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Hasta que finalmente nuestros labios hicieron contacto. Era increíble lo que me producía sus labios. Me fue imposible no seguirle el beso. Sus labios succionaban los míos, mientras que sus manos se encargaban de brindar delicadas caricias en mi cintura y espalda. Inconscientemente subí mis manos y las coloqué detrás de su cuello. Sin soltar el vaso, con una mano jugaba con el cabello de su nuca. El cuerpo de Hangyul me apretaba contra la encimera, lejos de sentir ningún dolor alguno, solo me inundaba de placer.

Ladeaba aún más su rostro, al lado contrario que yo para darle más profundidad al beso. Nuestros pechos se expandían y contraían al ritmo de nuestras respiraciones. Comenzó a jugar con el borde de mi camiseta sin despegarse de mis labios, pero al sentir la tibia piel de sus manos tocar mi espalda, desperté de la hipnosis provocando que dejara caer el vaso de cristal que tenía en mis manos, causando un estruendo. Sobresaltado Hangyul miro al suelo y cogí ese momento para alejarme. Me miraba extrañado.

-Yo...yo... -dije tartamudeando. Salí corriendo a mi habitación porque no tenía nada que decir.

No podía dejar de pensar en lo sucedido, la mitad de mi se arrepiente, ya que con eso había demostrado debilidad, pero el otro 50% no se arrepiente para nada.

Me desperté más temprano de lo habitual. No quería encontrarme con Hangyul. Faltaba media hora para el instituto así que llamé a Lía.

-En cinco minutos llego a tu casa.

-¿Por? -me preguntó riendo sin entender.

-Tengo que hablar contigo -dije acelerada mientras andaba hacia mi coche.

Después de otros cinco minutos, Lía bajo de su casa para ya adentrarse al coche.

-Y ahora ¿Qué pasa? -me preguntó en el camino.

-¡Lía! -alargue mientras ponía cara de desesperación.

-Yuri me estas asustando -rió. -¿Qué hiciste?

-Hangyul y yo nos besamos -le dije mientras trataba de abrir el casillero.

-¿¡Qué!? -gritó sorprendida. -¡Te lo dije! Ya sabía que él y tu tendrían algo -me dijo feliz.

-¡No Lía!

-¿Cómo?

-Él me besó y por alguna estúpida razón le seguí. Cuando la cosa iba a más me di cuenta de lo que estaba haciendo y hui de ahí.

-Sabes que te quiero mucho Yuri pero... ¡eres una tonta! -me dijo alterada.

-Pero...

-¡Pero nada! -me interrumpió. -Júrame que no sientes nada por él.

-Lía...

-Júralo y no te molesto más.

-¡Esta bien, no puedo jurarlo! Puede que sienta atracción por él.

-Y entonces ¿Por qué me dices eso? -me volvió a preguntar desesperada. -No te digo que avances, pero dejarlo hay fue lo mejor que has hecho.

-Lo sé -le di la razón. -Pero es que apenas lo conozco.

-Lo tienes todo el día en tu casa. Trata de conocerlo y que te conozca él.

Era completamente cierto, la única razón por la que Hangyul y yo nos llevamos de esa manera es porque yo no le permitía si quiera entablar una conversación con él. Tal vez no estaría mal bajar un poco la guardia.

-¿Entonces? -me preguntó.

-Pues no lo sé.

-Venga, solo conócelo. Harían una buena pareja -me dijo emocionada.

Pasé todo el día pensando en lo que me había dicho Lía y en lo sucedido con Hangyul. Salir huyendo no había estado mal. Por primera vez Park Yuri dejaría de lado su orgullo.

Salimos y todo el camino a casa era hablando de cosas del instituto y cosas sin sentido.

-¡Suerte! -me dijo antes de cerrar la puerta del coche.

-¿Hangyul? -pregunté apenas crucé la puerta, pero no había respuesta. Fui hacia el salón y me encontré con una escena un poco incomoda.

-¿Quién es esta? -dijo despectivamente la castaña desconocida. -A sí, tu eres la niña malcriada que mi Hangyul tiene que cuidar -lo abrazó para provocarme.

-Hangyul, tienes tres minutos para sacarla de aquí -lo fulminé con la mirada.

-¿Crees que te tengo miedo? -me dijo desafiante. Pero Hangyul puso su brazo para evitar que se acercara a mí.

-No lo creo... -ahora me acerqué yo.

-¿Te llevo a tu casa? -le susurró Hangyul, pero ella negó.

-No te preocupes amor, yo me voy -dijo abrazándolo por el cuello y luego lo besó.

-Un minuto -los interrumpí.

Ambos se separaron y Hangyul la acompañó a la puerta. Cogí una botella de agua del frigorifico y como si nada subí las escaleras, pero Hangyul evitó que siguiera.

-No tenías porque tratarla así -me reclamó.

-Ella no tenía que hablarme así -le dije.

-Yuri ¿Por qué no maduras?

-Y tu ¿Por qué no te largas? -le dije molesta.

-Es lo que más quieres y solo por eso no lo haré -me dijo acercándose a mí.

-¡Y la inmadura y malcriada soy yo! -le dije dándome la vuelta y subiendo las escaleras.

-Baja ahora -gritó desde abajo.

Desde luego que lo ignoré y seguí subiendo para irme a mi cuarto. Escuché a Hangyul subiendo las escaleras, debido a que las subía de dos en dos, de inmediato me alcanzó. Me tomó del brazo y me acorraló contra la pared.

Veo que os está encantando y me alegro muchísimo. Por cierto, todavía queda para que termine  la adaptación pero me gusta dedicarme a adaptar, ya que siempre que escribo me quedo sin imaginación, a lo que me refiero es que si hiciese otra, ¿que miembro de X1 os gustaría que pusiese? también puedo seguir con Hangyul. Aun que mas adelante cuando tenga decidido el cual hacer, os diré el titulo y ya ustedes veis quien pega en X historia, vale? Graciiaas!!!!!

EL NIÑERO [X1-Lee Hangyul]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora