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Sonó la alarma de mi móvil y automáticamente me cubrí hasta la cabeza con la sabana. Después de 5 minutos Yeri tocaba a mi puerta para que me levantara. Entré en la ducha para despejarme un poco y quitarme esta cara de dormida.

Bajé las escaleras y cogí las llaves de mi coche. Me despedí con un grito desde la puerta y salir para coger mi adorado y precioso coche. En el instituto me esperaba mi queridísima amiga para entrar juntas.

-¿Que te pasa? -preguntó Lía mientras se recargaba en el casillero.

-¡¿Sabes que me pasa?! -dije mientras azotaba la puerta del casillero. -Mis padres se van de viaje por unos meses.

-Eso no parece un problema -dijo sonriente Lía.

-¡Claro que no! El problema es que no confían en mi como para dejarme sola en la casa -suspiré. -Así que contratarán a un niñero -dije eso último susurrando.

-¡Un niñero!

-Gracias Lía, los de la planta de arriba lo escucharon -cerré golpeando la puerta.

-Lo siento -rio. -Aun así, no sé cuál es tu problema. Podría ser un galán.

-Si claro... es más creíble que sea un tipo con pantalones hasta la cintura, camisa de cuadros y con gafas.

-Bastante atractivo parece... -soltamos una carcajada.

-Eres una tonta Lía -dije riéndome.

-Mirando por el lado bueno, seducir a un nerd es más fácil. ¿Y qué harás? -sonrió perversamente.

-Pues no lo sé, según mi padre, tendrá una buena paga y soportará todo lo que haga.

-Esa no es la Yuri que conozco -me dijo sonriendo malvadamente.

-Tienes razón, ya se me ocurrirá algo.

Las clases pasaron rápido. Lía y yo salimos del edificio Me ofrecí a llevarla como siempre lo hacía, su casa quedaba a unas cuantas calles de la mía.

-Nos vemos mañana -dijo mientras se bajaba del coche. -Ah y me cuentas como fue con tu niñero.

-Lía cállate o te irás mañana a tu casa andando.

Conduje hasta mi casa. Estuve a punto de aparcar, pero un deportivo gris me lo impidió, ya que estaba aparcado en mi sitio.

Dejé mi coche en otro espacio, cogí la mochila y entré a casa.

-¡Llegue! -dije cuando entré.

-Hija, ven al salón.

-Voy mama -dejo las cosas arriba y bajo enseguida. Dejé la mochila encima de la cama y me puse cómoda. Bajé al salón como dijo mi madre.

-Dime mama.

-Él es Hangyul -me presentó a un chico que, mirándolo bien, no estaba nada mal. Así que yo misma me autoricé a examinarlo por completo. Su pelo era moreno y naturalmente peinado. Su piel era blanca, pero con un ligero toque dorado y no olvidar su sonrisa a la cual parecía un bebé. Vestía con unos vaqueros negros ajustados, que no le quedaban absolutamente mal, una camisa de rallas moradas y negras, perfecto en todos los sentidos.

-Es el hijo de Lee, el socio de tu padre y el que se encargará de ti el tiempo que estemos fuera.

Mi mirada de admiración se transformó en una de desprecio, que claramente no parecía afectarle ya que seguía con esa sonrisa.

Mi padre interrumpió el incomodo momento, mientras bajaba las escaleras con las maletas.

-¡Le ayudo! -se ofreció "mi niñero".

-Idiota -pensé.

-Por favor Yuri no quiero problemas, sigue las indicaciones de Hangyul -dijo mi padre.

-Está bien, cero problemas.

-Bien -me dio un beso en la frente y subió al coche donde mi madre y hermana le esperaban.

Vi como el coche cada vez se alejaba más y más hasta que no pude verlo. Giré sobre mis talones para entrar a mi casa, pero ahí estaba Hangyul que miraba perdidamente la calle. Me miró y sonrió.

-Hola -me dijo con su voz grabe.

Sin contestarle caminé y saqué las llaves para abrir la puerta y entrar.

-¿Y esas maletas? -pregunté cuando vi esas maletas grandes de pie junto a las escaleras.

-Son mías -dijo caminando detrás de mí. -Viviré aquí, así que será mejor que nos llevemos bien -lo fulminé con la mirada y subí las escaleras.

Subiré capítulos dos días a la semana. Los lunes y jueves.

EL NIÑERO [X1-Lee Hangyul]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora