EL NIÑERO [X1-Lee Hangyul]

3

Me desperté cuando escuché fuertes golpes en la puerta, pero simplemente los ignoré y seguí durmiendo.

-Levántate o llegarás tarde... -cogí la almohada y me tapé la cabeza porque Hangyul entró y encendió la luz.

-No pasa nada si llego tarde -mentí.

-Si, pues asegurémonos que no pase. Levántate. -sentí que cogía la colcha, por lo que me agarré más fuerte para que no me la quitara. Pero su fuerza es mayor que la mía y logro quitármela.

-¡Pesado! -grité molesta mientras me ponía de pie.

-De nada sirve los berrinches, así que cámbiate -lanzó la colcha a la cama y salió cerrando la puerta.

-¿Y este quien se cree?

Aun ahogada en rabia, me fui a la ducha. Nada era más relajante que una ducha caliente. Después de secarme, fui al almario y me puse unos vaqueros rotos y un top de mangas largas. Cogí la mochila y las llaves del coche antes de salir de la habitación.

-¿No tienes un pantalón más viejo? -dijo riendo.

-No esta viejo -lo miré despectivamente. Sabía que no era viejo, solo lo hacía para enfadarme.

-Aquí a las tres de la tarde -me dijo antes de que abriera la puerta de casa.

-Idiota -susurré.

-¡Te escuché! -me gritó desde la cocina.

-¡Me da igual! -cerré la puerta de un golpe y me fui hacia mi coche.

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-¿Qué tal te fue? -me preguntó Lía sentándose frente a mí en la cafetería del colegio.

-¡Horrible! -dije mientras me tapaba mi cara con ambas manos.

-¿Cómo es él? ¡Cuéntame! -me dijo emocionada. -¿Viejo? ¿Feo? -me preguntó desesperada.

-No, no, aun no lo sé.

-¿Entonces? -me dijo impaciente.

-Para empezar el tío está como quiere -le dije. -¡Lía si lo vieras por detrás! -dije mordiendo mi labio inferior.

-Y entonces ¿Cuál es el problema?

-¡Es un idiota! -dije mientras le daba un trago a mi botella de agua.

-¿Por qué? ¿Qué te hizo? ¡Cuéntame! -reí por su desesperación.

-Nada, no me hizo nada. Solo se que es un engreído.

-Entonces ¿qué harás?

-Se tendrá que ir...

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-Hey Yuri -me saludó Taehyung, mi exnovio. Taehyung y yo éramos mejores amigos junto a Lía. Una tarde el creyó que la relación entre nosotros podría ir a más y lo acepté. Me llevaba muy bien con él, pero nos empezamos a distanciar y quedamos en que mejor volviéramos a ser mejores amigos. Un mes después empezó a salir con Jennie.

-Mi amor, ya te dije que no me gusta que hables con esta -le susurró en el oído a Tae, del cual claramente yo escuché.

-Tu mejor que nadie te sabes mi nombre -le dije fulminándola con la mirada. -Así que vuélveme a decir "esta" y veras como... -me levante y Lía me volvió a sentar.

-Creo que será mejor que nos vallamos -le dijo Tae a Jennie.

-Es lo mismo que pienso yo... -me miró burlonamente y se fueron tomados de la mano.

-Tienes que tranquilizarte -dijo Lía.

-¡Es que Lía, me pone mala verla! -le dije aun asqueada. -Además tu mejor que nadie sabes que está con ella por lastima.

Entramos a las últimas clases, se pasaron rápido, entre algunos regaños para que guardaran silencio y risas junto a los de la clase. Digamos que sol "algo" sociable.

-¡Es que no entiendo como puede estar con ella! -me dijo Lía cuando llegamos a su casa.

-Lo sé, lo sé, es tan hueca -reímos y ambas bajamos del coche.

-Oye ¿y tú dónde vas? -dije cuando me vio cerrando el coche.

-Es que no tengo ganas de ir a mi casa -dije suplicando.

-¿No tienes ganas de ir a ver por detrás a tu niñero? -soltó una carcajada.

-¡Eres tonta Lía! -le dije soltando también una sonora risa.

-Anda ven... -me dijo.

Entramos a la casa. La conocía más que bien, ya que cada dos semanas me quedaba aquí y si no Lía se venía a la mia.

-¡Tía! -saludé a la madre de Lía.

-¿Cómo estás Yuri?

-Muy bien.

-Me dijo tu madre que se fueron del país... -me dijo disgustada.

-Si... -le dije igual.

-Si necesitas algo, sabes que puedes contar con nosotras -me abrazó.

-Si, lo sé, muchas gracias.

Pasamos la tarde riendo y recordándonos anécdotas del pasado.

-¡Son las siete de la tarde! -me dijo asombrada.

-¿Qué?

-A alguien la van a regañar...

Me quedé más tiempo porque me habían invitado a cenar y no lo iba a rechazar.

Llegué a casa y aparqué el coche. Como si nada, entré a la casa.