del plan - el nombrado tomo una profunda respiración y miro a Siwon directamente a los ojos.

- Tienes que irte, lejos, ve con Yesung

Minutos después Heung Min se encontraba parado en el medio de la carretera con los ojos cerrados y tratando de mentalizarse lo que estaba por pasar. Abrió los ojos mirando a su alrededor. Habia algo fuera de lugar. Lucifer, sabia lo que estaba a punto de hacer pero aun no había aparecido.

Le resto importancia y sacó sus alas, dio unos pasos arrastrandolas hasta que con un leve brinco se impulso. Cuando se sintió a una altura considerable saco sus cuernos y cola.

- ¿Que haces? - Se dio media vuelta y sonrió levemente al ver a su abuelo.

- ¿No querías que librara a los demonios? - mostró sus ojos rojos y escucho como las calles comenzaban a agrietarse en signo de que el infierno seria visible en cualquier momento. Miro al cielo que comenzaba a jubilarse tapando la luz del sol y en pocos segundos todo parecía la noche.

- Heung Min...- murmuró el mayor volando para acercarse a su nieto. - Aun no es tiempo...

- ¿No? Pense que daría igual - sonrió travieso mostrándole sus colmillos.

- No si no tengo la cabeza de tu hijo emtre mis manos - la mirada de Heung Min titubio al oir esas palabras y rodó los ojos escondiendo su enojo.

- Da igual - un sonido brusco los alertó a ambos y miraron hacia abajo encontrándose conque un pedazo de la carretera habia caído al vacio.

- Heung Min, no hagas esto - el menor lo miro desafiante y gruño. 

- ¿Que si yo te hubiera dicho lo mismo cuando te enojaste con Siwon?Cuándo irrumpiste la paz que tenia ¿Hubieras esperado? ¿Nos hubieras dejado?

- Pero eso era por tu bien, los humanos y los demonios no pueden juntarse esta contra las leyes de lo sobre natural - el demonio volvió a gruñir y agitó su cola asustando levemente al mayor.

- Μορφή - Lucifer se le quedó mirando atónito y se alejó con un poco de temor reflejado en sus ojos cuando vio el suelo comenzar a quebrarse y demonios que el alguna vez ejecutó ya que le habian aburrido, ofendido u obstruido sus planes.

- Son Heung Min, no tienes que hacer esto - hablo Lucifer alzando un poco la voz para que el otro lo escuchara a travez de esa pared de demonios y diablillos.

- Lucifer...querido abuelo - el menor subio un poco para poder mirarlo. - Llama a tus guerreros, los mios no estaran esperando todo el día - La mirada en el rostro del ser que fue retado se congeló, sabia que no tenía manera de ganar.

- Πήγαινε - el suelo volvió a temblar y varios demonios salieron rodeando a Lucifer.

.........

-¡A-ah! Mierda...- tocio con un poco de dificultad y se sento sacudiendo la cabeza y sosteniendose del cálido suelo. Abrio con pesadez los ojos y fruncio el ceño al desconocer el lugar. - ¿Donde carajo estoy? - se levanto y salió de la habitación caminando aun un poco confuso y logrando reconocer el lugar como la cada de Heung Min y el humano.

- Joder...esto se está poniendo feo - el chico se dio media vuelta y se quedó estático al ver a su mejor amigo allí parado. -B-Beckett - sus ojos instantáneamente se volvieron cristalinos y sonrió levemente. - Estas...te extrañe - corrió hacia el abrazandolo. El que recién había vuelto a la vida se quedó estático y trago com fuerza cuando sintió como el otro lo abrazaba.

- Alejate - murmuró con un tono demandante. - Sueltame, Ezra

- No - respondió el otro con un hilo de voz.

- Sueltame. ¡Joder! - lo empujo logrando apagarlo un poco y mirándolo con enojo. - Debiste haberlo pensado antes de matarme - el opuesto seco sus lágrimas e intento tomar las manos de Beckett pero este se lo impidió. - Hijo de puta -

- Lo siento...

- ¿Crees qué eso lo arregla todo? Me mataste...carajo, Ezra - rodo los ojos con un suspiro.

- Te amo ¿Si? Te amo y maldita sea la hora en que no me atreví a decirte - Beckett se quedo estático mientras intentaba convencerse de que era mentira. - Beckett, mirame - lo tomo de mas mejillas. - Te amo, te amo y Joder no sabes cuando espere este momento - Ezra unió sus labios y cerró los ojos sintiendo varias lágrimas bajar por sus mejillas. Por fin, por fin tenía a la persona que amaba emtre sus brazos una vez más. - Perdón, perdón...- susurró besandolo una vez más. - Lo siento tanto Beckie- rio levemente. - ¿Recuerdad eso?

- Eres un idiota - el opuesto sonrió y asintió.

- Lo soy - lo abrazo. - pero este idiota no te dejara ir por segunda vez- Sin poder sostenerlo mas Beckett se hecho a llorar entre los brazos del chico.

- Te odio pero te amo tanto - golpeó su hombro recibiendo un fuerte abrazo a cambio.

Mi Pequeño Demonio Donde viven las historias. Descúbrelo ahora