EL NIÑERO [X1-Lee Hangyul]

7

-Obedéceme o te quedas sin coche de nuevo -me dijo sujetando mis brazos a mis costados a la altura de mis hombros.

-Suéltame ahora, Lee Hangyul, suéltame ¡ahora! -le dije amenazante.

-Sabes, ya me hartaste, tú amenazas demasiado pero después no haces nada -me dijo seguro.

-Con que no hago nada...

Levanté mi rodilla y con esta comencé a rozar delicadamente su zona "sensible" provocando que Hangyul se estremeciera por completo. Mordió su labio inferior con deseo, después de pegar su torso al mío. Cuando estuvo lo suficientemente cerca, bajé la rodilla y la volví a levantar, pero con más fuerza. Le di en su entrepierna, provocando que soltara un fuerte grito, mientras se retorcía de dolor, aproveché y salí corriendo a mi habitación.

Corrí lo más rápido por el pasillo, cada vez veía más cerca mi puerta, estaba por coger la perilla cuando sentí que me tomaba de la cintura y me alzaba. Me volvió a acorralar contra la pared solo que ahora con más fuerza, su cara estaba a cinco escasos centímetros del mío. Me miraba con furia.

-No que no hacía nada... -solté una carcajada mientras forcejeaba para que me soltara, aunque era completamente imposible. De un momento a otro los labios de Hangyul rozaban los míos con intensidad. Me empezó a besar con desesperación y lujuria.

Bajó sus manos a mi cintura y me envolvió entre sus brazos, quité mi cara y lo empujé.

-¡No vuelvas a tocarme y menos a besarme! -le dije después de darle una cachetazo. Me miraba sin entender, mientras tocaba su roja mejilla, luego me di la vuelta para entrar a mi habitación.

-Oye... -me cogió de la muñeca.

-Vuelve con tu "madura" novia -le dije tirando de mi brazo para que me soltara.

Entré a mi cuarto y cerré la puerta con seguro. Dejé caer mi mochila en el suelo, sin importar lo que llevara dentro. Me senté en la cama y me sentía tan mal, me sentía tonta al pensar que podría tener algo con Hangyul.

Me levanté, aunque no tenía ganas de salir de mi cuarto, pero lo hice para demostrarle a Hangyul que no me afectó lo de ayer. Me duché y vestí. Cogí mi mochila y luego de un suspiro salí de mi cuarto.

Bajé las escaleras rogando por no encontrármelo, pero antes de salir de casa me llamó.

-Yuri -y ahí estaba, vestido con una sudadera amarilla y unos vaqueros claros ajustados.

-¿Si? -le pregunté tratando de concentrarme.

-Llamó tu director -me dijo seriamente.

-¿Y? -pregunté nerviosa.

-Buscaba a tus padres, para hablar de un asunto.

-Pero no están así que no importa. Me voy que se me hace tarde -dije acelerada.

-¡No tan rápido! -me dijo. -Yo soy tu tutor, así que sube a mi coche.

-¿Qué? ¿Por qué? -reclamé. -Cada uno irá en sus coches -abrí mi mochila para sacar las llaves, pero no las encontré.

-¿Las buscas? -dijo agitándolas.

-¡Cogiste mi mochila! -le reclamé molesta.

-No me dejas otra alternativa -me dijo subiendo a su coche.

Resignada subí al coche, solo por que quería saber lo que quería el director, si no me hubiera ido a mi habitación.

-Bájate aquí, iré a aparcar el coche -me bajé y vi de lejos a Lía. Fui corriendo hacia ella.

-¿Qué pasó? -me preguntó emocionada.

-Tienes novia... -le dije sin dejar de andar.

-¡¿Ya son novios?!

-No Lía...él tiene novia -abrió sus ojos como platos.

-¿Y por qué te trajo? -me preguntó sin entender.

-Porque el director lo llamó.

-Pero no has hecho nada malo.

-Lo sé, fue lo primero que pensé -le dije.

Íbamos por el pasillo que llegaba a dirección, cuando vi a Hangyul adelante, así que corrí para llegar primero. Lo adelanté, pero me vio y empezó a correr también. Llegué a la oficina y sin importar qué, entré, Hangyul se paró fuera.

-¿Park? -me preguntó el director.

-Siento interrumpir, pero necesito habla con usted -le dije, ya que regañaba a un chico.

-Hablaremos más tarde... -le dijo al chico. -¿Qué sucede? ¿Vino tu tutor? -me preguntó.

-Si, pero aun no entiendo lo que hice.

-La madre de Jennie vino y dijo que los problemas entre su hija y tú, siguen.

-¿Qué? -pregunté sin entender.

-Si, que tu la sigues molestando.