Me miraba por decima vez en el espejo y no podía creer que esa persona fuera yo. Tenia la mitad de mi cabello levantado, un ligero maquillaje que resaltaba mis rasgos, mi cabello ya no estaba teñido de rojo, ahora era castaño, un castaño que me hacia sentir que era otra persona.
Sonreí amplio y aunque la modista no terminaba de arreglar el vestido me di una ligera vuelta. Me encantaba el trabajo que habían hecho, era algo nuevo, era algo completamente diferente a lo que todos estaban acostumbrados a ver y aunque no era fan de los cambios.
Este me agradaba, porque sentía que reflejaba una nueva Tarah, una que no se iba a dejar intimidar por su familia, por la policía ni por su futuro esposo. Una persona que había estado encerrada durante mucho tiempo y que ahora quería salir, salir para tomar venganza, porqué era lo único que habían sembrado en mi.
La modista y el equipo de belleza salieron de la habitación dejándome sola. Una soledad que antes me hubiera dado miedo, pero ahora no.
Camine a la mesa en donde estaba mi computadora y cuando la iba a prender tocaron la puerta. La cerré rápidamente.
—Adelante. — dije mientras caminaba nuevamente al tocador.
Era Will y me sorprendí al verlo. Me dedico una ligera sonrisa y camino a una silla que estaba junto al espejo.
—Sé que no me vas a creer esto, pero no es una idea tan mala, Dimitri y tu han estado juntos mucho tiempo.— negué con la cabeza y apreté mi mano en un puño.
—Por lo que más quieras no digas que esto puede funcionar, porque tu más que nadie sabe lo absurdo que es. Dimitri yo somos como el agua y el aceite. No congeniamos, así nuestras familias no estén en medio esto es imposible. —Will quiso decir algo más pero en ese momento entro Ava a la habitación.
—Dos de mis personas favoritas juntas, no saben la alegría que me da de verlos. Will se acerco a Ava y le dio un beso en la frente a lo cual ella se ruborizo un poco, a veces les tenia un poco de envidia por lo perfectos que eran juntos.
—¿Cómo te sientes? —dijo mientras William salía de la habitación. Me encogí de hombros.
—Todos sabíamos que esto tarde o temprano iba a pasar. — Ava hizo una mueca pero no insistió más sabia que era inútil.
—Sé que piensas que esto es una mierda, pero no todo es tan malo, aunque los dos sean unos idiotas, ambos se quieren y por más que luchen en esconderlos eso no pasara, sabes que lo que está destinado para ti pasara tarde o temprano. —suspire pesado y negué con la cabeza.
—Lo nuestro es un error, uno que solo pagara con destrucción, dicho eso camine al espejo nuevamente y vi que había un sobre blanco. Lo tome y vi que era de Will.
—Es mi regalo de bodas. Cuídate mucho y sé feliz al menos unas cuantas horas. Trague saliva al terminar de leer y justo cuando iba abrirlo la puerta se abrió al girar ambas Steffan estaba parado con una amplia sonrisa.
Ava hizo una mueca, pero camino a la salida.
—Nos vemos abajo. —dijo pasando aún lado de mi padre.
—No sab...
—Basta, no quiero que digas ni una sola palabra.—dije en un tono bastante cortante. Lo odiaba, odiaba a esa persona por que lo único que sabia hacerme era daño.
—Eres cruel, solo quiero lo mejor para ti. —escucharlo hablar de esa manera causaba en mi unas terribles ganas de vomitar y no quería arruinar lo que las modistas habían trabajado tanto para mi. Así que negué con la cabeza.
—No te quieras hacer el buen padre conmigo, sabemos que no te queda bien ese lugar. Lo único que siempre he sido para ti es un negocio.
Solamente me ves como un contrato más y si vienes a restregarme en la cara que al fin hice lo que querías te equivocas.
ESTÁS LEYENDO
No es amor
RomanceDimitri está acostumbrado a obtener siempre lo que quiere, pero cuando se ve obligado a casarse con Tarah, su mundo perfecto se ve cambiado, gracias a que ese matrimonio tiene guardado un sin fin de secretos que deberá ir descubriendo. Al final tod...