5. Caricias

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Al llegar a mi departamento lo primero que hice fue enfrentar a Ava debido a que no me había contado lo de Adam.

—No es culpa mía, casi no teníamos contacto con él además de que no tiene redes sociales ¿Cómo lo iba a recordar? —decía mientras caminaba al sillón.

—Incluso yo me sorprendí cuando por la noche llego a casa. Aunque él más desconcertado fue Dimitri, créeme. —caminaba rumbo al refrigerador a tomar una botella de agua mientras ella seguía hablando.

Este fin de semana vamos hacer una fiesta para presentar a Adam. Estará a cargo de la fundación de mi madre en el área médica, es por eso que vino desde EEU.

—con el trabajo que tenia pensar en fiestas no era una opción, pero al saber que mi madre y Ava no pararían hasta que fuera asentí mientras bebía un poco de mi agua.

Ava se levantó de un salto cosa que me asusto y derrame la mitad de mi botella de agua.

—Mierda Ava. —dije mientras me sacudía la blusa.

—Mañana tenemos prueba de vestido ya lo había olvidado. —la ignore mientras caminaba a mi habitación para cambiarme de ropa. Podía escuchar los tacones de Ava significaba que iba caminando de atrás de mí.

—No me ignores mierda, ¿Cómo se me había olvidado eso? Es algo muy importante. —sinceramente nada de la boda era importante para mí, es por eso que había dejado que Ava se encargara de todos los detalles incluso de mi vestido. Porque ella sabía que, si por mi fuera me iba vestida con pijama, pero claro "los demás iban hablar".

Al llegar a mi habitación tome una playera y me quite la blusa que llevaba puesta.

—Mañana se anuncia la nueva cosecha de vino Ava no tengo tiempo. —Ava rodo los ojos y negó con la cabeza.

Para todo hay tiempo sobre todo si se trata de vestidos de novia. Suspiré pesado y negué con la cabeza en ese momento me entro un mensaje de texto. Saqué mi celular y sonreí amplio. Era de Adam.

¿Sigues viva? —negué con la cabeza sabía que era broma.

Pues sigo respirando que ya es una ventaja. —respondí rápidamente y Ava solo me observaba.

Desde que tengo uso de razón Adam siempre fue agradable conmigo, si Dimitri no me dejaba jugar con algo Adam se lo quitaba y me lo daba, el siempre nos procuro tanto Ava como a mi ya que fue hijo único.

Cuando cumplió doce años sus padres se lo llevaron a Estados Unidos diciendo que allá encontraría un mejor futuro. Es por eso que nuestra amistad había terminado, después de eso lo vimos una ves más en mi cumpleaños dieciséis y de ahí jamás lo volvimos a ver hasta hoy. Era bastante tímido al menos eso recordaba por eso es que no me sorprendía que no tuviera redes sociales, a pesar de tener un excelente celular.

—¿Sigues viva? —me decía Ava para llamar mi atención.

—Dice Adam si desayunamos de temprano. —Ava frunció el ceño, conocía esa mirada. Ava la mayor parte del tiempo era una gran persona, pero a veces el que alguien le hablara como una segunda opción le molestaba bastante y lo peor es que Adam amaba hacerla enfadar.

—Adam vive conmigo ¿Por qué no me lo dijo? —negué con la cabeza.

—Quizás porque no estas en tu casa. —iba a decir algo más, pero después asintió con la cabeza. Se levanto de la cama y camino a la puerta.

—Después del desayuno vamos a ir a ver vestidos. —antes de que me quejara Ava cerró la puerta.

—Recargue la cabeza en la almohada y escuche unos golpes en la puerta. Casi nadie me visitaba eso quería decir que Ava había olvidado algo en la casa así que abrí la puerta. Y ahí estaba él con la corbata deshecha, la camisa abierta y el cabello despeinado.

—¿Qué haces aquí? —dije y este levanto la voz y al verme sonrió y se tambaleo un poco. Rápidamente di un paso para poder sostenerlo y que no se fuera al piso. Baje mi mirada a sus manos y sostenía una botella.

—Mierda Dimitri ¿Qué haces aquí? —dije cuando vi que no se movía.

—Esperass, hahaha, no esperarrrr a que Avaa se fuera, pero había paso muchooo tiempo. —quería reírme, pero al mismo tiempo no. La situación era bastante incomoda.

—¿Me refiero a porque no estas en tu casa y si en la mía? —Dimitri levanto la vista y se me quedo viendo a los ojos.

—Ahí está. —dijo señalándome con su dedo.

—¿Esta qué? —me queje. El se paro en sus dos pies y se metió como si estuviera en su casa.

—La mirada que odio y a veces amo. —al escucharlo me quede parada, procesando sus palabras, había dicho la palabra con "A". cuando al fin recobre el sentido me acerque a él.

—Debes irte o mañana vas a lamentar lo que digas hoy. Dimitri negó con la cabeza y con un ágil movimiento me atrapo en un abrazo. Respiro profundamente en mi cuello causando en mi cuerpo una pequeña corriente eléctrica. Me odiaba, odiaba a mi cuerpo por reaccionar ante el tacto de este sujeto. Cerré mis ojos esperando a que aquella sensación desapareciera y me permitiera decir cosas coherentes.

—Me gustaría que esto fuera menos complicado. —decía mientras sus manos empezaban a jugar en mis caderas, trague saliva para esconder un gemido que quería escaparse de mi boca. Me gustaba como se sentía.

—Me gustaría ser solo Dimitri, sin el apellido Hughes para que de esa manera solo. —mi respiración se contrajo, esperaba que lo dijera, que dijera que era lo que realmente quería, pero nada, hubo un silencio y después un se escucho un ronquido, el imbécil se había quedado dormido.

Nota:

Espero no me maten jeje pero es muy pronto para que esos dos hagan locuras, aunque si quiero decir que se viene el drama on super intenso.

Bueno sin mas que decir espero sus bellos comentarios y recuerden que me pueden seguir en redes sociales  siempre subo contenido de mis historias.


No es amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora